jueves, 28 de enero de 2016

Antonia

En medio de una conversación de poca importancia, no sé en que momento tocamos con Antonia el tema de las relaciones.  Después de botar, cada uno, un par de ideas al respecto, ella me pregunta "¿Tú supiste que yo tuve novia, cierto?"

Le respondo que sí.  Afortunadamente nadie me lo contó con el morbo del chisme, pero era imposible no  leer entre líneas sus conversaciones con otras personas, en especial con María una de sus mejores amigas, como para no darme cuenta.

Seguimos hablando y le pregunto, pero entonces  "¿te gustan las mujeres o los hombres?" y complemento mí inquietud  con: "¿te consideras, lesbiana o bisexual?".  Antonia es supremamente fresca y no le pone problema a mis preguntas, que ahora considero infantiles.  Me sonríe mientras prepara su respuesta:

"Yo no me considero nada, solo soy Antonia y ya. No me gusta catalogarme como esto o lo otro." Y tiene toda la razón.  Como ya lo he escrito un par de veces, saltamos de una dicotomía a la otra, muchas dictadas por la sociedad, y esto no nos permite ser sinceros.

Le digo que creo entenderla, y concluyo: "entonces tú no te enamoras de un hombre o una mujer, sino de la esencia de la persona,  ¿si?.  "Si,  es algo así" me responde. 

A la larga creo que todos tenemos rasgos del sexo opuesto.  Tal vez nunca salen a la superficie, pero están ahí, escondidos o no, listos para prestarnos ayuda en cualquiera de nuestros asuntos.

“Creative individuals are more likely to have not only the strengths 
of their own gender but those of the other one, too.”
- Mihaly Csikszentmihalyi -

miércoles, 27 de enero de 2016

Voces

Hoy me compré el libro "Voces de Chernóbil"  de la premio nobel Svetlana Alexiévich.  Desde la primera vez que lo vi me llamo la atención, sin saber que era la escritora que había ganado ese premio literario.  La primera vez que agarré el libro, leí un fragmento de la contraportada y quede completamente enganchado:


"Cierra las ventanillas y acuéstate. Hay un incendio en
 la central.  Vendré pronto.  Esto fue lo último que Vasili 
Ignatenko, un joven bombero, dijo a su esposa Liudmila"
antes de acudir al lugar de la explosión." 
- Voces de Chernóbil -

Aquel que no quiera saber que ocurrió, después de esa conversación, con Vasili y Liudmila(me encanta la sonoridad de esos nombres), simplemente no es un humano.

En la navidad que acaba de pasar me regalaron un bono y cuando fui a comprar el libro estaba agotado.  Seguramente muchas personas lo compraron sólo por ser la sensación del momento y, ¿qué con eso?  Muchos, me imagino, dirán que es muy comercial y que es mejor dedicarse a leer los clásicos o otras lecturas obligatorias, como si en verdad existieran.  


 ¿Qué tipos de voces lideran nuestra conducta?, es decir,  ¿a qué o a quien le hacemos caso para tomar ciertas decisiones en nuestras vidas? la única voz que debería mandar es la interna, pero frecuentemente nos dejamos llevar por voces, bien sean individuales o colectivas que nos dañan el caminado.

Pd: Ir en contra de la corriente sin ningún tipo de argumento también es un lugar común. 

martes, 26 de enero de 2016

Caminos

Tengo entendido que la canción de Led Zeppelin Escalera al Cielo, es la que más veces ha sonado  en la radio.   Acabo de leer, en una página en ese mar verdades y mentiras que es Internet, sobre un supuesto significado de la canción.  Creo que decir que una canción significa exclusivamente algo no tiene sentido, pues la música es arte, y el arte cada quien lo interpreta de manera diferente.


Está claro que la letra de la canción está cargada de  alegorías. Personalmente la frase que más me gusta es:


Yes, there are two paths you can go by, but in the long run
There's still time to change the road you're on.
- Stairway to Heaven -

Todos los días se nos presentan dos caminos y nos debemos decidir por uno, y, a pesar de que a veces seleccionamos  la opción menos favorable, tener la libertad de escoger, es algo que nos hace sentir vivos:

"Tal vez esos momentos entre la dualidad y elección, son
aquellos en que nos sentimos plenamente vivos, tal vez representan
una fracción de segundo de trascendencia"
- Annette Simmons -

Y después de escoger el camino, algo que también nos hace sentir plenos, es aceptar y honrar  el que tomamos.

"Si el camino fuera un libro, sería acerca de  no saber, de estar perdidos
y sobre oscuridad, la oscuridad profunda de nuestro interior , un libro que 
leerías con los pies." 
- Rebecca Solnit -

lunes, 25 de enero de 2016

Apagón

Se fue la luz otra vez. Siempre que ocurre eso, me acuerdo de la noticia de un apagón que hubo en toda Nueva York en 1965, que se lo atribuyen a los extraterrestres. 

Siempre que se va la luz me pregunto eso ¿Será que ahora si nos van a invadir? Al rato vuelve y nunca pasa nada. Espero tener completamente cargado mi celular en el momento que se presente tal situación para luego comenzar a grabar pequeños videos a modo de diario personal, donde cuento como me he escapado de los extraterrestres, aunque no sé para quien los haría, porque de seguro nos darían por la cabeza y sería la extinción de la raza humana.

Cuando se va la luz (iba a escribir cuando se corta el fluido eléctrico para no repetir la frase, pero me sonó a traducción mexicana) lo que siempre escucho, aparte del fastidioso pito de la UPS, es la planta eléctrica de un edificio cercano que se prende de inmediato. Hace bastante ruido, pero ya estoy acostumbrado. Hoy pensé lo bueno que sería si no existiera.

Una de las cosas que más nos aterra, creo yo, es quedarnos en silencio. Lo ideal sería poder hacerlo sin angustiarnos por los millones de pensamientos que van apareciendo en nuestra cabeza. Cuando esto pasa buscamos ruido por todo lado: conversamos, escuchamos música, prendemos el televisor, miramos el celular; nos ocupamos de cualquier manera para evitar el silencio.

De vez en cuando sería bueno que apagáramos nuestra luz, que buscáramos el silencio deliberadamente con el apagón del ruido, únicamente con el fin de relajarnos.

jueves, 21 de enero de 2016

Fecha de muerte

Los formularios de los consultorios, aeropuertos, sitios de Internet, etc. siempre preguntan la fecha de nacimiento.  Millás, en uno de sus articuentos, menciona que sería bueno que también existiera un campo con el nombre "Fecha de muerte". ¡Soberbia estupidez! dirán algunos, pues es algo que resulta imposible de saber; es cierto, pero a pesar de eso deberíamos vivir como si lo supiéramos.

Desde hace un par de décadas, el mundo ha experimentado una revolución espiritual.  Todos, tras una búsqueda de felicidad y/o paz espiritual, queremos conectarnos con un dios, con nuestra esencia, con el universo o con lo que sea.

Lo raro es que a pesar de presenciar y estar inmersos en eso que algunos llaman evolución de la conciencia, continuamos tremendamente preocupados y nuestra vida diaria se resume en una seguidilla de angustias: trabajo, relaciones, falta de tiempo, etc.  ¿Por qué no somos conscientes del frágil punto infinitesimal que representa nuestra vida en la existencia humana?  ¿Por qué no dejamos de preocuparnos tanto y más bien nos gozamos este cuento?

No había pensado escribir sobre esto pero leí un artículo de un médico al que le diagnosticaron cáncer, donde narra como se enteró, y lo extraño que se sintió al saber mucho, a diferencia de la mayoría de pacientes, sobre la enfermedad y la probabilidad de morir.  


“El hecho de la muerte es inquietante, sin embargo,
no existe otra manera de vivir”
- Paul Kalanithi -

La muerte, al igual que el amor, siempre se nos cruza en todos los temas que tocamos, creo que la mejor forma de combatirla es disfrutar al máximo cada segundo de vida que tenemos, y pensar que nuestra fecha de muerte será hoy. 

miércoles, 20 de enero de 2016

Metamorfosis

"Cuando Gregorio Samsa despertó una mañana tras un sueño inquieto, 
se encontró en su cama convertido en un horrible bicho."
- Franz Kafka, La metamorfosis -

Las líneas con las que abre la novela Kafka son muy buenas.  El suspenso que se crea tras ese comienzo es increíble y difícil de igualar.   No quiero hacer un análisis de esa obra, porque no creo tener la habilidad y conocimiento literario para ello; es más, no me vendría mal releerla, porque hace ya mucho tiempo que cayó en mis manos, o más bien sus letras en mis ojos.

Todos tenemos mucho de Gregorio Samsa, pues todos, así no lo queramos y mucho menos lo sintamos, cambiamos.  Varias personas que en un momento fueron grandes amigos, hoy ya no lo son.  La culpa no es de nadie.  Los cambios de actitud de las personas, se los achaco a la metamorfosis que experimentamos todos los días,  pues creo que siempre sufrimos cambios y somos uno al levantarnos y otro al acostarnos.

El punto es que no hay que echarle tanta tiza al asunto, es decir, no hay que matarnos la cabeza preguntándonos por qué las personas han cambiado, pues es una condición innata al ser humano.  De pronto el que cambia es uno, y le atribuye la extrañeza del cambio a los otros.


"Embracing or resisting are optional, and metamorphosis inevitable.
- Rebecca Solnit -

martes, 19 de enero de 2016

Cocina

Acabo de venir de la cocina.  Estaba sentado al frente del computador, y de repente me dí cuenta que erán más de las 10:00 p.m y no había comido nada.  Escribo esto mientras como papitas fritas, jamón y pan.  Lo sé es una comida poco balanceada, pero  ¿Qué se puede determinar como balanceado en el mundo, con el caos que nos acompaña a diario?  

Calculé mal porción de jamón y ahora quedó volando una rodaja de pan.  Que feo es eso de sobrar, en fin, me la comeré y engañare, al hacer pasar las papitas, de las que quedan varias, como si fueran lonjas de jamón. Lonjas,  ¿de dónde carajos me vino esa palabra a la mente? creo que es la primera vez que la utilizo en un escrito.  

Cuando fui a la cocina me acordé de Valeria, una mujer con la que salí hace un par de años. Una vez, después ir a comer, fuimos a su apartamento; era la primera vez que yo iba.  Primero me mostró su cuarto, y luego me llevó a la cocina.  No servimos algo de tomar, y me contó que, desde pequeña, la cocina era su lugar favorito en la casa, que cada vez que podía se sentaba en el mesón y se ponía a conversar con la empleada de toda la vida, a manera de   de terapia de relajación.

Si uno se fija bien, la cocina tal vez sea el lugar más cálido de la casa, y le lleva la ventaja al cuarto personal, pues es la que tiene la comida.  Es un lugar que siempre presenta un buen clima, y al que las malas energías, parece, no pueden penetrar. 

De los sectores de un apartamento, la cocina es la casa de la casa, valga la redundancia.  Los cuartos con sus computadores, televisores, armarios y muebles nunca alcanzarán la paz que presenta la cocina, y ni hablar del pasillo o hall, lugar tenebroso, sobre todo a oscuras, en el que uno nunca sabe con qué se va a encontrar a medida que lo recorre.  

lunes, 18 de enero de 2016

Malabares mañaneros

Domingo. Un día que se supone es de descanso.  Son casi las 9 de la mañana y espero, en un semáforo, a que unos amigos me recojan.   

Hay pocos carros al igual que transeúntes.  Me fijo en un hombre que, en medio de un sol que cada vez es más picante, aprovecha para hacer malabares cuando el semáforo se pone en rojo. En cada parada no son más de 2 los carros que presencian su espectáculo. Al inicio de su acto el hombre, que lleva una camisa azul, jeans, medias con rayas de diferentes colores (me llama la atención la franja de color rojo, que sobresale entre los demás colores pastel) y unos tenis desgastados, dice:


"Buenas, buenas.  Unos malabares mañaneros"

Su acento no es colombiano, quizá argentino o uruguayo.  Su acto está dividido en tres partes: la primera consiste en hacer malabares con unos pines para jugar bolos, luego agarra un balón de plástico y efectúa una serie de cabecitas.  Para terminar agarra otro balón y junto al primero los pone a girar en los dedos indices de sus manos, mientras las rota de afuera hacia adentro.

En varias oportunidades los balones se le caen mientras hace las cabecitas o en el cierre de su presentación.  El hombre le resta importancia a esos errores, y los combate con una gran sonrisa que le regala a los conductores. Unos bajan la ventana para darle algunas monedas, en ocasiones no recibe nada.

Definitivamente el domingo  no es un día de descanso para este malabarista mañanero.  Mis amigos finalmente llegan, y mientras me subo al carro lo veo tomando tinto en el separador. 

Somos muy parecidos a ese malabarista, pues todos, por más profesionales o expertos que nos consideremos, cada día hacemos malabares para sortear la vida de la mejor manera posible.

sábado, 16 de enero de 2016

Botarla toda

No soy fanático de Dream theater, creo que me atafaga tanto virtuosismo, en fin, una mera cuestión de gusto o punto de vista. Hasta ayer no sabía que Mike Portnoy había dejado la banda con el ánimo de hacer algo diferente.


El resto de integrantes, tuvieron entonces que realizar unas complicadas audiciones para encontrar su remplazo; digo complicadas porque no sé que tan fácil será encontrar bateristas de semejante nivel en la escena musical.

Finalmente Mike Mangini fue el elegido. Ayer vi el video de su audición. Según me contó un amigo, los bateristas que participaron tenían que realizar tres pruebas: una, tocar una canción de la banda; otra , improvisar junto al resto de integrantes , y una tercera que ya no recuerdo en que consistía.

Tengo entendido que en este video Mangini presenta la segunda prueba, la del jamming, y a medida que hace redobles, tripletas, maneja un doble bombo desquiciado y lleva toda clase de tiempos y destiempos en su cabeza, se ve todo el esfuerzo que le esta poniendo a su interpretación, y también como despliega todo el arsenal que tiene como músico y baterista.

Sería bueno mirar la forma la podemos botar toda  en lo que sea que hagamos.

The thing that stands out about Mike Mangini is that he played 
with like such, you know, intensity, direction and power.
- Jordan Rudess -


jueves, 14 de enero de 2016

Todo y nada

Hace poco, no recuerdo donde, leí una frase que decía: "No entendemos nada pero hablamos de todo".  La mejor prueba de ello son las redes sociales,  vivimos indignados por todo (gobernantes, leyes, figuras publicas, política, concursos de belleza, economía, maltrato a animales, etc.) y  compartimos con el planeta esa indignación, pero esa pataleta mental,  que cargamos todos los días, solo  se queda en eso y lentamente nos va pudriendo.

¿Por qué no trascienden nuestras quejas y/o molestias? creo que eso ocurre porque nuestras acciones siempre son individuales y muy rara vez colectivas o en tracamanada (Excelente palabra esta).  Lo ideal sería que si un grupo de personas o incluso toda una nación,  comparte una insatisfacción hacia algo, protestaran  al unísono, pero eso  muy rara vez ocurre.  

En el fondo de, llámelo alma, sistema de creencias o como quiera, tenemos clavado un culto y respeto por el estado de los eventos; nos aterra el cambio y las represalias o desventajas que este pueda traer.  Así nos han programado desde pequeños,  pero de alguna forma deberíamos tratar de romper ese patrón de conducta.

Lo ideal sería que cualquier tipo de sociedad actuara como la que plantea Saramago en su Ensayo sobre la lucidez, donde la mayoría de la población decide votar en blanco; de resto seguiremos hablando de todo sin entender nada.

Me pongo a imaginar si todos abriésemos las bocas y no callásemos."
- José Saramago -

miércoles, 13 de enero de 2016

3600 verdades

Camino por la mitad de la calle en un mercado de pulgas, sin ánimo de fijarme en nada de lo que ofrece  cada uno de los puestos que se encuentran a lado y lado.  Continúo con la misma consigna hasta que me doy cuenta que unos metros adelante, a mí derecha, se encuentra un puesto con libros.  Nunca dejo escapar una oportunidad de hojear libros así no tenga intenciones de comprar uno.

El señor que atiende el puesto, habla con un posible  comprador sobre una versión del Quijote que, según él es muy buena por X razón.  La verdad no le pongo atención a lo que dice.  Escaneo con la mirada los libros que se encuentran sobre una mesa, y me llama la atención el que lleva el título "3600 verdades de punta".

Sé que no es una novela y que seguramente será un libro repleto de frases motivacionales o verdades, según  asegura su título.  Lo agarro y lo abro más o menos por la mitad para ver si el destino, la vida o lo que sea me quiere regalar una gran verdad que me va a ayudar este año.  La frase con la que me debía encontrar es la siguiente:


"Las mujeres son como la publicidad, no se 
les puede creer ni el 50 % de lo que dicen" 

¡misógina estupidez!, cierro el libro con rabia y lo vuelvo a poner en la mesa.  Si esa es una de las verdades, no me imagino lo insulsas que serán las 3599 restantes.  Hubiera preferido encontrarme con: "Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa", o alguna "verdad" por el estilo.

martes, 12 de enero de 2016

Rabia

No suelo ver noticieros, pero la semana pasada escuché, de un televisor que tenía el volumen alto, a Inés María Zabaraín (el nombre de esta mujer es una fiesta fonética) leer una noticia en la que decía: "Hoy X día de Enero el país recuerda con rabia la perdida de la corona de Miss Universo."

¡Hágame el berraco favor! Imposible indignarse con la presentadora pues imagino que estaba leyendo, en una acción automática  que realiza todos los días, de un teleprompter, pero  ¿Qué clase de chimpancés con patines redactan esas noticias?

 ¿Qué es el país? me imagino que hacia referencia a los habitantes de Colombia.  Como país también podría considerarse todo lo que se encuentra contenido dentro del territorio colombiano,  ¿no?, si es así, recordaba también con rabia el río Magdalena la pérdida de la corona de Miss Universo? No creo, de llegar a sentir rabia más bien sería por tener disminuido su caudal a causa del fenómeno del niño.

Decir el país esto o el país lo otro, es una frase casi igual de ambigua a esa otra de "Colombia es pasión", que repetimos, sacando pecho,  como un mantra.  Como afirmaba un amigo, Colombia es solo el país donde vivimos y ya, pero muchas veces nos quedamos patinando en esa nostalgia de "A mí deme un aguardiente, un aguardiente de caña"...

Le comenté a mi hermana lo que pensaba, y me dijo que no me amargara y ya, y creo que tiene toda la razón, pero más allá del amargue lo que pienso es que no somos conscientes de todas esas bombas narrativas que a diario nos regalan los medios de comunicación, que quien sabe cuanto tiempo se quedan nadando en nuestro cerebro, y nos inducen a actuar de cierta manera.

Yo no recuerdo con rabia ese incidente, creo que la única que debió haberse indignado por lo sucedido era la representante colombiana.

lunes, 11 de enero de 2016

Bala perdida

Me imagino, la verdad no sé, pues resulta imposible imaginarse el horror de una guerra, que si un soldado se encuentra en medio de un tiroteo, lo primero que busca es sobrevivir a toda costa, y dado el caso de que necesariamente tenga que entrar en acción, se sentiría "mejor" si es herido en pleno combate que por una bala perdida.  

El punto es que en nuestro diario vivir vamos dejando que las casualidades  nos impacten como balas perdidas, y sería mucho mejor las heridas que vamos obteniendo,    fueran  producto de nuestras guerras, es decir  de esas misiones personales que emprendemos cuando queremos obtener algo que nos mueve y da vida.  

En este orden de ideas, mejor que seamos impactados por un fuego cruzado, en vez de una bala perdida.


Se burlarían de él si llega a saberse que le ha dado una bala perdida.
- HHhH -

domingo, 10 de enero de 2016

Estampida

"Huida impetuosa que emprende una persona, 
un animal o, especialmente, un conjunto de ellos."
-RAE -

 ¿Qué tal que de un momento a otro las palabras comenzaran, en estampida, a abandonar  nuestro cerebro?,  ¿Qué de un día para otro al ver un objeto no fuéramos capaces de pronunciar su nombre y olvidáramos su significado porque ya no lo tenemos almacenado en los abismos de la memoria?

En el accidente que me dejó el amable recordatorio, me golpeé la cabeza.  Luego de dos cirugías, un tiempo en cuidados intensivos y otro de terapia física, comencé también a tener sesiones de terapia de lenguaje. Ese nombre me gusta: "Terapia de lenguaje", ojalá pudiéramos tratar, aparte de leer y escribir, nuestro lenguaje materno de alguna manera, para utilizarlo mejor.

La terapeuta que me realizaba las terapias físicas era una mujer hermosa, más que por su físico, por el cariño y el empeño que le ponía a la recuperación de cada uno de sus pacientes; por otro lado la mujer de la terapia de lenguaje era algo mayor, y era de ese tipo de personas que suelen llevar una cara de amargue a todo lado.  No me gustaba hablar con ella, porque siempre parecía hacerlo entre lineas, como ocultando el verdadero significado de sus palabras o de su lenguaje, tal vez era una de las tantas técnicas que utilizaba en su terapia.

Una vez, no recuerdo por qué, tuve la sesión con otro hombre que también se había golpeado la cabeza.  Eramos, por decirlo de alguna manera, hermanos de convalecencia, con la única diferencia que a él no lo pudieron operar, pues su hemorragia había ocurrido muy adentro de su cerebro.

Carlos, creo que así se llamaba, cada vez más cosas, personas y eventos de ese entonces se diluyen en mis recuerdos, utilizaba unas gafas con marco negro grueso y era una persona alegre, nunca paraba de reír.

Estábamos los dos en el consultorio de la terapeuta y ella leyó un párrafo que, imagino, involucraba a unos caballos.  Cuando terminó de hacerlo, volteó a mirar a Carlos y le preguntó el significado de la palabra "Estampida".  Yo me sentí como en un examen oral.  Miré como Carlos se quedaba en silencio; sabía que estaba recorriendo su cabeza de un lado a otro buscando la maldita definición de esa palabra o como asociarla con otra, y es que  ¿Acaso cuantas veces utilizamos "Estampida" en nuestras conversaciones habituales?,  ¿por qué no le preguntó algo más fácil? Él al final se dio por vencido, y respondió con algo de pena y decepción: "No sé".

La terapeuta no le dio importancia a su respuesta y de inmediato volteó a mirarme a mí, y me dijo: "Juan Manuel,  ¿Qué significa estampida?" Era obvio que no le iba a responder: ""Huida impetuosa que emprende una persona, un animal o, especialmente, un conjunto de ellos." en ese momento lo único que queríamos Carlos y y yo, era salir en estampida de ese consultorio, solo atiné a responderle: "pues, Una estampida de caballos".

Creo que me felicito por mi respuesta, pero dependiendo de quien vengan, y como la de esa ocasión, hay congratulaciones que no significan nada, principalmente porque tuvo el descaro de restregarle a Carlos en la cara, mi supuesto acierto. 

Me agrada la fuerza de estampida; que está contenida al tener que cerrar los labios para pronunciar esa m con sabor a p.  No sé por qué, pero me dan ganas de clavarle una tilde en alguna de sus vocales. 

sábado, 2 de enero de 2016

Tiempo equivocado

Hace poco leí que Nietzsche decía que el no había nacido en la época adecuada, es decir que su pensamiento iba mucho más adelante, y que probablemente quienes iban a aprovechar sus escritos,teorías y a entenderlo a fondo, iban a ser las personas que se encontraran 100 años después de su muerte con sus enseñanzas.

No estuvo para nada equivocado; de hecho creo que en las últimas décadas se ha creado muy poco conocimiento y basamos nuestra cultura y enseñanzas en lo que dijeron los grandes pensadores del siglo pasado. Tal vez a ellos les tocó más fácil, pues tuvieron que arrancar de ceros, pero bueno  ¿qué se yo sobre creación de conocimiento?

El punto es que me imagino que muchos hemos sentido que nos encontramos en el tiempo equivocado, es decir, sentimos que son muy pocos los que entienden nuestra posición y punto de vista frente a la vida, el mundo, la cultura, etc.  De pronto, imposible saberlo, dentro de 100 años, si es que todavía existe la raza humana, iluminaremos a la humanidad con alguna de nuestras creaciones. 

Por el momento creo que lo más importante es ubicarnos en este tiempo y mirar de que forma logramos que nos entiendan los demás. Decir simplemente que nos encontramos en el tiempo equivocado, con el perdón de Nietzche, lo considero como una salida fácil.  ¿Qué sentido tiene ser brillantes si no podemos transmitir nuestro conocimiento?

viernes, 1 de enero de 2016

Arrancar

Ayer 31 de Diciembre no paso nada, el día realmente importante es hoy, primero de Enero.  Ayer todos, en medio de la nostalgia, los buenos deseos, y el amor y paz que respiramos, estábamos drogados por el ambiente festivo de fin de año.

Hoy, al haber dejado de experimentar el placebo decembrino, tal vez nos resulte más importante plantearnos la pregunta  ¿Y ahora qué?, pues arrancar nunca será fácil, independiente de lo bien o mal que nos haya o creamos que nos ha tratado la vida. 

A lo lejos escucho un par de carros pasar, de resto al silencio solo lo irrumpe el tecleo de mis dedos.  Creo que debemos aprovechar todo momento en que no estamos "entre pitos y matracas".  A pesar de lo aterradora que puede ser la soledad, necesitamos de esos espacios para arrancar.

A veces me gustaría estar completamente solo, que la soledad me machacara y triturara emocionalmente, para así despojarme de creencias y paradigmas que condicionan mi actuar.  

Para arrancar este nuevo año, voy a tener presente esta cita:

"How important it is in life not necessarily to be strong, but to feel strong, 
to measure yourself at least once, to find yourself at least once in the most
ancient of human conditions, facing the blind, deaf stone alone with 
nothing to help you but your hands and your own head"
- Christopher MacCandless -