A mí me aburre que las personas
vivan aceleradas: Levantarse temprano, bañarse a toda porque se quedo haciendo
pereza más de lo debido, desayunar cualquier cosa, manejar en su carro a toda
velocidad para tratar de recuperar algunos de esos minutos que supuestamente desperdició; si no tiene carro embutirse en un bus y rezar para que la "Chancleta" del conductor sea la adecuada, almorzar lo más rápido
posible, etc. etc. etc. y así nos la pasamos todos los días de la vida, en una
carrera que no nos deja tiempo para nada.
Parece que nuestro compás de vida
lo rigiera una Semifusa con un beat aceleradísimo.
Cuando usted presenta dicho acelere, no le queda tiempo para disfrutar nada, al
igual que no le queda tiempo para pensar
las cosas, para poder bajarse el pájaro adecuado. Por eso mi propuesta en el día de
hoy es que intente por lo menos un día de la semana, vivirlo inmerso dentro de una “Redonda” con un tiempo gigante.
Tenga en cuenta que esto que le acabo de comentar no significa como comúnmente se dice "Dormirse en los laureles".