Yo no se cocinar bien. Creo difícil que en mi vida se presente esa escena romántica con mesa puesta, botella de vino en una cubeta con hielo; donde esté sacando algún manjar del horno, el cual yo mismo preparé, para poner en la mesa, más Reggaeton de fondo, luego de besar a mi pareja.
A pesar de que soy muy malo para cocinar, soy todo un experto para hacer galletas de navidad. En este momento usted se preguntará ¿y como es posible eso, si es tan malo cocinando? (si no se lo preguntó, hágase la pregunta en voz alta por favor) pues venga le cuento.
Hace muchos años la mejor amiga de mi mama que es de ascendencia Italiana y cocina como los dioses (ustedes no se alcanzan a imaginar la crostata de mora que ella hace) nos enseño a hacer galletas de navidad, con una receta realmente sencilla.
En esa época con mis hermanas y unas primas decidimos hacer galletas para vender en la temporada navideña. Eran horas y horas y días enteros haciendo y pintando galletas, algo que realmente me divierte, pues me relaja mucho. Puedo decir que hacer galletas es mi momento íntimo navideño.
En estos días volví a hacer galletas. Ya las tengo listas, solo me falta pintarlas que es la actividad que considero más divertida de todo el proceso.