En uno de los días de esta semana , en el bus que me subí iba una niña monita lo más de querida. Me terminé sentando en la última fila de puestos del bus, la bien conocida banca de los músicos, y adelante quedo la monita, la cual, como se dice comúnmente, iba bien puestecita, usted sabe, pelo liso, sastre, etc.
Como quedé atrás de ella, nunca le pude ver la cara, pero me la imagine bonita. En un momento mire el espacio del suelo debajo del asiento de ella y había una botella de trago, con algo de un licor blanco. Inmediatamente lo primero que pensé fue "la monita salió toma trago" y también me la imaginé tomando sorbos de la botella en el desayuno, alternándolos con el chocolate, café, tostadas, mantequilla, mermelada, caldo, arepa, buñuelo, envuelto, huevo perico, tamal o lo que hubiera comido de desayuno. Uno nunca termina de conocer las costumbres de las personas, y mucho menos las del desayuno, el cual considero como uno de los rituales mas íntimos de cada persona.
Finalmente la monita se bajo y no se llevó su botella, quien sabe, de pronto ya estaba aburrida de tomar tanto o simplemente estaba borracha. La botella, de dudoso aspecto, había quedado con la etiqueta al revés. La pateé con mis pies para leerla y resulto ser un trago que nunca había oido nombrar:
Rey de Reyes, Aperitivo
Es muy probable que la monita se haya quedado ciega...