lunes, 5 de agosto de 2013

Desplanear

Nuevamente una palabra que no existe, por el momento la voy a agregar al diccionario del computador (no se alarme estimado lector, le juro que va a ser solo para mí uso exclusivo).  Desplanear: no llevar a cabo los planes trazados y cambiarlos como si nada y sin ningún tipo de remordimiento.  

Considero que a veces es bueno desplanearse,  dejarse llevar por una corriente de hechos sobre los cuales usted podría decidir pero decide no hacerlo; adoptando esa famosa consigna que reza: "que venga lo que tenga que venir"; es como ese andar sin sombrilla sobre el que escribí hace un tiempo.

Desplanear también consiste en dejarse sorprender por lo que el mundo tiene por ofrecer;  A la larga, tener todo tan planeado y milimétricamente decidido es muy aburridor, pues seguramente uno se está perdiendo de muchos, eventos, personas y  situaciones interesantes que si no están ahí para cambiarle  la vida por lo menos se la pueden volver un poco más interesante o divertida.

El sábado pasado me monte en un bus creyendo que iba a seguir derecho por una calle por mucho tiempo.  Yo ya tenía mi plan definido para mi destino inicial, cuando  de repente volteó para tomar una carrera; pensé en bajarme pero me dije a mi mismo (que viene siendo mi yo interior y/o mis meras entendederas) "que carajos, más bien pensemos que puedo hacer en el sector hacia el cual que me estoy dirigiendo ahora".  El plan de último momento resulto mucho más divertido de lo que esperaba.

A los humanos todavía nos hace falta el dominio de muchas artes; indudablemente desplanearse hace parte  de las mismas.