Tengo 15 minutos para escribir esta entrada, ese famosísimo cuarto de hora. Una vez en una exposición sobre Andy Warhol (no sé que es lo que tanto le ven a lo que hacía ese señor), compré una botón que me llamó la atención. Este dice "In the future everybody will be world famous for fifteen minutes". Conceptualmente la frase quizá tenga un gran significado, pero literalmente ¿Cuál era el significado del futuro para él? ¿ese futuro de carros volando, teletransportación y cosas como esas? o ¿el segundo siguiente al terminar de leer esta pregunta?
Ese último tipo de futuro resulta ser extraño, puesto que es uno muy inmediato, y aunque no deja de ser futuro, me parece incompleto. Yo siempre suelo imaginarme el futuro como algo muy hacia la porra, por decirlo de alguna manera.
Por otro lado hay quienes dicen que uno debe hacer el ejercicio de imaginarse como será su vida dentro, de 5, o 10 años, pues eso es una muy buena forma de proyección y de enfocar la mente hacia lo que uno quiere; pero esta teoría, imagino que es repudiada por el Budismo y la suya de que solo vivamos el y en el presente; algo supremamente complicado para nuestra configuración genética. Siempre he creído que debemos tener algún gen relacionado con "Darle importancia al pasado" y su respectivo complemento "Darle importancia al futuro."
De los quince minutos que le había comentado, estimado lector, ahora solo me quedan 6. 6 berracos minutos y todavía no siento que esta entrada me vaya a hacer famoso mundialmente.
A la larga eso de escribir para esperar un reconocimiento está mal. La razón principal para hacer algo, es que a uno le guste y ya. Una vez alguien me pregunto que cuantos seguidores tenía mi blog ¿Qué con eso? Al parecer en estos tiempos de redes sociales, hay gente que mide su vida de acuerdo al numero de seguidores, tweets marcados como favoritos, retweets, likes, Fwd's, etc. Yo escribo y me considero escritor, simplemente porque lo hago y me gusta hacerlo con cierta frecuencia. Con tal de que me lea una sola persona, seguiré escribiendo hasta el fin de mis días, o más bien hasta que me apage.
Lamento informarle que solo tengo un minuto para volverme famoso mundialmente. Acabo de imaginarme el sonido de una chicharra (excelente palabra esta), el cual me indica que no tengo más tiempo. Ya veremos si mañana aparezco en la primera plana de los periódicos.