Trabajar en el área comercial
debe ser complicado; por alguna razón es que les deben pagar tanto. Lo
malo de vender, creo yo, es cuando el afán de la venta derrumba
completamente cualquier lazo de amistad, pues para que la relación con un cliente
realmente funcione, siempre debe estar presente dicho aspecto.
Me imagino que el fracaso de muchos negocios, en parte, se
debe a eso, a las ansías que tienen por
facturar, el cierre de la venta, en últimas a ese impulso cegador de forrarse
en billete a toda costa.
Esto es mucho peor cuando se
presenta no a un nivel corporativo, sino en el de la amistad, cuando alguien se
preocupa por uno o muestra afán de saber en qué situación se encuentra, solo
con el fin de venderle un producto. La
culpa de esto la tienen todos esos sistemas tipo pirámide (para mí lo seguirán
siendo así sus defensores digan que no lo son) y sus productos maravillosos que
sirven para aliviar desde una simple rasquiña hasta prevenir el cáncer.
Si alguien quiere verme, que sea
para tomarnos un café, cerveza, chirrinchi, etc. y hablar basura, no para venderme uno de esos
productos milagrosos tipo indio amazónico.