Por lo general nuestros familiares aprecian lo que sea que hagamos; a veces, algunos integrantes del núcleo familiar realizan una critica constructiva. Por otro lado las tías nunca harán eso. Las tías, casi siempre, alaban a ojo cerrado lo que sea que hagan sus sobrinos, tal vez porque los ven desde otra barrera y como no son hijos suyos, no tienen por qué preocuparse.
Hoy en día, parece que todos quisiéramos vivir en una sociedad repleta de tías, pues nos morimos por recibir una palmadita en la espalda, y que alguien nos diga que lo estamos haciendo bien. Me puse a pensar en esto, porque en las últimas semanas varias personas me han enviado invitaciones para que les de un "me gusta" a sus páginas.
Esto hace que me pregunte ¿Debo darle "me gusta" a una página, sólo porque es de un amigo? Lo interesante sería no esperar ese "amor" fijo, es decir, lo mejor sería proponerle al mundo entero, en el cual por lo general uno se encuentra con más gente ácida que con "tías", nuestros planes y/o emprendimientos, y estar dispuestos a recibir cualquier tipo de críticas, por más fuerte que sean.
Los espaldarazos de los extraños valen más que los de amigos y familiares, pues evalúan nuestros proyectos de forma objetiva y sin ataduras emocionales.