Así nos la pasamos, en medio de una guerra con un fusil al hombro, tratando de esquivar balas y de incrustarle alguna,entre ceja y ceja, a otro hombre, sentados ocho horas en un cubículo de oficina o de cualquier otra manera.
Hagamos lo que hagamos, por más brillantes que creamos ser, simple y llanamente sobrevivimos, pues nunca somos conscientes de la cantidad de información que atropella nuestro cerebro, y las miles de decisiones que este toma sin consultarnos.
Lisa Cron cuenta en su libro Wired for Story que el cerebro, nuestro procesador natural, siempre le busca significado a cualquier evento que acontece en nuestras vidas, y subraya lo que considera importante para sobrevivir; en base a eso, revisa todos los recuerdos que tenemos almacenados y nos cuenta una historia acerca de como nos sentimos o deberíamos sentirnos con relación a la experiencia que estamos viviendo y de como esta podría llegar a afectarnos.
A duras penas sobrevivimos y el cerebro nos hace dar tumbos por ahí, en una especie de piloto automático.