miércoles, 4 de octubre de 2017

Medias

La media que lleva en el pie derecho es de color negro y la del otro blanca. El resto de su ropa es negra o, con el tiempo, ha adquirido ese color. Él camina por la 53 un poco más arriba de la caracas. Su piel es oscura y tiene el pelo enmarañado. Está Muy sucio y Seguro que lleva días sin bañarse, pero a él ese hecho parece importarle poco.

Falta poco para el medio día, pero ¿cuánto le importa a él la hora, el tiempo? Ninguna de sus muñecas lleva el aparatico con el que intentamos controlar nuestra ocupada y ajetreada rutina, siempre llena de reuniones, citas importantes, o de nada pero casi siempre tenemos, queremos o creemos tener algo que hacer.

De milagro lleva ropa puesta, quizá su único patrimonio en esta vida; eso y una empanada amarilla que, junto con la media blanca, son dos parches coloridos que resaltan de esa mancha ambulante que es todo él y que se mueve por las calles de la ciudad.

Da gusto verlo comer, los mordiscos que le da a la empanada son  decididos, pausados y tranquilos. A diferencia de otros personajes en la misma situación su cara no refleja odio ni resentimiento. Lleva un semblante tranquilo, como el de alguien que espera un mejor mañana.

Su media blanca, tal vez un amuleto, resiste intacta los embistes del pavimento. Sigue pulcra ante la indiferencia de la ciudad.