Juegan Japón y Bélgica. Intento escribir y mirar el partido al mismo tiempo y no me concentro bien ni en lo uno ni en lo otro. Se supone que es un partido fácil para los belgas, pero Japón toma la delantera con un gol de un tal Haraguchi y luego otro jugador llamado Inui, mete un riflazo desde fuera del área para poner 2 a 0 el marcador a favor, como diría un locutor, de los nipones.
El nombre prende una alerta en mi cerebro o hace que asocie ideas de manera forzada. “Esa es una palabra en español”, pienso. Me grabo el nombre con el fin de botarle corriente al tema luego, no sé, para escribir algo sobre ese jugador y el significado de la palabra en español si es que existe, y mirar de qué forma los podría relacionar.
Es una palabra perdida que no existe en aquel mundo riguroso y académico de la RAE. Las que me sugiere el buscador que, se supone son las que más se le acercan, son: Inri: “Nota de burla o afrenta” e Inti: “Unidad monetaria del Perú entre 1985 y 1990”.
Es posible relacionar al jugador japonés con ambas, pues se les burló a los belgas y como en Perú hay tanto asiático, algo se podría investigar por ese lado, pero son hechos muy alejados y que hay que escarbar bastante para ese texto que más o menos tenía en mente.
Busco la palabra en Google y el nombre del jugador existe, pero con doble n: Ennui; un término de origen francés que significa aburrimiento; el estado, tal vez, del jugador cuando finalizó el partido con tres goles para Bélgica y dos para Japón.