sábado, 25 de agosto de 2012

La mamá de mis hijos

Fue ayer que la vi a eso de las 2:30 p.m.  Yo sé que muchas veces he mencionado que he visto posibles madres de mis hijos, pero ella se ganó el primer puesto con méritos.
Apenas entré a esa oficina, estaba sentada en el sofá ubicado a mano derecha de la puerta.  Yo pregunté por "Fulanita" y mientras la buscaban no pude evitar voltear a mirarla.  Está claro que todas las mamás de mis hijos que he visto en mi vida, me han entrado por los ojos, es decir mero gusto físico y es probable que muchas de ellas terminen siendo un fastidio, pero eso estimado lector, eso es  imposible saberlo solo con la mirada, a menos que uno sea una especie de Warlock.
Blanca, muy blanca casi  tirando a vaso de leche, y para ese tipo de pieles no hay mejor  combinación que sus ojos oscuros y aceitosos.  Pómulos un poquito salidos y pelo crespo que le llegaba por debajo de los hombros. 
Vestido enterizo negro y  medias veladas, pero no de esas medías exageradas con mil arabescos, sino de un solo tono y ligeramente transparentes.
A ella le tuvo que haber quedado claro que me pareció fascinante, pues creo que me di garra mirándola, pero sin morder labio o alguna guachada de esas. En cambio, cada vez que lo hacía, sonreía ligeramente la muy condenada.
Espero que nos volvamos a ver y así discutir los nombres que le vamos a poner a nuestros hijos.

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