Para nadie es un secreto que la competencia cada día y en cualquier ámbito es más fuerte. Dicen muchos gurús de los negocios y asesores profesionales o Coachings, que la clave para triunfar se encuentra en saber diferenciarse, en lograr de alguna manera que el entorno, mercado laboral, industria, etc. lo vea a usted o a su negocio, como lo último en guarachas.
Creo que en parte esto es cierto, pero también ese afán, en grandes dosis, de ser el bicho mas raro de su especie aburre. Muchas personas, negocios, etc. en su afán de diferenciarse se sobreactúan y no son sinceros; entonces detrás de toda esa grandeza y originalidad no existe nada genuino.
Comparto mucho la opinión de la escritora Jenny Wiltz:
"I now have to market my writing (and myself)
like I'm the greatest thing since sliced bread
I don't like this. If I were an extrovert, I probably
wouldn't be a writer in the first place"
Entonces parece ser que ese afán por diferenciarnos en ocasiones nos lleva a actuar de una manera que no somos, a mostrar una personalidad la cual solo nos la "ponemos" para caer bien y agradar a los demás.
Por otro lado, el diferenciarse también tiene sus problemas implícitos, como bien lo dijo Seth Godin en este post:
The thing is, every shelf in every store and especially online is crowded.
The long tail made the virtual shelves infinitely long, which means
that every record, every widget, every job application, every book,
every website, every non-profit... all of it... is on a crowded shelf...
De pronto lo realmente efectivo en cualquier contexto de estos tiempos, donde la competencia abunda y cualquier mercado está repleto de la misma; es mostrarnos realmente tal cual como somos. Tal vez con un acto tan simple, podremos diferenciarnos de una gran mayoría que a punta de títulos y reconocimiento quiere sobresalir por encima de los demás.
Haga de cuenta como la compañia "Converse"; que a pesar de que hoy en el mercado existen tennis que hablan, hacen las compras por usted y de paso bailan cha cha cha por sí solos, decidió hacer caso omiso a esas estrategias agresivas de diferenciación y continua produciendo tennis clásicos que todavía le encantan a muchas personas.
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