La primera imagen que se me viene a la cabeza con esa palabra, soy yo escapando de una horda cojonal de zombies. Como ya lo he escrito, ese tipo de películas donde solo queda un grupo de personas sin estar contagiados me generan un poco de angustia; claro está que sería cheveré poder meterle un batazo en la cabeza a alguien que le caiga muy mal a uno y que se haya convertido en zombie.
Podria sobrevivir mucho más a una epidemia, si en el grupo de sobrevivientes se encontrara alguien como Emma Mamasita Poséyeme Stone y también alguien con con el caracter y misma habilidad con la espada que el personaje The Hound de Game of Thrones.
Afortunadamente, por lo menos es lo que espero, creo que estamos lejos de presenciar una epidemia zombie; al parecer la única epidemia que siempre ha estado con nosotros es la epidemia del 'suelto'. ¿Donde están el comúnmente conocido sencillo o la menuda del mundo o por lo menos de Bogotá? es como si un vortex se hubiera tragado los billetes de 1000, 2000 y 5000 (Claro está que no faltará el traqueto que considere los billetes de 10, 20 y 50 como su sencillo).
Nada más harto que al momento de pagar algo en una tienda, le respondan con esa frase que evidencia la epidemia que sufrimos a diario "¡uyy! ¿será que no tiene más sencillo?" parte pregunta retórica y parte no, porque así tengamos nosotros también queremos quedarnos con el mismo. Entonces a veces, cuando uno no tiene, se llevan su billete para que ese dealer del bajo mundo del comercio, que al parecer controla el sencillo, pueda cambiarlo.
Otros puntos que parecen ser focos de esta infección son los taxis, ¡ni se le ocurra sacar un billete de 20 para intentar pagar una carrera estimado lector!, por la cara del taxista es probable que piense en llamar a la policia; quizá el intentar acumular suelto es un delito.
Una vez iba para Bulevar Niza y tome un bus por la noche; decidí irme de brillante y pagué con un billete de 20. Apenas el conductor tomó el billete solto una de de esas frases relacionada con la 'epidemia del suelto':"ahorita le doy las vueltas". Siempre que eso me ocurre en un bus, trato de sentarme cerca al puesto del conductor para que no se me olvide reclamarlas.
Me paré faltando un par de cuadras para llegar a mi destino y le pedí las vueltas al conductor; este en medio de esos movimientos magistrales de contar plata, agarrar la palanca de cambios y dar cabrilla (Excelente término este último) agarro un puñado de billetes y extendió la mano para dármelos. Como ya tenía que bajarme y estaba oscuro; metí la plata en mi bolsillo y me fui a la puerta de atrás para timbrar.
Cuando me baje, después de dar unos cuantos pasos, saque los billetes de mi pantalón para darme cuenta que el de 10.000 tenía escrito y subrayado un grande "FALSO". Miré el procer del billete, pero no le habían pintado bigote; en medio de mi rabia fue algo que me decepcionó un poco,
¿Donde esta el 'suelto' de esta ciudad?
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