martes, 29 de julio de 2014

Petardo


Me refiero extrictamente a una persona. Imagino entonces que cada quién tendrá definido su set de variables para definir quién o qué le parece un petardo. Esto es algo que no está del todo mal, pues es evidente que no todas las personas, eventos situaciones, etc. nos pueden caer bien.  El mundo sería muy aburridor si todos fueramos una especie de Dalai Lamas.

Con lo que no estoy de acuerdo, es denominar a una persona como un petardo, solo por su apariencia, bien sea su forma de hablar, vestir, actuar, etc. es decir, solo con la primera impresión que nos causa. Desde hace un tiempo estoy tratando de, en lo posible, no juzgar a diestra y siniestra, pues como ya lo he mencionado, dicho comportamiento es un asesinato a la creatividad.

Muchas veces cuando juzgamos lo hacemos simplemente porque la persona es diferente, y parece que, inconscientemente, no soportamos la diversidad. Apenas nos llega algo que atenta contra nuestra visión de las cosas, instántaneamente: 1. lo bloqueamos 2. lo juzgamos y 3. Nos burlamos de eso.

"We can sense when someone is not like us, and
in the absence of positive labels, we tend to see
differences as negative."
- Big Questions in creativity 2013, The Future of Thinking -

 Ain embargo, muchas veces vuelvo y caigo en el jueguito estupido de juzgar, y lo considero toda una derrota personal. Es imposible que a estas alturas del partido de la humanidad, todavía seamos tan intolerantes.

Debemos aprender a ser más relajados cuando interactuamos por primera vez con otras personas. Como alguna vez tambien lo escribí; Los perfectos desconocidos, precisamente son perfectos porque tal vez, tienen mucho por aportar a nuestras vidas.

A la larga considero que la persona que tiene más condiciones de petardo, es aquella que juzga a lo desgualetao', es decir, sin ningún tipo de criterio, y sin un previo conocimiento de una persona o situación.

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