martes, 2 de septiembre de 2014

Invisibilidad Laboral

Hoy, mientras hacia una fila para comprar algo, delante mío estaban 4 amigos: 2 hombres y dos mujeres.  Fije mi atención en una monita, que le decía en un tono enérgico a su amigo o, como las personas, cual William Vinasco Ch, prefieren llamar a la gente de la oficina, compañero.

"Es que tiene mucho huevo, así no puedo seguir trabajado.  Tengo que entregar el informe el Jueves y el man no me colabora.  Imagínate que hoy fui a decirle y me respondió "Haz de cuenta que hoy estoy invisible"

Su amigo solo escuchaba, y no musitaba palanbra alguna.  A veces es hacer mejor eso, dejar que las personas se desahogen, para luego meter la cucharada.  Claro está que hay ocasiones en que cuando terminan de hablarle a uno; no es claro que se debe responder, y mucho menos que es lo que la otra persona espera escuchar como respuesta. Casí siempre es un "pobrecita Fulano(a), El mundo es demasiado cruel contigo" o algo por el estilo.  Somos supremamente buenos para ejercer bien sea el papel de víctimas o mártires.  

La queja de la mujer no quedo ahí, luego de esto complemento diciendo lo siguiente: "Y después voy a donde Camila; le digo lo mismo y llega y me dice:  "Lo siento, hasta que no llegue la orden (de compra supongo) no podemos hacer nada.

" ¿Ahh? no así no puedo trabajar, yo si les voy a decir."

 Si tuviera la oportunidad, yo cogería a cachetadas al bobito con facultades de invisibilidad.  ¿Qué clase de respuesta es la que le dió a esta mujer?  Parece ser que la única invisibilidad que a veces se presenta en el trabajo, es perderse y no querer ayudar a los demás; bajo el lema "Ese no es mi trabajo".  

Más que invisibilidad, lo que se encuentra por montones en cualquier oficina y/o empresa es imbecilidad.

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