Está claro que la mayoría de personas prefieren o dicen preferir leer un libro que ver la película basada en el mismo, bien sea porque la adaptación es mala, o porque los escenarios difieren fuertemente de la producción realizada en sus cabezas.
¿Por qué seguimos viendo entonces esas películas que son adaptaciones de novelas? Me imagino que una de las razones, es que uno siente a los personajes un poco más cerca cuando ve a algún actor interpretándolos.
Algo que me emocionó mucho cuando anunciaron que iban a adaptar la trilogía del señor de los Anillos, fue esperar ver a Glorfindel. Al ser un personaje "secundario" en la trilogía, decidieron en cambio mocharlo así como así, y lo mismo ocurrió con Radagast y Tom Bombadil.
Cuando veo una película basada en una novela, me ocurre alsgo similar que cuando voy a un concierto; muy rara vez tocan mi canción preferida. Creo que la única película donde los rasgos del personaje coincidieron con el que había creado en mí cabeza, fue la que hicieron basándose en "La elegancia del Erizo" de Muriel Barbery, donde la actriz que interpretó el personaje de Renée, era muy parecida a la de mí película mental.
Pensé en escribir sobre esto, porque dentró de poco van a estrenar en cine Gone Girl, película basada en la novela de Gillian Flynn que he tenido en la mira desde hace rato, pero siempre se me han atravesado otras lecturas. Definitivamente la vida no nos permite leer lo suficiente. De todas maneras me pienso leer la novela antes de ver la película.
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