No publicaba nada acá desde el miércoles pasado. El jueves me ocupé y llegué a mi casa justo cuando iniciaba el Viernes, lo mismo pasó ese día. Afortunadamente esto no quiere decir que en esos días haya dejado de escribir.
La semana pasada y antepasada le trabajé al cuento "Comidas Agridulces". Este trata sobre un solterón y cuarentón, ya no quiero escribir mas palabrón, que se obsesiona con una vecina que vive en el edificio del frente; entonces sitúa la mesa al lado de la ventana, para poder espiar a esta mujer y su familia mientras comen. De hecho Patricio, nombre que le puse al personaje, llega a considerar que son su familia. ¿Cuánta gente con la que nos cruzamos diariamente no estará igual de tostada que ese personaje?, en fin, este no va a ser el tema de la entrada, así que tómelo como una introducción.
El sábado pasado estaba en un super mercado y vi a una vieja súper bonita. llevaba puesta una camisa negra pegada al cuerpo de mangas largas, y encima una chaqueta de Jean. Tenía el pelo negro largo y liso y la piel blanca; un combo que me convierte en un completo tarado. Me quedé mirándola fijamente por un rato en la sección de verduras. Creo que se dio cuenta y le agarro la cabeza al novio con las dos manos y le zampó un beso. Yo pasé con el carrito por el lado, y me quedé mirando como se besaban, quizas fantaseando en que yo fuera el hombre que la estaba beando. Me di cuenta que ella tenía lo ojos abiertos y que desvió el izquierdo para seguir mi mirada; lo que me llevó a pensar tres cosas en ese momento: 1. Que le parecí el hombre más atractivo del planeta 2. Quería dejar claro que podía mirar, pero que tenía que dejar de hacerme ilusiones y/o fantasear con ella y 3. En algún lugar leí que es una mala señal que alguien le de un beso a su pareja con los ojos abiertos.
Digamos que ese mito tonto es el que aplica. Siendo así, está mujer de pinta descomplicada; fácilmente puede que ya este cansada de su relación. Así que, cuando llegaron a la casa esa noche, le comezó a pelear a su novio, marido, etc. porque se le olvidó comprar el tarro de palmitos franceses que tanto le gustan.
No deja de ser extraño en las relaciones de pareja; que de un momento a otro la mujer o el hombre tengan, con o sin razón, un brote de neurosis, y acaben con todo. Después de eso es también muy extraño ver como ya ninguno de los dos soporta al otro y no pueden compartir ningún espacio juntos. Tampoco deja de ser incomodo para las personas que conocen a los ex-novios y qué luego tienen que tratar con los dos en un mismo espacio y/o situación.
Los hombres son de NGC 6822 y las mujeres de NGC 221 (M32)
"La incomodidad de decirle a alguien que, en
algún punto ciego de la vida,
en algún momento crítico, como de película o
novela, ha dejado de importarnos;
lo doloroso y ridículo que es aceptar que la
energía que nos recorría, por culpa del azar
o lo que sea, que ya no la queremos como antes, que ya nada
nos impulsa a darles besos,
que ya no nos atraen como en el principio y que
mejor sería ser amigos por teléfono."
Ricardo Silva Romero
- Relato de Navidad en La Gran Vía -
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