El fin de semana estaba tomándome un café. Como siempre me gusta dedicar un espacio de dicho ritual para mirar a las personas. Cuando iba más o menos por la mitad de la bebida, una niña de unos 6 años paso caminando cogida de la mano de su mamá, la cual era realmente alta. La niña le llegaba un poco por encima de la rodilla y llevaba en sus manos un muñeco de peluche, un mico si no estoy mal.
Justo cuando pasaban por mi lado, la niña en un tono y actitud seria le dijo a su madre:
"Tengo varios días para poder pensar"
"Si, tienes varios días para poder pensar"
La segunda frase fue la respuesta de su madre. Precisamente eso es algo que nos hace falta, pensar más las cosas, desacelerar, frenar un momento y analizar bien cada cosa que hacemos y el por qué.
Por otro lado deberíamos apreciar más la sabiduría de los niños, que parecen llevarnos años luz en muchas conductas, de las cuales pregonamos tener una sabiduría casi absoluta. Creo que uno de los puntos de partida para poder pensar es cuestionar todo como un niño pequeño que responde y pregunta "¿Por qué?" a cada cosa que le dicen:
“Oh, but we’ve plenty of off hours. Off hours, yes. But time to think?”
“They want to know what I do with all my time. I tell them that sometimes I just sit and think. "
- Fahrenheit 451 -
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