martes, 5 de mayo de 2015

"Apriételo hasta que se vuelva morado"

El viernes pasado cuando salí de la feria del libro tomé un taxi.  Cuando el vehículo comenzó a alejarse, vimos que había muchos carros parqueados en los alrededores de Corferias, de personas que, imagino, no quisieron pagar parqueadero o, dado el gentío, no consiguieron.

Los que también acudieron al lugar  con más de 5 gruas fueron los policías de tránsito, y estaban remolcando carros como si no fuera a haber un mañana.  Apenas los vio el taxista dijo: "Muchos perros, en vez de andar en esas deberían estar más bien cuidando a la ciudad".

Que desastre debe ser después de pasar todo el día en Corferias, salir y no encontrar el carro,  y luego tener que esperar hasta el lunes para  ver a donde carajos lo enviaron, eso sin contar el costo de sacarlo de los patios.  Creo que no hay forma alguna que a las personas que les paso eso en la feria,  no asocien los libros con algo malo 

Ya cuando no estábamos en el sector, el taxista se puso a contarme que "esos tombos lo único que hacen es pedir plata; joden por nada.  Una vez me paro uno porque mi llanta tenía una abolladura pequeña.  Yo le dije que me colaborara, que eso no era una razón suficiente para llevárselo a los patios"  Después de un rato,  el taxista finalmente  le pasó  un billete de $20.000 al policía; este lo miro despectivamente, se lo devolvió y le dijo: "Apriételo hasta que se vuelva morado", pues quería que le diera uno de $50.000.

Estamos jodidos si esa es la policia de la supuesta Bogotá humana.  Lo grave creo yo es que todos tenemos la culpa.  Los conductores por promover el soborno, los policías por sugerirlo, y un sistema que no da para que las fuerzas armadas tengan sueldos dignos.


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