No sé si el título del post sea el que más aplique para lo que pienso escibir, pero fue el primer juego de palabras que aparecieron en mí cabeza (¿es mejor decir mente o cabeza?) apenas pensé en el tema .
Una amiga me contó hace algún tiempo que es alérgica al café. Para alguien, como a mí, a quien le gusta mucho el café eso nos parece una completa desgracia. No logro concebir cómo sería vivir sin tomar café, aunque reza el refrán que el hombre es un animal de costumbres; más bien somos un animal dispuesto a acostumbrarnos a lo que sea, así nos haga daño, en fin...
El punto es que mi amiga me cuenta que el café le huele delicioso. Que ansiedad oler algo rico y no poder probarlo, ¿no?.
Creo que nos la mayoría de personas nos la pasamos generando miles de ideas,algunas buenas, otras normales, y otro par retorcidas, y cualquiera de estas nunca llegarán a materializarse, es decir, nunca las llegaremos a tener enfrente de nuestras narices. De ahí que todos tengamos olores mentales, unos inalcanzables y otros tan prohibidos como el café para mi amiga.
"As the normal, healthy, neurotic reader knows,
one of the chief delights of life is daydreaming."
- The Dice Man -
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