Desde que nos levantamos hasta el momento en que nos acostamos, somos un campo de guerra, que es bombardeado con todo tipo de información por los medios tradicionales: Radio, televisión, Prensa e internet.
Adicionalmente no debemos descartar la información que recibimos cuando conversamos con diferentes personas a lo largo del día: Familiares, amigos del trabajo, Personas que no conocemos, y tampoco debemos olvidar esas conversaciones que tenemos con nosotros mismos.
Esa sobrecarga de información nos deja sin saber cuál es el paso que debemos seguir, ¿por qué? Porque la mayoría de información que recibimos carece de significado, es decir, nos resuelven las preguntas ¿Cuándo? ¿Cómo? Pero le hace falta responder ¿Por qué?, la más trascendental de todas, que a la larga es la que nos lleva a apostarle a algo y actuar de una determinada manera.
Muchas veces, esa sobrecarga de información sólo nos lleva hacia la ansiedad, porque ante tanta oferta y caminos por tomar, no sabemos cual escoger; por algo el estrés y la depresión son enfermedades que sufre gran parte de la población.
Pero no todo está perdido. Siempre buscamos entender el por qué de cada una de la situaciones que vivimos. Es por eso que cuando nos enfrentamos ante una buena historia y/o narrativa es muy posible que esa pregunta quede resuelta.
Narratives conveys not only facts
but also attitudes, ideals, and
philosophies
- Joan DelFattore -
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