miércoles, 30 de septiembre de 2015

Rick, el cigarro y la planta

Cuando salgo de mi apartamento y veo a otras personas, siempre me pregunto  ¿Qué Harán?  ¿Qué esconderán detrás del saludo y la sonrisa que a veces me regalan?  Al igual que en muchas otras ocasiones de la vida, son preguntas que se quedarán sin respuesta, pues si ni siquiera llegamos a conocer 100% a nuestros familiares, pareja y/o amigos cercanos, está claro que sólo nos forjaremos una imagen subjetiva  de esos desconocidos con los que nos cruzamos a diario.

Mi edificio tiene unos personajes enigmáticos, como mi vecina que nunca sale de su apartamento.  Este año se mudó un hombre  sobre el cual he elaborado diferentes teorías.   Creo que debe tener una edad cercana a la mía, tiene algo de barriga y el pelo algo largo que siempre se lo agarra en una cola. La verdad su apariencia física no me importa, solo la mencionó para hacerle honor a eso de la exposición del personaje.  

Lo que me parece curioso es que muchas de las veces que me encuentro con Rick, digamos que así se llama, cuando salgo del edificio por la mañana,  siempre está fumando en las escaleras que dan a la calle, algunas veces en pijama, o una sudadera que yo asumo es su pijama, medias blancas y unas chanclas cafés de cuero.  Cuando me lo encuentro por la tarde,siempre lleva una gabardina y botas negras, y a veces también lo acompaña una taza de café.  Si alguien me preguntara  ¿a qué se dedica su vecino?, respondería: "es fumador profesional".  Rick se sienta y mira hacia el horizonte mientras pausadamente le da caladas a su cigarrillo.  De pronto es un escritor a quien su musa lo visita únicamente cuando fuma, o tal vez es un agente secreto y Rick tiene mil nombres y diferentes pasaportes.

Me gusta jugar en mi mente con esa última interpretación, pues Rick, cuando hace buen clima, no solo lleva consigo los cigarrillos para ejecutar su ritual, sino que también saca una planta en una maceta pequeña para que le de el sol, escena que me trae a la memoria imágenes de la película "El profesional".

Nunca he cruzado palabra con Rick, pues siempre lleva cara de "¡No me jodan!".  Un par de veces le he sostenido la mirada por unos segundos, pero rápidamente miro hacia otro lado, pues está claro que nadie quiere meterse en problemas con un agente secreto, de quien sabe  que país y organización.

martes, 29 de septiembre de 2015

Agua Sala'

En este mundo dominado por el dinero el agua de mar no sirve de a mucho, o más bien nadie ha podido ponerle precio, es decir, ninguna corporación a encontrado la forma de convertirla en apta para el consumo humano, envasarla, venderla y taparse en billete.  

Hace un momento leí en una de las millones de páginas que componen ese mar de más mentiras que verdades al que llamamos Internet, que su consumo es bueno pues dizque   en ella se encuentran todos los elementos de la tabla periódica; así que si a usted, estimado lector, alguna vez le entran unas ganas inconmensurables de probar el Galio, Kurchatovio , Wolschakio, o el Praseodimio, ya sabe lo que tiene que hacer.  

El punto es que el agua  del mar, se debe quedar justo ahí; no me imagino como uno, por ejemplo, podría acompañar una bandeja paisa con un vaso de agua salada, pero bueno, cada cual con sus manías raras.

El punto es que en en estos días encontraron o dicen haber encontrado agua salada en Marte  ¿Qué con eso?  ¿Para qué carajos nos sirve tal descubrimiento?  Supongamos que la semana que viene nos sorprenden con la noticia de una expedición secreta que partió desde la tierra hace ya varios años, justo se encuentra en Marte en este momento,  ¿Acaso van a tomar de esa agua o se la van a traer?

Parece que con todos los problemas que tenemos en la tierra, siempre queremos mirar hacia afuera para olvidarlos con esos descubrimientos inútiles. 

"Water, water everywhere andAll the boards did shrink
Water, water everywhere nor any drop to drink."
- Rime Of The Ancient Mariner -

lunes, 28 de septiembre de 2015

¿Hablar o Callar?

Jueves de la semana pasada.  Me siento a almorzar y en la mesa de al lado se encuentra una pareja, supongo que de esposos.  Después de un rato, me doy cuenta que ambos, mientras mastican, no cruzan ni media palabra, y no precisamente porque tengan sus bocas llenas.

Me da por pensar que no son humanos y que son seres capaces de comunicarse telepáticamente  eso explicaría su extraño comportamiento.  También pienso que de pronto están agarrados por algo, vaya a saber que, digamos que el hombre dejo claro que su suegra siempre le ha caído como una patada en el trasero, un tema de conversación que le dio por tocar cuando le estaba echando bronceador en la espalda a su mujer.

La mujer que lleva unos shorts de Jean y una camiseta de rayas horizontales de diferentes colores, mira fijamente su plato, mientras revuelve la comida con el tenedor.  El hombre parece mirar al horizonte, no deja de mover repetidamente su pie izquierdo como si tuviera un tic o quisiera despertar su pierna.  Para mí ese movimiento repetitivo sólo significa una cosa: Quiero largarme cuanto antes de este comedor.

No hablan, no dicen nada, ni siquiera acuden a esos lugares comunes como el clima  ¿De eso se trata una relación?  ¿De no decir nada y  pensar, quién sabe que, sobre la otra persona?   ¿Por qué no se ríen, se cuentan algo, o por lo menos se putean para saber que por lo menos sienten odio hacia el otro?

Más tarde en otra mesa, una pareja de Chilenos se encuentran jugando a lo mismo, en esta ocasión el hombre decide hablarle a la mujer, y en ese tono cantadito que los identifica le pregunta a manera de reclamo que por qué puso la cámara encima de la mesa, justo donde estaba mojado.  La mujer le respondió algo que se puede resumir en "Bueno, nos calmamos todos" y el hombre se quedó sin argumentos para seguir alegando, finalmente acompaña a la hija al baño, y yo me voy antes de que vuelva.

Me imagino que en ambos casos sabían cuando debían hablar y cuando no, pero yo la verdad prefiero que me puteen, que tener que aguantarme la indiferencia y desidia de mi pareja.






sábado, 19 de septiembre de 2015

Escribir Ayer, hoy y mañana.

Una vez en un taller de escritura con Antonio García Ángel, dije que un día en el que yo no leyera ni escribiera, lo consideraba un día desperdiciado.  Después de mi comentario él le dijo a todo el grupo: "¡Uyy! entonces yo he desperdiciado muchos días de mi vida".

Ayer tenía pensado escribir algo por la tarde, pero un encuentro inesperado con un amigo al que no veía hace mucho tiempo, cambió todos mis planes.  Supuse entonces que los aplazaría para hoy, pero antes de ayer me dormí muy tarde y cómo ayer madrugué, estuve todo el día fuera de la casa y por la noche salí, está mañana decidí única y exclusivamente hacer pereza.

Cuando me encontraba inmerso en ese agradable ritual de no hacer nada, pensé: "Más tarde escribiré algo", pero en la tarde tuve que salir y tampoco lo hice.

Tal vez se preguntará usted, estimado lector,  ¿Y cual es el afán de escribir? resulta que mañana me voy de viaje, y como voy a pasar varios días sin escribir, pensaba hacerlo sobre diferentes temas, y lo que más pudiera antes del viaje.  Siempre que me voy de viaje me pasa eso, me entra un afán de escribir que nunca concreto.  Al ocurrir esto, suelo pensar que en el viaje me voy a dedicar a pensar ideas para escritos futuros, pero a la larga eso nunca ocurre, y me dedico a descansar.

El hecho fue que esta tarde tampoco escribí, porque llegué con mucho sueño, me recosté en la cama, prendí el televisor y me dormí una película.  Solo hasta hace una hora logré sentarme a escribir y evacué uno de los temas que me estaban taladrando la cabeza.  Ya veremos si en el viaje se me ocurre una idea para escribir una novela brillante.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Planchas

Recuerdo que en el colegio me dieron clase de dibujo técnico.  En este momento, la verdad, no se cual era el verdadero fin de esa clase.  En el colegio y luego también en la universidad tratan de empacarle a uno la mayor cantidad de información solo porque sí.

Yo no era el mejor en esa clase, pero sin esforzarme lograba presentar planchas bien ejecutadas, sin manchas y esas cosas; creo que mi afición al dibujo no me permitía  presentar planchas a las  que  no se le pudiera aplicar el subjetivo concepto de "estético".

Otras personas en cambio, por más metódicas y organizadas que intentaran ser, no lograban hacer buenas planchas.  Uno de los profesores que nos dicto esa clase, todos los años los cambiaban, se llamaba Johny. Recuerdo que, en medio de nuestra inmadurez, bromeámabos mucho porque era muy afeminado.  Una vez Johny paso por mi puesto y le dijo a un amigo:  "Pareces un minerito" haciendo referencia a las manchas que tenía su plancha.

 ¿Hasta que punto era importante para nosotros como estudiantes de presentar planchas sin manchas?  ¿Era realmente relevante eso?  ¿Aportó esa pulcritud algo importante a nuestra educación?

"La caligrafía es un orden, sí, pero no el único. Al niño que mancha 
la plana hay que interpretarle la mancha, que también es un signo."
- Juan José Millás -



miércoles, 16 de septiembre de 2015

Exclusividad

Exclusividad  es lo que todos queremos en nuestras relaciones: corporativas, sentimentales, laborales, familiares o de cualquier tipo.  Esperamos ser los más importantes  y que una persona o entidad le imprima la misma energía que nosotros a la relación; aunque sabemos que nadie es indispensable y que tenemos remplazo al existir otros(as) que exigen menos, tienen más dinero, son más atractivos o simplemente tienen más suerte.

Nos duele no ser exclusivos porque le tememos al rechazo, un primo hermano del fracaso, esa terrible invención humana. 

 Alguna vez un niño que montaba patineta con un grupo de amigos dijo "Fall to learn, learn to fall". 

Para poder aprender a caer debemos quitarnos esa coraza de dureza que solemos llevar puesta y apostarle a ser vulnerables, a actuar sabiendo que en cualquier momento alguien o algo puede exprimir nuestros sentimientos al hacernos caer en cuenta que no somos exclusivos.  Esa sensación nos suele dar duro, porque en esas ocasiones el ego sale a la superficie a reclamarnos.

Si seguimos tratando de ser exclusivos, de ir a la fija, de incurrir en el menor error a causa de nuestras acciones, más duro nos dará la pérdida de exclusividad.

martes, 15 de septiembre de 2015

"Tu cabecita recostada en mi pecho"

Los hechos expresados en este relato, aunque no lo parezcan,  son producto de la realidad, que, a veces, supera a la ficción.

El sábado pasado en compañía de un café y luego de unas cervezas más una picada, Begonia, una amiga que claramente tiene otro nombre, me narró un evento de su vida sentimental que no concluyó de forma satisfactoria.

Begonia conoció hace un par de meses a un tipo que parecía ser el indicado, si no para toda la vida, por lo menos para compartir unos buenos momentos de esta a su lado.  Se conocieron, salieron con frecuencia y todo indicaba que la relación iba por buen camino.

Marco Aurelio (creo que nunca supe como se llamaba el tipo, pues la verdad es un dato completamente irrelevante) acaba de salir de una relación, y estaba, lo que se denomina "Libre".

Un día Marco Aurelio llegó a la casa de Begonia, se acostó en su cama y ella se recosto encima de él, al tiempo que intentaba iniciar una conversación.  Ese día Begonia notó que él estaba muy distante.  Ella, de forma muy directa, le preguntó que qué era lo que le pasaba.  Marco Aurelio comenzó a hablar:

"Mira, lo que pasa es que hable con Camila (nombre aleatorio que llega a mí cabeza en este momento) y quiere que volvamos. Es más, ella me hizo una presentación dónde evaluó los aspectos positivos y negativos de nuestra relación y como podemos mejorar los segundos a futuro" 

Marco Aurelio, no feliz de haberle soltado semejante bomba a Begonia, tuvo el descaro de sacar su celular y mostrarle la presentación mientras la rodeaba con sus brazos.

Al terminar, y después de que Begonia le dejó claro que ya no podían seguir viéndose, Marco Aurelio tuvo la delicadeza de hacerle la siguiente pregunta:

"¿Puedo quedarme aquí con tu cabecita recostada en mi pecho, por ahí una medía hora más?"

Begonia pensó en responderle:

" ¿Y también quiere que se lo chupe?"

Queda claro que Begonia no desperdició media hora más de su vida recostando la cabeza en el pecho de ese Coelho en potencia.

Después de reirnos sobre el incidente y otros detalles muy particulares de Marco Aurelio, llegamos a la conclusión de que muchas veces, con respecto a nuestras situaciones sentimentales, actuamos únicamente con el fin de no perturbar el status-quo, pues nos aterra profundamente el cambio, incluso cuando sabemos que este podría traernos algo bueno.

Marco Aurelio efectivamente sentía algo por Begonia, pero decidió ir a la fija y seguir caminando en el conocido terreno de su anterior relación, bien lo dijo Rebecca Solnit:


The things we want are transformative, and we don’t know or only think 
we know what is on the other side of that transformation. LOVE, wisdom, 
grace, inspiration—how do you go about finding these things that are in some 
ways about extending the boundaries of the self into unknown territory, about
 becoming someone else?
- A field guide to getting lost -



viernes, 11 de septiembre de 2015

11:53 p.m

Hace solo unos segundos era esa hora, ahora, aunque suene un poco redundante, ya son las 11:54, datos, me imagino, de poca importancia para usted estimado lector.  El punto es que titulé esta entrada así, porque quería escribir algo hoy,y pues al estar al filo del siguiente día (11:57 p.m ahora) si no le daba cualquier titulo a esta y  la publicaba, los 7 minutos restantes del día no me  habrían alcanzado y, seguramente, me pasaría al siguiente día, tan fácil como pasar la página de un libro.  Ya son las 12;00 a.m del sábado.

El punto es que acabo de llegar a la casa, es decir, llegué a las 11:53 p.m y quería escribir algo, hoy, digo, ayer. Tenía pensado hacerlo ayer, pero a veces las ocupaciones atropellan nuestros planes.  No quería narrar nada en particular, sólo escribir algo.  

Ahora son las 12:04 a.m y pienso que en 6 horas tendré que despertarme.  Ojalá me agarré el sueño rápido, pero como siempre llega un conflicto (también quiero leer) a tirarse los planes,  lo más probable es que agarre el libro, que el sueño me venza y que un golpe del libro mí cara, al ser incapaza de sostenerlom me despierte, y me sienta un poco tarado. Entonces trataré de obligarme a leer un poco más, y mientras lo hago me daré cuenta, que no le estoy poniendo mucha atención a la lectura.  Cerraré el libro, daré media vuelta y nuevamente esperaré a que el sueño logre agarrarme.

Puede entonces que logre dormirme si mis pies no están muy fríos, de ser así, tendré que esperar a que se me calienten para poder hacerlo, yo sé, mañas o manías estúpidas que uno adquiere.  También es posible que tenga los pies muy calientes y me tenga que echar agua helada en ellos.  Una situación de temperatura corporal completamente ambigua, pero ya ve usted , cada quien con sus rituales extraños.

Como tercera opción podría presentarse lo que yo denomino "el cansancio fantasma", dónde uno cree estar cansado, se acuesta para dormir plácidamente y al cabo de una hora uno se encuentra dando vueltas en la cama sin lograr encontrar ninguna posición agradable y lejos de sumergirse en el sueño.

Lea el primer párrafo de esta entrada como si hubiera sido escrito ayer y los restantes como si hubieran sido escritos hoy.  Son las 12:16 a.m, me voy a luchar con mi sueño y la temperatura de mis pies.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Búsqueda extraña

Hoy necesitaba buscar un correo y de acuerdo a las palabras que escribí en la barra de búsqueda, de forma extraña di con los mensajes de una exnovia.  Aunque, claramente, no era la información que quería encontrar, me dio por revisarlos.

Me encontré con palabras de parte y parte, llenas de amor y positivismo, que me hicieron recordar lo bien que me sentí en ese momento.  Creo que si para algo sirve ir al pasado es precisamente para eso, para tomar breves bocanadas de felicidad, tranquilidad y/o cualquier otro  buen sentimiento que nos alegra por un par de  segundos, como me ocurrió en esta ocasión.  Lo malo es quedarse patinando en él, pues es justo ahí cuando llega la nostalgia y lo patea todo.

Todo esto me hizo pensar en que todo es cambio.  Aunque creamos tener relaciones perfectas, trabajos estables, etc. todo siempre está en constante movimiento, y por eso lo primero que debemos hacer en cualquier situación que se nos presente  es relajarnos, o el go with the flow que dicen los gringos.

Los mensajes que leí me hicieron repasar rápidamente varias relaciones que he tenido.  Me acordé también de otra exnovia a la que le dije que nunca la iba a olvidar y que siempre iba a ser muy importante en mi vida.  En medio de esa euforia enceguecedora, le dediqué la canción By your side 

"When you feel your heart is breaking
When all your friends are faking
When its giving and no taking
I will be by your side"

Decirle a alguien que uno no lo va a olvidar es redundante, pues siempre recordaremos a todos los que se nos han cruzado por el camino, independiente de como nos hayan tratado.  Lo de "siempre serás importante" si es más bien una mentira, porque está claro que nunca es así, y que la gente va y viene como cambiarse de medias. 

Todo esto, en medio de lo independiente de los temas, me ayudo a a mirar desde otro punto de vista y entender , un tema que me machaca la cabeza desde hace un par de semanas.

Finalmente no encontré el mail que estaba buscando. al final olvidé la búsqueda y  me entretuve  con un par de páginas. 

martes, 8 de septiembre de 2015

Arreglos temporales

A veces me gustaría entender cómo funciona el cerebro. Por ejemplo,  ¿Cómo se nos aparece un pensamiento?  ¿cómo, de un momento a otro, nos surge una idea en la cabeza, recordamos una que  sucedió o bien nos enredamos pensando en otra que queremos ejecutar a futuro?

Hoy me desperté de un momento a otro. Abrí los ojos, miré la hora, espere un rato a que  sonara la alarma, espiché un botón para que la chicharra dejara de sonar y antes de caer en el engaño de "5 minutos más" me llegó a la cabeza  una frase de la canción "No pressure over cappucino" de Alanis Morissette:

"You will learn to lose everything
we are temporary arrangements"

Supongo que para vivir tranquilamente, a eso es a lo que debemos apostar; no rayarnos la cabeza con asuntos que repasamos una y otra vez, sino darnos cuenta que de cierta forma no somos tan importantes y por ende tampoco lo es nuestra existencia y lo que sea que hagamos o no. 

Si miramos todo el tiempo que la raza humana lleva en el planeta, evolucionando o, como parece ser en estos días, yendo para atrás,  nuestra vida y a lo que cada uno se dedica no deja de ser más que un mísero punto en el espacio, una miga de comida a punto de ser tirada al piso con el dorso de la mano.  

En nuestro afán de grandeza, nunca somos conscientes de que sólo somos arreglos temporales, y que nuestro paso por la tierra es efímero; de ahí la importancia de hacer algo que valga la pena. 


"God bless you in your travels,

in your conquests and queries"
- no pressure over capuccino -

lunes, 7 de septiembre de 2015

Con hielo

"Con hielo por favor porque al clima sabe horrible".  Eso fue lo que le  dijo  una mujer, el viernes pasado, a la cajera de un café.  La mujer quería tomarse una Coca Cola al clima que no fuera dietética, y parece ser que tomársela con hielo le quita lo horrible que pueda  tener esa bebida.

Yo, de manera similar a la mujer suelo ponerle hielo a cualquier bebida, no porque me sepan feo, sino porque así me he acostumbrado.  A diferencia de ella dejé de tomar Coca Cola desde una vez que la probé en cine y me supo condenadamente dulce.  En esa ocasión intenté darle otro par de sorbos, finalmente no me aguante el sabor  y salí a comprarme una botella de agua sin gas, para tener con que pasar el perro caliente y las crispetas. 

Creo que le pongo hielo a cualquier bebida, porque muchas veces me siento acalorado, situación que espero sea diferente a tener calores. Me tranquilicé al revisar la definición de calor dada por los eruditos de la RAE, pues la palabra cuenta con varias definiciones.  Existen el calor: Atómico, canicular ( ¿que diablos será eso?), latente, natural y negro. Queda claro que para otras personas también existe el singular femenino "La calor". 

Se me ocurre entonces que también debería existir un calor relacionado al uso del hielo para enfriar bebidas y que estas no sepan "horrible"  ¿Qué tipo de nombre cree usted que debería levar esa nueva especie de calor?

viernes, 4 de septiembre de 2015

No entender

Cuando voy caminando por la calle a veces veo, por lo general en las esquinas, a un grupo de hombres con cascos de la empresa de teléfonos,   que tienen destapada alguna caja.  Uno de estos suele sostener un aparato que conecta  a esa maraña de cables, que al parecer le da lecturas de algo.

Mientras tanto los otros hombres revolotean a su lado, pues parece que el que lleva el aparato simplemente por  tenerlo en sus manos y dictar las medidas que le va dando, se auto-acredita como el líder del grupo. 

Siempre he pensando que en esos grupos, como en cualquier otro de la vida, por más serio o informal que sean, hay una persona que no entiende nada de lo que está ocurriendo.  Es ese funcionario que lleva el casco y responde con sonrisas y monosílabos, mientras espera que sus colegas no le pregunten nada, que pueda evidenciar su falta de entendimiento.

 ¿Por qué? porque vivimos en una sociedad que castiga el no entender algo y premia al "pilo", a aquellos que supuestamente tienen el conocimiento, pero  ¿y qué carajos es saber? o más bien   ¿Por qué tenemos que entenderlo todo?   ¿Por qué simplemente no podemos decir que somos ignorantes en cuanto a algo y ya?

Entonces muchas veces solo fingimos entender, cuando la verdad estamos más perdidos que el berraco (un primo cercano de Lindbergh).  

jueves, 3 de septiembre de 2015

Debajo, entre y detrás

Algo que me gustaría lograr en la vida, sería reproducir fielmente la batería de una canción de Rush.  Cuando las escucho en mi MP3, alcanzo a imaginar como son los cortes y ritmos que ejecuta Neil Peart, pero obviamente no tengo ni el conocimiento ni la velocidad para igualarlo.

El punto es que hay muchas cosas en la vida que uno no puede realizar tan bien como  querría, pero si se podrían ejecutar de forma similar o más despacio, obteniendo así un resultado aceptable. El título de este post hace referencia a la canción "Beneath Between And Behind" del disco Fly by Night de Rush.  Como siempre, en esta canción, Peart muestra todo su virtuosismo.  

Yo sólo domino ciertos segmentos sencillos de la batería pero antes de iniciar la  segunda estrofa, más o menos al minuto de la canción, Peart suelta una seguidilla de tripletas que todavía ni siquiera alcanzo a vislumbar en mi mente, pues son demasiado rápidas y se pasea por el redoblante dos toms de aire y uno de piso tan fácil como tocar el timbre de una puerta.

Nunca he tocado una canción de rush, pero me imagino que si algún día tengo la oportunidad de tocar esta, no hay chance alguno de que trate de emular ese segmento y, seguramente, me pegaré al ritmo principal.

lo importante entonces es hacer el trabajo, el que sea, de la mejor manera posible y que este no desentone con el conjunto del que hace parte.  De todas formas me queda el consuelo de que Jason Bonham, al momento de tocar In my time of dying en el concierto "Celebration Day", no pudo imitar el ritmo doble  en el hi-hat de   que ejecutaba su padre.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Conversación con un fantasma

Una persona me cuenta que habló con alguien que murió hace unos años. Me dice que simplemente se le apareció y le pudo decir muchas cosas que tenía atoradas, y que fue algo chévere porque sintió tranquilidad al poder comunicarse con esa persona.  Yo no dije nada, pues no supe que frase o comentario era apropiado dar como respuesta, a veces es mejor solo escuchar y quedarse callado.  La verdad en lo único que pensé fue "¡Que susto!".  Creo que eso es lo que me daría a mi si me tocará experimentar esa situación o, quién sabe, de pronto, si uno extraña mucho a esa persona sería un alivio, lo malo es que sería temporal y a la larga creo que dolería más.

Hace mucho iba caminando con una amiga y de un momento a otro se quedó petrificada(buena palabra esta); yo le pregunté que qué le había pasado y me dijo que su abuela, que había muerto hace un tiempo, paso por su lado, la miró y siguió  caminando de largo.  Después de decirme eso, me señalo a su abuela, una mujer bajita,  de pelo negro y largo agarrado en una trenza, que se mezclaba con el resto de transeúntes como si estuviera más viva que ellos.  Yo no sé por qué se me ocurrió decirle que la siguiéramos para ver a donde iba.  Mi amiga no me hizo caso, después de un rato se calmo y seguimos con nuestras vidas como si nada hubiera ocurrido.

 ¿Qué pasará cuando uno muere?  ¿será cierto eso de qué uno queda atrapado en una especie de plano, si dejó asuntos inconclusos, o si las personas que todavía siguen vivas no nos"dejan ir"? Nunca tendremos la respuesta a estas y otras preguntas similares, pero yo, la verdad, prefiero no conversar con fantasmas.

martes, 1 de septiembre de 2015

Tener y perder tiempo

A todos nos gusta darle una exagerada importancia al tiempo, ese intangible que tanto nos raya la cabeza.  Lo  ambiguo del asunto es que queremos tener tiempo pero al mismo tiempo  no queremos desperdiciarlo, y es que  ¿Qué carajos significa desperdiciar o perder tiempo? uno, por ejemplo,  desperdicia recursos naturales, ¿pero tiempo?

Entonces si alguien se la pasa todo el día tirado en la cama  ¿Está perdiendo el tiempo?  ¿y es que acaso quien lleva esas estadísticas?  ¿Quién califica o determina que estamos perdiendo o "aprovechando"nuestro" tiempo? Será que algún ser supremo lleva un cuadro en Excel con curvas y estadísticas de uso del tiempo de cada ser humano?.

Perder o aprovechar el tiempo, sólo resulta otro gran invento humano, al igual que el fracaso, el éxito, el pecado y cualquier asunto con una definición que se convierte borrosa,    apenas le aplicamos nuestro punto de vista.

Por otro lado nos quejamos de no tener tiempo, primero sin saber exactamente que significa esa frase y segundo mientras sabemos que lo que hemos definido como tener tiempo, depende enteramente de nosotros.  Si algo realmente nos importa le sacaremos algún espacio de tiempo, valga la redundancia, en nuestras agendas y dejaremos de glorificar el estar ocupados.