miércoles, 21 de octubre de 2015

Volver al futuro

La frase, con su oxímoron, no puede ser más llamativa.  Guardo muy buenos recuerdos de esa película al igual que la de Indiana Jones, Lethal weapon, los three amigos, y otra, que no recuerdo como se llama,  en la que actuó Meg Ryan y que trata sobre unos hombres que miniaturizaban para introducirlos,en unas naves, en los cuerpos de otras personas.

Era la época de las antenas parabólicas, y aunque no sabía hablar inglés, prefería mil veces, cuando llegaba del colegio, ver  el Disney Channel y a Kelly, mi amor platónico de ese entonces, de saved by the bell, HBO o Cinemax, que la televisión educativa que pasaban por las tardes.

De esta me cuerdo muy bien, del programa Cocinemos con Segundo Cabezas, un chef negro y viejito que, si no estoy mal, dirigía a unos niños en la cocina.  Lo único que me llamaba la atención, quizas porque a mí corta edad no le veía sentido alguno, era el ruido que hacían estos al inicio, mientras golpeaban diversos utensilios de cocina, a manera de instrumentos y sin ritmo alguno.

Parece ser que uno  siempre termina volviendo al pasado, o más bien recordando, que  por más perjudicial que se crea, y por mas cuentos budistas de: disfrutar el momento, el presente, etc. resulta menos angustiante que ubicarse  y/o pensar en el futuro, aunque siempre la mente quiera que volvamos a ese lugar.

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