lunes, 16 de febrero de 2015

Crimen


Hace dos días me acosté a eso de la 1 de la mañana.  Defino acostarme cómo adoptar una posición totalmente horizontal en la cama, taparme con las cobijas  y cerrar los ojos, procurando evitar una lluvia de pensamientos, con el fin de dormir.



Ese día, como la gran mayoría, cumplí con mi ritual de prender el televisor y comenzar a cambiar de canal frenéticamente, eso que unos elegantemente llaman zapping y otros "Canalear".



En medio de esa actividad me llamo la atención una película mexicana.  En la escena que vi salían un hombre y una mujer que, al parecer, habían conspirado para matar a una persona.  El fragmento del dialogo que escuché fue el siguiente:


Mujer: " ¿Crimen?  ¿Cuál Crimen? Yo no maté a nadie.

Hombre: Crimen también es esconder al muerto.


Acto seguido apagué el televisor; el diálogo me había llamado la atención, pero no como para continuar viendo la película.


 El punto es que nos la pasamos cometiendo crímenes.  Obviamente no me refiero a asesinar a alguien, pero frecuentemente vamos por la vida traicionando ideas  o puntos de vista, para poder encajar en un determinado grupo social, y escondemos esos pensamientos que asesinamos, con el fin de que nadie descubra el muerto.  Otra de nuestras tantas formas de perder identidad.