jueves, 5 de mayo de 2016

5-0

5 a 0 es sinónimo de paliza, muenda, atendida, etc.  También, por breves ratos, significa acariciar una perfección que en realidad no existe, como el partido de Colombia-Argentina en las eliminatorias para el mundial de 1994.

Esa perfección resulta extraña, como venida de otro mundo o dimensión, pero siempre que ocurren esos acontecimientos donde todo marcha a la perfección, nunca evaluamos su razón de ser  a profundidad , simplemente los celebramos.

Después de la clasificación llegó el mundial.  Creíamos que la selección tenía un equipo que podía luchar por la Copa, y junto con ese triunfalismo llegó el autogol de Andrés Escobar, que al parecer  acabo con todo el buen juego del equipo. 

Ese simple hecho, un berraco gol, tal vez contribuyo, en gran parte, a la eliminación del equipo y sentencio a muerte a ese gran defensa, que vaina más ridícula, en fin.  

 ¿Si aceptamos cualquier 5-0 de la vida de esa forma tan alegre y como si nada, por qué no somos capaces de aceptar, sin darle tantas vueltas, esos autogoles  que a menudo  nos metemos? Sólo son goles; además, así logremos empatar, no vamos a tener oportunidad de jugar tiempo extra.

"Sí hay que asumir el juego, sí se debe interpretar el papel que haga 
menos grave el paso de uno por la vida, se debe encontrar, en
 pocas palabras, la manera propia de hacerse el pendejo, de 
resignarse en paz, para no andar por ahí reclamándole al destino
 lo que no nos dio."
- Autogol -



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