Destapar algo, lo que sea, siempre será divertido, pues es un sinónimo de incertidumbre, de no saber con qué nos vamos a encontrar, mucho más, si la envoltura evita que veamos lo que cubre. Es por eso que me agrada destapar libros, no solo cuando me los dan de regalo, sino también cuando los compro.
¿Cómo es eso divertido? de eso se trata en gran parte la vida, de alegrarse con sucesos, aparentemente, ínfimos. Por lo general el papel que envuelve los libros es transparente. Se podría suponer que uno ya sabe que viene "adentro" y que la sorpresa no es mucha, pero más allá de la portada y la contraportada uno no tiene ni idea con qué tipo de historia se va a encontrar enfrentar.
En ese momento en que uno está a punto de destapar un libro, no importa, ni se debe pensar ,si después de leerlo nos va a gustar o no. Yo siempre me inclino a pensar que cuando destapo uno que compré a mero feeling o intuición, me va a confrontar muchas ideas y/o cambiar de alguna manera o , como ya lo dije antes, que va a convertir en migas mi rebanada de pan.
Hoy destapé uno y después de oler sus páginas, como aconseja Constaín, con cada capítulo que leo, siento que me enredo mejor en la narración del autor.
Destapar un libro siempre será uno de los placeres más sencillos y asequibles de la vida.
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