A veces a Andrés Martin le aburre revisar
su correo electrónico. En muy pocas ocasiones encuentra mensajes de
quien realmente espera que le escriba. Es lo primero que siempre hace al llegar
a su trabajo. Hoy Tiene 148 correos
nuevos en su bandeja de entrada y otros 425 en la de spam. A
veces revisa esa carpeta para ver si alguno de esos mensajes importantes se
coló en ella por equivocación, pero nada. Todavía existen personas, que no logra
identificar, que se preocupan por el enlarge de los penis de miles de personas, incluido
el suyo.
Otro correo asegura en su asunto:
"Sabemos que quieres aprender todo acerca de mindfulnesss", no
sabe qué más le pueden enseñar aparte de que estar presente, aquí y ahora en,
todo momento, una de las mejores maneras para no enloquecer, dejando de lado
todo el misticismo que rodea al asunto.
Andrés podría listar miles de consejos que
le llegan a cada día al correo sobre lo que debe hacer y cómo debe vivir.
Entre esos mensajes se encuentran todos los que tienen que ver con
creatividad, innovación, startups,
emprendimiento, etc. que repiten sus consignas acerca de ser disruptivos,
creativos, innovadores y el más trillado de todos: Think outside the
box.
Andrés cree que en cierto momento le
hacemos caso a la consigna y le apostamos a lo que cada uno piensa que
significa eso de “pensar afuera de la caja”, pero ¿qué lugar es afuera?
¿cómo sabemos que salimos o seguimos dentro de la caja? ¿cuál caja?,
se pregunta.
Si todo se resuelve, si la vida en verdad
se soluciona pensando fuera de la caja, ¿no deberíamos más bien mirar qué
carajos pasa con o en esa caja que tanto queremos abandonar? Si
conseguimos reparar la caja, tal vez no habría necesidad de querer salir de ella en todo momento.
Al solucionar nuestras diferencias con la caja, habría más espacio para todos, tanto los que quieren seguir pensando dentro de ella como aquellos que ya están totalmente acostumbrados a salirse, Andrés cierra su E-mail, para él es hora de meterse en la caja con el nombre trabajo, una de las tantas que habita a diario.
Al solucionar nuestras diferencias con la caja, habría más espacio para todos, tanto los que quieren seguir pensando dentro de ella como aquellos que ya están totalmente acostumbrados a salirse, Andrés cierra su E-mail, para él es hora de meterse en la caja con el nombre trabajo, una de las tantas que habita a diario.
· Comprendí que estaba en el lado de fuera de la caja porque el
caos había
comenzado a resultar excesivo incluso para mí, que siempre había tenido
problemas con
el orden."
- El orden
alfabético -
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Un comentario a $300 dos en $500