Una mujer y un hombre están en un café en el que suena música suave y muy agradable. Teclean sus celulares freneticamente y no levantan la mirada. De repente el hombre comienza a hablar sin dejar de mirar la pantalla del teléfono: "La verdad no encuentro esa dirección, ¿cual será?, No me deja escribirla, la verdad no entiendo esto" dice, haciendo referencia a una aplicación para pedir taxi.
"Déjame ver", le responde la mujer, que lleva puesta una chaqueta roja y el pelo sujeto en una cola de caballo". "Voy a llamar a Maria Fernanda, a preguntarle bien cuál es a dirección" dice el hombre. Parece que están enfrascados en una pequeña batalla con la tecnología como excusa para no tocar otros temas para los que tal vez no tienen palabras.
!!Ya, por fin la encontre!" exclama el hombre, "aghh, pero había pedido pagar con tarjeta de crédito y el método de pago me quedó en efectivo".
" ¿Para dónde vas?, ¿No quieres ir un rato a mi apartamento" le pregunta, de forma algo coqueta, la mujer. El hombre por fin la mira a los ojos, le responde con una frase a manera de escudo, que acaba con su flirteo: "No, mejor paso por mi casa para dejar la plata"
"Claro, mucho mejor, y de ahí sales para el aeropuerto, porque si no ¿qué va a decir tu esposa?
El hombre no le responde nada. Al rato su celular pita, confirmando que un taxi ya va en camino para recogerlos. Guardan silencio hasta que abandonan el lugar.
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