Me robaron la media pal bobo que creí haber ganado. Muchachos(as), lamento decirles, pero parece ser que el sistema siempre gana. Entiéndase por sistema el establecimiento, los que están en el poder, bien sean los políticos o las grandes empresas.
Luego de una larga pelea con Amazon de tener muchos chats con sus agentes de servicio al cliente para alegar por un servicio Prime que me estaban cobrando y que nunca adquirí, por fin una asesora pareció dar con la solución a todo. La mujer, una tal Theena me dijo: “Mijo, tranquilo, no se estrese. Le voy a emitir una tarjeta de crédito promocional en dólares, equivalente al monto en pesos de las transacciones.
Ya cansado de pasar de un asesor a otro, le dije que me parecía perfecto. Cómo lo escribí el otro día, empecé a fantasear con los libros que me iba a comprar. El primero iba a ser Alguien Camina sobre tu tumba, de Mariana Enríquez, un libro que una vez vi en la Lerner, en uno de esos días en los que uno hojea libros sin un peso en la billetera, y el título me engancho de una. Después, en un encuentro con Margarita García Robayo, la escritora colombiana recomendó leer a Enríquez, y últimamente el libro se me ha vuelto a aparecer de una u otra manera, ya sabemos que los libros nos llaman, y pues es el que tengo entre ojos.
Pero ahora tenía otra duda. ¿Cómo saber que al momento de comprar libros por Kindle me iban a debitar la compra de la tarjeta de crédito promocional, y no me la iban a cargar a mi tarjeta?
Vuelve y juega. Otra vez me conecté, para en esa ocasión hablar con alguien que, por su nombre, supongo, estaba en la India. El afán de averiguar bien todo me entro a la 1 de la mañana, razón por la cuál mi higiene del sueño se fue al traste ese día y el siguiente.
Después de preguntarle mil veces lo mismo para estar seguro a la persona que me atendió en esa ocasión ,me dijo que no tenía de qué preocuparme, que mis futuras compras se iban a debitar primero el saldo de la tarjeta promocional, y muy amablemente me pidió que le pasara los links de los libros que quería comprar.
Así que en el afán le pase el link del libro del que les hablé y Los peligros de fumar en la cama, también de la misma autora. Pero la respuesta fue desconcertante. “lo siento, los libros tienen que ser vendidos directamente por Amazon”. Intenté plantear en inglés lo mejor posible y de manera decente, es decir, sin utilizar la palabra fuck, pero algo agresiva, la siguiente pregunta: “Pero qué coños quieren decir con eso? Y duré otro buen rato averiguando cuáles son los libros que puedo adquirir con mi súper tarjeta promocional, que claro está, ya no tiene ese estatus.
La mujer me dijo que podría buscar asi: “Sold by amazon Kindle” y que mirara de los que aparecían cuáles me gustaban.
Todo parecería estar bien, ¿cierto?, el único problema que los libros que vende directamente Amazon son una porquería, y la búsqueda solo pareció arrojar libros de ese género de literatura erótica que no voy a leer nunca en mi vida.
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