La mujer gana y recibe un premio por su trabajo. Al final compitió contra 7 personas, luego de haber sido preseleccionada de las 2428 que se presentaron al concurso. Esa mujer de la que hablamos recibe la noticia en su casa. Está, como muchos de nosotros, detrás de una pantalla, y tiene puestos unos audífonos de cable blanco.
El jurado anuncia a la ganadora, pero no es ella, sino la cantante Claudia de Colombia. Ese fue el pseudónimo que la mujer utilizó para presentarse en el concurso. Esa, antes de participar en él, quizá fue su primera prueba, es decir, despojarse de su yo, de su identidad, desmarcarse de quién es y que ha hecho hasta el momento.
Cuando escucha la noticia, la mujer Curva los labios un poco, en lo que parece una sonrisa, pero sin abrir la boca. Podría pensarse que no está emocionada pero, de pronto, solo quiere explotar esa bomba de felicidad que lleva por dentro, en presencia de sus familiares y amigos más cercanos.
Horas más tarde la mujer no dice nada al respecto. Aunque ganó dinero y prestigio en lo que hace, continúa celebrando en silencio. Qué difícil es hacer eso en medio de esta economía de la atención, que nos empuja a gritarle al mundo entero todos nuestros logros.
Una amiga me dice que la mujer, al escuchar la noticia, hizo ojos de alegría. Yo, que soy bien malo para determinar el estado de ánimo de una persona con solo mirarle los ojos (algo que he corroborado con la pandemia), no me doy cuenta de eso.
Hoy la mujer se pronuncia tangencialmente al respecto en una de sus redes sociales, y les escribe a sus seguidores: “Quisiera responder cada mensaje que me llega, pero ya veo que no lo voy a lograr. Muchas gracias a todas las personas que me escriben. Ha sido un día loco y feliz”
Esa mujer es la escritora Pilar Quintana, ganadora del premio Alfaguara de novela 2021. Muchos aplausos para ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Un comentario a $300 dos en $500