Caigo en la publicación (digo caigo porque internet es como una marea que no se navega, sino que nos lleva a dónde le dé la gana) de una mujer que pregunta en ese tonito meloso de la segunda persona, “¿Tú en que prefieres leer? Y acompañaba la pregunta con dos imágenes: una de un libro físico y otra de un e-reader.
Las personas, los internautas, quiénes sean, se desparramaron en comentarios en los que además de decir cuál era su forma preferida de leer, daban su punto de vista: “en digital porque puedo llevar muchos libros al mismo tiempo”, “Físico toda la vida, nada como oler las páginas de un libro, el tacto con las hojas, bla bla bla”. Un hombre escogió físico, aunque anotó que su novela solo estaba disponible en digital, y así seguían y seguían los comentarios. Muy pocas personas contestaban con una de las dos opciones que les habían dado o decían que ambas.
No entiendo esa necesidad de romantizar la lectura. Estuve a punto de responder, de darles mi opinión a esos simples mortales que se ensañan en discusiones sin sentido y decirles lo que pienso: El fin es leer; el medio no importa. Como dice el personaje de una novela: “Continúa siendo un libro si lo lees en un Ipad. La sopa es sopa sin importar cuál sea el recipiente que la contiene”.
Me abstuve porque cómo les conté en esta entrada, soy malísimo para interactuar con desconocidos en redes sociales y ,además, para esos imples mortales no soy más que otro simple mortal con otra opinión desabrida y falta de sustancia.
Imagino que no entiendo las redes sociales y que no sé sacar provecho de ellas, pero es que estar dando una opinión a toda hora y decirles cómo me siento porque hace sol o llueve; desayune café con arepa o chocolate con pan; leo en físico o digital, me aburre, pero también como como dice la frase: “no eres tú, soy yo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Un comentario a $300 dos en $500