Hoy me acordé de una frase que escuché en una charla de Creative Mornings: Ideas are nothing, doing is everything.
Tiempo después leí Zen in the art of writing de Ray Bradbury, y parece que el escritor pensaba lo mismo. Bradbury cuenta lo siguiente :“Hacer es ser. Haber hecho no es suficiente; llenarse de hacer, ese es el juego."
El escritor cuenta que todos somos como tazas que constantemente se van llenando de forma calmada, y que el truco –de la vida, supongo–, consiste en saber en qué momento hay que inclinarse para que se derrame lo bueno que hemos almacenado.
Inclinarse o hacer, para desparramar todo lo que hemos acumulado debe ser una buena táctica para afrontar la vida, ¿acaso no?
Dice que siempre le recalcó a sus amigos que existen dos artes: el primero es realizar algo, y el segundo consiste en aprender a moldear lo que se hizo para no matarlo o lastimarlo de alguna manera.
Seguro por eso el escritor afirma que permanecía ebrio de escritura para que la realidad no lo pudiera destruir.
Ese, cuenta, fue el estilo de vida que siempre llevó: “Ebrio, y manejando una bicicleta, es decir, Ebrio de vida, sin saber a dónde dirigirse después, en un viaje mitad de terror y mitad de entusiasmo.
Entonces ya saben. El truco está en hacer, hacer y hacer, sin importar cuál sea el producto final, mientras no lo aniquilemos de alguna manera, al momento de moldearlo.
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