Esta
palabra me trae a le mente su similar en Inglés, Clairvoyant, qué al partirla
por la mitad, se convierte en la
palabra en Francés. ¿Quién no ha deseado adivinar el futuro? todos, pues
si existe algo que nos machaca la cabeza es saber cuál va a ser el resultado de
lo que hicimos o dejamos de hacer.
Me
da algo de miedo que de un día para otro uno adquiera algún tipo de poder para
predecir el futuro. Por ejemplo, una vez escuche una historia de un hombre que
tan solo con darle la mano a cualquier persona, inmediatamente tenía
conocimiento de cosas que le iban a ocurrir en el futuro. Si no estoy mal siempre
vislumbraba eventos trágicos. La verdad prefiero continuar siendo un simple
mortal, que tener algún tipo de poder paranormal.
Las
únicas veces que juego a la clarividencia, es cuando voy a salir de mí casa por
la mañana, miro el cielo rápidamente y doy un dictamen sobre el clima que va a
hacer a lo largo del día. En medio del despropósito que podría resultar
esta actividad, considerando que Bogotá tiene uno de los climas más bipolares
del planeta, a veces soy acertado en mis predicciones.
De
todas maneras cuando voy a salir le pregunto a Luis, el portero de mi edificio,
que me diga su predicción sobre el clima. Él también adopta la misma
técnica que yo, le da un vistazo al cielo y suelta su veredicto, el cual
muy pocas veces va en contravía del mío.
Lo
mejor, creo yo, es dejar que los eventos de nuestro día a día, al igual que el
clima, arremetan contra nosotros como les dé la gana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Un comentario a $300 dos en $500