A Pedro Brzozowski el dolor de cabeza le llegó sin previo aviso, como lo hacen los más letales. De repente un martilleo, que en ocasiones se acentuaba para dar paso a una falsa calma, comenzó en su lóbulo parietal izquierdo.
Apenas el dolor se asomó, se tomó una pastilla. Era roja, similar a la que tomaba el personaje de Neo en la película The Matrix, aunque Brzozowski no quería tomarla para comenzar una revolución o ser parte del cambio, solo quería que el maldito dolor se esfumara por completo.
Brzozowski, sentía que su cabeza estaba igual de enredada que su apellido. pensó que la causa del dolor tal vez era esa; nadie, incluso él, sabía como pronunciarlo correctamente. ¿Por qué no tener un apellido común? ¿Un Pérez, Rodríguez, etc.?
Se acordó que una vez leyó un artículo que hablaba de personas que enloquecían por fuertes dolores de cabeza y que veían el suicidio como única salida. Comenzó a respirar despacio, tal vez solo eso era lo que necesitaba; entrar en una especie de trance y/o meditación.
Mientras respiraba y botaba el aire lentamente, fue por una banda elástica para dolores de cabeza. La banda tenía velcro en los extremos y se podía poner en la cabeza como las cintas que utilizan los karatekas. El estuche decia: "Cuenta con 7 imanes de más de más de 3500 Gauss (Que diablos es eso?) colocados en puntos de acupuntura". Brzozowski cree que la banda funciona más por sugestión que cualquier otra cosa, pero 3500, de lo que sea, es una cifra alta por eso la sacó del estuche y le confió el dolor de cabeza a los Gauss y los imanes.
En el baño, mientras se mira en el espejo, Piensa lo ridículo que se ve y que haría Bruce Lee en estos momentos.
Finalmente se tumba en un asiento y trata de pensar en nada y en todo a la vez, tal vez el dolor se debía a alguno de esos estados: una mente completamente saturada por las angustias del día a día o una a la que le hacían faltas temas para no darle cabida a estúpidos dolores.
Mientras ocurre una explosión de pensamientos en su cabeza, el dolor, de la misma forma en que llegó, sin previo aviso, desaparece. No sabe si darle gracias a la pastilla roja, la banda elastica para karatecas con dolor de cabeza, a Gauss o los Gauss; o a su abundancia /ausencia de pensamientos.
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