No tengo ni idea. Gracias por leer…
Mejor dicho, lo que quiero decir es que yo no cuento con ningún método.
Ayer comencé a leer los diarios de Sándor Márai, porque me gustan mucho los diarios de los escritores y Millás los recomienda en La Vida a Ratos, su diario novelado, junto con La Tentación del Fracaso, los de Julio Ramón Ribeyro.
Le hago mucho caso a todas las recomendaciones que hace Millás. Me gusta mucho su estilo de escritura, y pienso que en lo que él ha leído debe haber una clave, algo que, a diferencia de él, muchos lectores han pasado por alto, y es muy probable que yo también.
El caso es que por eso tenía en la mira los diarios de Márai.
Ayer eran las 11:30 p.m. Tenía sueño, pero todavía algo de energía para prolongar la vigilia.
Las opciones eran claras: Leer un poco o clavar la cabeza en la almohada.
Me decidí por la primera, pero quería leer algo que no sobrepasara media hora de lectura, pues considero que leer más allá de la medianoche es un posible punto de no retorno, y que de capítulo en capítulo se llega a la madrugada como si nada.
El Kindle decía que iba a gastarme 27 minutos de lectura, casi siempre es un poco más, en el capítulo de una novela y un tiempo similar en otro libro que es un ensayo extenso.
En ese momento me acordé de los diarios de Márai, y como está compuesto por entradas cortas, decidí comenzarlo.
Espero que el libro me sacuda bastante. La introducción dice: “Es un testimonio apasionante y profundamente conmovedor de un hombre decidido a enfrentarse sin ambages con la muerte”.
A mí me gusta ir comprando libros cuando puedo para tener disponibles en mi biblioteca y así cuando termino uno, me paro al frente y escucho mi corazón. Suena muy romántico jaja pero es lo que hago con más frecuencia para escoger mi siguiente lectura.
ResponderEliminarBuena técnica María. Romántica y todo, pero buena técnica :) El feeling del momento también es importante para seleccionar la próxima lectura.
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