martes, 14 de octubre de 2014

Amor Minimalista

Deberíamos apuntarle a un  amor minimalista, es decir, a un tipo de amor sincero y sin complicaciones; pero no es así, nos enredamos con el concepto de querer algo/alguien y sus diferentes niveles, comenzando por el "te quiero",  hasta el famosísimo e indescriptible "Te amo".

En estos tiempos de menos es más, less is the new more, etc. deberíamos tratar también de aplicar esas posturas  a los sentimientos.  Suponga  usted, estimado lector, que le gusta alguien; entonces comienza a salir con el susodicho(a) hasta que llega ese momento en el que alguno de los dos dice "Te quiero".  Esa última palabra debería bastarle a la relación por y para siempre, pero no, uno siempre busca pruebas maricas de amor y de cierta forma todos esperamos poder decir o que nos digan el "Te amo" ¿En qué momento "Amar"  adquirió un mayor estatus que "Querer"?  ¿A cuántos no les han dicho "Te amo", al mismo tiempo que les ponen los cachos?.

  ¿Cómo saber en qué momento uno deja de querer a alguien y comienza a amarlo?  ¿Son eventos  mutuamente excluyentes o independientes? es decir, si usted quiere no puede amar o viceversa?  ¿Qué se debe responder si a uno le dicen "Te amo" y uno no cree todavía amar a la otra persona,  "Lo siento pero hasta el momento mis niveles de afecto hacia ti, continúan en la zona del "querer"?  

La verdad, creo yo,  nuestro lenguaje a veces no es práctico, y nos enreda la vida; deberíamos, como los gringos, tener una sola palabra para expresar afecto hacía la pareja.   "Querer"  debería ser suficiente.


"Porque me sentía Ronald Gutierrez  o cualquier galan
de la peor de las calañas cuando lo decía (<<te amo tanto>>)
y no entendía cual era la puta diferencia entre decir <<te amo tanto>>
y decir <<te quiero mucho>>"
- Ricardo Silva Romero, Relato de Navidad en la Gran Vía -