martes, 4 de marzo de 2025

Conciencia y metanovelas

Los viejitos de barbas largas y túnicas que se arrastran por el piso de la RAE, le dan 6 definiciones a la conciencia. Me parece que la siguiente es la que más se acerca a lo que yo entiendo por esa palabra: Facultad psíquica por la que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo, aunque yo le quitaría lo de psíquica porque me suena a medium, en fin.

En el último libro de la dupla Arsuaga-Millás, el segundo reflexiona lo siguiente en medio de una conversación con el paleoantropólogo: un cerebro que reflexiona sobre sí mismo es un metacerebro, del mismo modo que una novela que adquiere la conciencia de novela es una metanovela.

Luego uno de ellos se pregunta: ¿puede un cerebro volver la mirada sobre sí? ¿Puede un ojo observarse a sí mismo? Vaina rara la conciencia, ¿qué carajos es? Vainas raras las metanovelas como el asesino ciego de Margaret Atwood.

Dicho esto puede aparecer una pregunta o varias ¿Cómo se origina la conciencia? ¿Cómo escribir una metanovela?

Se ha dicho que el cerebro humano funciona de manera similar a un computador ¿Pueden entonces las máquinas tener conciencia? A la conclusión que llegan los escritores españoles es que no hay forma de saber eso, y que la única información con la que contamos es que los computadores tradicionales a veces actúan como si la tuvieran.

¿Y qué ocurre con los cuánticos? esos que usan las reglas de la física cuántica para hacer cálculos más veloces que una computadora normal? Sea como sea, algunos científicos dicen que el cerebro humano tiene propiedades cuánticas y otros científicos afirman que algunas de esas propiedades cuánticas son las encargadas de la generación de conciencia.

Hablan de fotones infrarrojos, la mielina, un material graso que rodea al axón de la célula nerviosa, y otros conceptos que son más extraños que la conciencia o las metanovelas.

Todo este escrito para contarles que un estudio afirma que la conciencia puede surgir de un entrelazamiento cuántico que ocurre en el cerebro.