lunes, 29 de julio de 2013

Guorld

Mí mundo, estimado lector, del cual, ya le he hablado un par de veces, se encuentra completamente habitado de cosas que no existen en ese mundo en el cual usted y yo salimos todas las mañanas a trabajar, renegamos del transporte público, almorzamos, etc. etc. etc.  Mí mundo obviamente es mucho más chévere que el de "verdad", que a veces parece de mentiras debido a la cantidad de cosas absurdas que día a día  ocurren en el mismo.

La palabra Guorld en mí mundo (disculpe la insistencia con el tema), es como si usted pronunciara, las palabras del idioma Inglés word y world de un solo viajao'  ¿pero como decirlo estimado lector?, como si usted las dijera al mismo tiempo,  ¿si me entiende? Creo que a la larga la palabra mundo (world) y palabra (word) se relacionan  a la inversa, es decir, la primera (mundo), carece en gran medida de la segunda (palabra).

Y es que definitivamente palabras es lo que le falta al mundo, bien sea para comunicarnos mejor, para leer y/o escribir más; si  hiciéramos esto último seguramente tendríamos muchas más palabras para entregarle al mundo.

En resumidas cuentas dejen de darle bombo a los caleños, con el tema de las medallas del mundial; si a alguno de los deportistas le ofende hasta lo más profundo de su ser por el hecho que no salga la palabra 'world', pues que se la cambien y ya.

A mayor cantidad de palabras, mayor cantidad de lectura y escritura. Si leemos y escribimos, intentando hacer esto último lo mejor posible, obligatoriamente tenemos que pensar más.

Deberían hacer un concurso de palabras con los deportistas del mundial; yo no se,  que escriban un texto, ensayo cuento o lo que sea.  En últimas, si se niegan a eso y todavía se sienten indignados, situación que nunca ocurrió, por lo de la medalla; deberían entonces definir el oro, la plata y el bronce en un campeonato de Scrabble.

Somos muy buenos criticando los errores de los demás y también expertos en el arte de  ensañarnos con un tema hasta exprimirlo por completo; lo malo es que solemos hacerlo con temas de menor importancia.  ¿Que pasa con los indices de pobreza del país, la desigualdad social y otros temas que no nos importan ni mierda y son realmente importantes? y aun así esperamos que alguien nos de una medalla por nuestro brillante e hipócrita desempeño en lo que sea que hagamos.

jueves, 25 de julio de 2013

Zumbido

Nos la pasamos comprando cosas, unas las necesitamos y otras simplemente las adquirimos por capricho, bajo la premisa traqueta de “yo con mí plata hago lo que se me dé la gana”.  Me aterra pensar en la cantidad de información que diariamente entra en nuestros cerebros y afecta nuestras decisiones de compra, en fin...

A veces me quedo viendo por un par de minutos los programas de televentas con sus sartenes de roca  volcánica,  baba de caracol, que yo no sé qué cosa con aleta de tiburón, que el ungüento a base de cuerno de unicornio etc .etc. etc. Entre los muchos productos que ofrecen hay unos muy malos,  o que  les muestran ventajas competitivas que no tienen sentido alguno, como es el caso de del audífono se me olvido el nombre.

Pues bien, este aparato, según la voz animada del señor que narra la propaganda, una vez usted se lo  pone en el oído, es casi como experimentar el nirvana.  Primero no parece que usted llevara puesto algo en su oído, segundo escucha los sonidos, ruidos y  conversaciones de forma súper nítida, lo mejor de este pedazo, es que la voz del presentador sube de ánimo notablemente para contarnos que “incluso puede oír el zumbido de una abeja”.

 ¿Para qué carajos quiere uno llegar a oír el zumbido de una abeja? No hay nada mas fastidioso cuando un mosco se empieza a estrellar contra una ventana y uno escucha el zumbido de sus intentos fallidos por atravesar el vidrio. Deberían quitarle ese pedazo al comercial, pues solo causa risa.  

Por otro lado, no entiendo para que quiere uno ponerse a oír conversaciones ajenas, eso es ser sapo de frente, sin disimular ni un poquito. Yo detesto eso de escuchar las conversaciones ajenas; además que casi siempre doy con conversaciones tontas y vacías (¡ja!, tan profundo yo) y lo único que deseo en esos momentos es dejar de oírlas.   Más bien en vez de tener esa cualidad del zumbido, el narrador, debería decir algo como “y cuando usted no quiera escuchar las sandeces de las personas que lo rodean,  oprime el botón “mute” para que todos los que estén a su alrededor se callen”, esa característica, la verdad, me parece mucho mejor que la ventaja de escuchar el zumbido de una abeja.



martes, 23 de julio de 2013

Saltar

Saltar resulta ser una de las cosas más sencillas de hacer en la vida; pero casi siempre lo hacemos  cuando sabemos en donde vamos a caer. Obviamente hay saltos de saltos, como los de los clavadistas profesionales, por ejemplo, que parecen muy complicados, y que estos los hacen ver como un ejercicio supremamente fundamental, como si saltar de esa forma fuera innato.   

Yo quiero aprender a saltar sin necesidad de tener un piso por delante, haga de cuenta  como lo hizo indiana Jones, uno de mis héroes de infancia,  cuando en la búsqueda del grial, realizó ese acto de fe de  dar un paso hacia el vacío.

A la larga de eso se trata lo que de verdad significa saltar, dejar el miedo atrás y arriesgarse a entrar en un terreno donde reina la incertidumbre.  Los que tienen este fino arte desarrollado al máximo, saben cuál es el momento preciso en el que deben saltar y a veces no se golpean tan duro cuando aterrizan, pero la verdad eso es una utopía, pues si usted salta mínimo las plantas de sus pies van a sufrir el impacto de la caída o más bien, el asentamiento en la tierra.

Volviendo al punto de los clavadistas, estos saben cual es el momento preciso para saltar y no golpearse la cabeza contra el trampolín, el cual vendría siendo el cambio, porque dígame  ¿no es un acto de fe saltar desde un trampolín a gran altura, aun sabiendo que hay agua esperándolo abajo?

Así que expertos o no, clavadistas o no, todos debemos empezar a saltar; de eso se trata la vida, ¿no cree estimado lector?.



lunes, 22 de julio de 2013

Pf

 ¿Porque coños no nos da la gana escribir bien?  ¿Desde cuando escribir, en cuanto a ortografía y  palabras completas no nos importa?.  

Hoy recibí un correo que decía algo como "Juan Manuel Pf  bla bla bla".  Como soy bien inteligente, deduje al instante que  "Pf" significaba por favor, pero es que  ¿cuanto se demora uno escribiendo esas dos palabras?. Hagamos el ejercicio. Por favor (1,80 segundos aproximadamente), mientras que escribiendo pf usted se demora uno, así que si la persona que escribió el correo quería ser productiva, aplausos, optimizó su trabajo en 0.8 segundos.  Si esta persona quisiera optimizar una hora de trabajo y si la regla de tres funcionara en todos los escenarios de nuestra vida, tendría que escribir 4500"Pf ".

Por otro lado, como suelo tender a la grosería, aparte de pensar que las dos letras significaban por favor también supuse que podrían ser la abreviatura de otra cosa, por ejemplo de P(uta) f(unción) o algo así.

Suponga que usted no quisiera hacer el favor   ¿cómo responde entonces?  NSMDLG (No se me da la gana) o su respectiva variante (NSMDLPG) ya usted sabe cual es la función de la P.   Y si usted es de esos que se desvive por las respuestas en extremo formales: Estimado señor, reciba usted un cordial saludo, muy respetuosamente le informo que (ESRUUCSMRLI).  Como puede ver estimado lector, la comunicación se estaría complicando, por eso lo mejor es esforzarse en escribir lo mejor posible y sin necesidad de amputar las palabras.

De seguir en esa tónica, en algún momento vamos a terminar escribiendo a punta de siglas y de pronto vamos a empezar a hablar por medio de sonidos guturales,  Vamos en reversa.


sábado, 20 de julio de 2013

Importa culismo

Nosotros los humanos aparte de que estamos jodidos por guerras, injusticias, indiferencia, maldad, etc. cosas las cuales resultan ser, digamos, una especie de "externalidades"; también lo estamos a nivel personal.

Usted comienza a joderse su existencia cuando basa la misma en esos "rollos mentales" que suelen no tener ningún fundamento de peso. Aunque todo debería parar ahí, su proceso de exploración mental para estas teorías retorcidas y cargadas de sentimientos de mártir,  se extiende indefinidamente; acto al el cual comúnmente conocemos como "Echarle tiza" a las situaciones.   

No digo que sea malo analizar los eventos de su día a día por más cotidianos o complicados que estos sean, pero de vez en cuando es bueno que todo nos importe tres pesos: que   ¿terminamos con el novio(a)?,  ¿se cayo la bolsa?,   ¿se quedó sin dinero, sin trabajo,? etc. etc. etc. 

En ocasiones es mejor mandar todo para la porra (que queda justo al lado de la gran puta mierda) y todo nos debe resbalar.  De ahí que resulte tan importante que usted sepa administrar sus episodios de importa culismo.  Tenga en cuenta que dominar este arte difiere en gran medida de no tener ni la más mínima idea de que es lo que quiere y espera de su vida.

jueves, 18 de julio de 2013

Pendejaditas

El mundo está lleno de pendejaditas, usted sabe, esos pequeños detalles que marcan la diferencia. Considero que siempre tenemos que estar alerta  y absorbiendo como una esponja todo lo que pasa a nuestro alrededor, porque muchas veces no captar, coger, agarrar, esos pequeños instantes de vida, puede significar una gran perdida, bien sea emocional, material, de tiempo, dinero, etc.

Algunos deben tener mucho más desarrollada la habilidad para poder tomar esos pequeños detalles y transformarlos en grandes oportunidades, usted sabe,  Jobs, Branson, Gates; apellidos que obligatoriamente alguien se los "frota" en su cara de vez en cuando , a veces como queriéndole decir, "vea imbécil si ellos pudieron  ¿usted por qué no?, en fin, a la larga me tiene aburrido todo el boom del emprendimiento, entrepeneuers ( ¿como se pronuncia esa chimbada?) start ups y cuanta vaina nueva se inventan,  ¿pero si ve? esto es tema de otro escrito que está en el  tintero tecladero.

Voviendo al punto inicial, deben existir aquellos que toman esos detallitos que les bota el medio, las personas, fuerzas místicas del más allá o lo que sea para sacarla del estadio; o en su defecto, tomar otro camino y dejar de insistir con ese que les parecía el más apropiado, y no era nada más que una  glorieta. Definitivamente para eso de darle vueltas y vueltas a un tema o situación, si que somos unos expertos.

Imagino que también debe jugar un papel importante eso del sexto sentido, la intuición, corazonada, o el conocido y nunca bien ponderado pálpito.  Tal vez es bien difícil poder "nutrir" la vida de todas esa pendejaditas casi imperceptibles, pero estoy seguro que cada uno tiene su método para identificarlas.  Por favor estimado lector, a lo largo de su vida, agarre la mayor cantidad posible. 

miércoles, 17 de julio de 2013

Billetera

Si yo fuera un objeto cualquiera, definitivamente no me gustaría ser una billetera, por lo menos no una masculina, pues los hombres no solemos (no he conocido al primero) fijarnos en dicho objeto y siempre utilizamos una cualquiera.   No alcanzo a imaginar la envidia que le debe tener una billetera a un iPhone por ejemplo.

 Por otro lado, ser muy difícil diferenciarse y sobresalir siendo una billetera. Esta siempre termina siendo uno de los últimos recursos cuando no se sabe que regalar. Apuesto a que más de uno tiene, en algún lugar de su casa, una billetera nueva que no ha destapado; la cual fue un obsequio de un cumpleaños, grado, navidad (las tías suelen regalar billeteras para dicha ocasión).  La billetera es como una persona a la cual  nadie quiere pero que resulta siendo completamente indispensable.

Me parece que ser una billetera de mujer si debe ser, de alguna forma, satisfactorio; por lo menos en el sentido en que ellas si dedican un poco más de tiempo e escoger dicho objeto que suele ser todo un universo aparte, pues son más grandes y la cantidad de cosas e información que guardan en estas es impresionante.

Voy a botar a la basura mi billetera y me compraré una que realmente me guste.  Las cosas que en esta vida toca tenerlas "porque si" , son una completa aburrición.