martes, 7 de octubre de 2014

Destino Final

Esa película me inquieta.  Siempre me acuerdo mucho de una que comienza con un grupo de estudiantes que van a viajar en avión, y cuando están a punto de despegar, uno de ellos cierra los ojos para descansar y tiene una visión de como se estrellan unos segundos después de haber despegado.  El tipo más o menos se chifla, y lo bajan del avión.  Una vez en tierra él, con otro par de personajes, ve como el avión explota.

 ¿Existe el destino?, a veces me gusta pensar que sí, que nuestro rumbo en la  vida ya está completamente delineado y que independiente de lo que hagamos llegaremos al mismo resultado; a veces es bueno pensar así cuando las cosas no nos salen como queremos o cuando no tenemos ni la más mínima idea sobre cual es el paso a seguir.  De todas maneras no se puede abusar de esta conducta, porque tenderíamos hacía un importa culismo exagerado,  y como le mencioné en esta otra entrada algo en abundancia y por sí solo no es atractivo.

En otras ocasiones pienso que el tal destino solo es una suma de casualidades que nos mantienen conectados y ya, así que lo que esté haciendo una persona en este mismo instante en Alaska, puede que llegue a afectar mi vida o la suya, estimado lector.

Volviendo al tema del Destino Final, la película no se aleja mucho de la realidad, pues en medio segundo podemos morir de la forma más estúpida que podamos llegar a imaginar (Otra vez vuelvo a tocar el tema que realmente nos hace evolucionar por ese miedo tan gigante que le tenemos: La Muerte). Como, por ejemplo, ese señor que murió al ser embestido por un toro cuando se abrió la puerta del ascensor en el que viajaba.

Hoy me estaba tomando un capuchino.  Estaba haciendo frio así que el mesero del lugar donde me encontraba, prendió un calentador que estaba cerca a mi mesa.  En un principio no pudo encenderlo, y desesperado, para que funcionara, accionaba el mecanismo con rabía ; creo que más bien tenía ganas de prenderlo a punta de patadas.  Mientras hacía eso, me acorde de la película. 

En ese instante habría sido posible que el calentador hubiera estallado ante el trato desesperado del mesero.  No sé, pero creo que si una vaina de esas explota, el que este cerca es muy probable que muera.  Como en ocasiones me gusta ser fatalista, pensé que ese calentador, en vez de ser de gas, era de ACPM o kerosene, esta última opción solo la pense porque palabra me parece  fonéticamente agradable.

No paso nada.  Mi probabilidad de muerte hoy, al parecer, era bajaTambién suelo imaginar que pasaría si un terremoto de gran magnitud llegará a azotar a Bogotá, y que lo agarre a uno peor parqueado que otros; suponga usted en el baño.  Suponga también, estimado lector, que preciso está haciendo popó y, de repente, el mundo se comienza a mover con furia, como si Dios quisiera cernir a los humanos.

 ¿Qué hacer? subirse los pantalones en el acto y tratar de salvarse la vida; preferible oler feo que morir en un baño.  El punto es que muchas veces vamos caminando por la vida como si estuvieramos poposeados.  Hay algo que en extremo nos molesta y no no deja andar de forma tranquila, pero no somos capaces de limpiar eso de nuestras vidas.  Solo hasta cuando llega un terremeto sentimental, familiar, laboral, de amistad, etc. Es cuando quedamos libres.  Los invito a que su destino final no sea caminar poposeados por la tierra.

lunes, 6 de octubre de 2014

Final final, ¡no va más!

No publicaba nada acá desde el miércoles pasado.  El jueves me ocupé y llegué a mi casa justo cuando iniciaba el Viernes, lo  mismo pasó ese día.  Afortunadamente esto no quiere decir que en esos días haya dejado de escribir. 

 La semana pasada y antepasada le trabajé al cuento "Comidas Agridulces".  Este trata sobre un solterón y cuarentón, ya no quiero escribir mas palabrón, que se obsesiona con una vecina que vive en el edificio del frente; entonces sitúa la mesa al lado de la ventana, para poder espiar a esta mujer y su familia mientras comen.  De hecho Patricio, nombre que le puse al personaje, llega a considerar que son su familia.  ¿Cuánta gente con la que nos cruzamos diariamente no estará igual de tostada que ese personaje?, en fin, este no va a ser el tema de la entrada, así que tómelo como una introducción.

El sábado pasado estaba en un super mercado y vi a una vieja súper bonita.  llevaba puesta una camisa negra pegada al cuerpo de mangas largas, y encima una chaqueta de Jean. Tenía el  pelo negro largo y liso y la piel blanca; un combo que me convierte en un completo tarado.  Me quedé mirándola fijamente por un rato en la sección de verduras.  Creo que se dio cuenta y le agarro la cabeza al novio con las dos manos y le zampó un beso. Yo pasé con el carrito por el lado, y me quedé mirando como se besaban, quizas fantaseando en que yo fuera el hombre que la estaba beando.  Me di cuenta que ella tenía lo ojos abiertos y que desvió el izquierdo para seguir mi mirada; lo que me llevó a pensar tres cosas en ese momento: 1. Que le parecí el hombre más atractivo del planeta 2.  Quería dejar claro que podía mirar, pero que tenía que dejar de hacerme ilusiones y/o fantasear  con ella y 3. En algún lugar leí que es una mala señal que alguien le de un beso a su pareja con los ojos abiertos.

Digamos que ese mito tonto es el que aplica.  Siendo así, está mujer de pinta descomplicada; fácilmente puede que ya este cansada de su relación.  Así que,  cuando llegaron a la casa esa noche, le comezó a pelear a  su novio, marido, etc. porque se le olvidó comprar el tarro de palmitos franceses que tanto le gustan.

No deja de ser extraño en las relaciones de pareja; que de un momento a otro la mujer o el hombre tengan, con o sin razón, un brote de neurosis, y acaben con todo.  Después de eso es también muy extraño ver como ya ninguno de los dos soporta al otro y no pueden compartir ningún espacio juntos.  Tampoco deja de ser incomodo para las personas que conocen a los ex-novios y qué luego  tienen que tratar con los dos en un mismo espacio y/o situación.

Los hombres son de NGC 6822 y las mujeres de NGC 221 (M32)

      "La incomodidad de decirle a alguien que, en algún punto ciego de la vida, 
en algún momento crítico, como de película o novela, ha dejado de importarnos;
lo doloroso  y ridículo que es aceptar que la energía que nos recorría, por culpa del azar
 o lo que sea,  que ya no la queremos como antes, que ya nada nos impulsa a darles besos, 
que ya no nos atraen como en el principio y que mejor  sería ser amigos por teléfono."

Ricardo Silva Romero
- Relato de Navidad en La Gran Vía -

miércoles, 1 de octubre de 2014

Correción de / Dar Palo con - estilo -

Hoy estaba acostado en mi cama.  De repente comenzó a sonar el computador, debido a que alguien me estaba enviando mensajes por el chat de gmail.  Al principio no quería levantarme, pero  no me aguante las ganas de saber quien era y por qué me estaba buscando desesperadamente, por decirlo de alguna manera.

Mientras me ponía de pie, fantaseé con la idea que Jessica Alba hubiera conseguido mi dirección de correo electrónico, y qué me estaba buscando para tener sexo sucio.  No fue así.  Una amiga me escribía para decirme que había leído una entrada reciente; que le había gustado, pero que, segun ella, con ciertos cambios habría sido mucho mejor.  Básicamente mencionó el uso de una figura narrativa de la que suelo abusar, y más que eso, una que frena la fluidez del escrito.  Sinceramente debo ser más consciente de ese cliché de forma cuando escribo, pues no es la primera persona que me lo critica.

Pensé que ya no tenía nada más por decirme, pero el palo continuo; esta vez para anotar que habría podido utilizar mucho mejor la tensión y conflicto del episodio que narré. Esa tensión, angustia y/o conflicto es supremamente importante, porque es el que suele enganchar emocionalmente al lector; ese disparo directo al corazón.

Para finalizar me dijo: "Y ya sabes, si quieres quien destruya tus historias " call me" jajajaja; ya sabes que es en buena onda :)"

Ha sido una de las mejores críticas que he recibido, porque no fue el típico comentario adulador de tía "míjito usted escribe súper lindo, ojalá lo publiquen para comprar todos sus libros"; sino uno, sin ningún tipo de drama o mala intención, de una persona  que espera que uno en un futuro, haga un mejor trabajo.

Debemos aprender a dar palo con estilo y criticar con argumento; inevitablemente esto va de la mano con no tragar entero y cuestionar todo; lo que también nos lleva a cocrear, innovar, etc. y quien sabe que otra cantidad de cosas buenas. 

martes, 30 de septiembre de 2014

Película Mental

Está claro que la mayoría de personas prefieren o dicen preferir leer un libro que ver la película basada en el mismo, bien sea porque la adaptación es mala, o porque los escenarios difieren fuertemente de la producción realizada en sus cabezas.

 ¿Por qué seguimos viendo entonces esas películas que son adaptaciones de novelas? Me imagino que una de las razones, es que uno siente a los personajes un poco más cerca cuando ve a algún actor interpretándolos. 

Algo que me emocionó mucho cuando anunciaron que iban a adaptar la trilogía del señor de los Anillos, fue esperar ver a Glorfindel. Al ser un personaje "secundario" en la trilogía, decidieron en cambio mocharlo así como así, y lo mismo ocurrió con Radagast y Tom Bombadil.

Cuando veo una película basada en una novela, me ocurre alsgo similar que cuando voy a un concierto; muy rara vez tocan mi canción preferida.  Creo que la única película donde los rasgos del personaje coincidieron con el que había creado en mí cabeza, fue la que hicieron basándose en "La elegancia del Erizo" de Muriel Barbery, donde la actriz que interpretó el personaje de Renée, era muy parecida a la de mí película mental.

Pensé en escribir sobre esto, porque dentró de poco van a estrenar en cine Gone Girl, película basada en la novela de Gillian Flynn que he tenido en la mira desde hace rato, pero siempre se me han atravesado otras lecturas.  Definitivamente la vida no nos permite leer lo suficiente. De todas maneras me pienso leer la novela antes de ver la película.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Ardillas y Ratas

Mi jardin infantil fue muy chévere porque estaba rodeado de muchos arboles y tenía muchos animales  En ese entonces yo lo consideraba una especie de mini zológico.  Más o menos ubicada en la mitad, se encontraba una una malla que encerraba un arbol. En él, supongo, vivían dos ardillas.  

Una de las primeras cosas que se puede asociar con ese animal son las nueces.  Como nunca me echaron nueces en mi lonchera (Que estafa que a uno le empaquen eso), cuando yo me acercaba a su jaula, les daba chitos.  Era muy divertido ver como los agarraban con las dos patas delanteras y lo deboraban rápidamente moviendo su boca horizontalmente y de arriba a abajo. Podría decirse entonces que las ardillas son un animal tierno.  

Por otro lado se encuentran las ratas, un animal que consideramos asqueroso.  Es probable que si uno le da a un chito a una rata también se lo coma de la misma manera que la ardilla, pero nuestra estructura mental ya tiene definido que son un asco, y catalogaríamos de loco y cochino a aquel que intenté alimentarlas o mostrarles algo de afecto.

Mientras eso pasa a nuestro alrededor, en la India existe el templo Karni Mata, donde se rinde culto a unas 20.000 ratas, que se cuentan casí con el mismo estatus que la vaca, el animal sagrado de ese país.

Creo que nunca alimentaré una rata. El punto es que la manera en que abordamos muchas de las cosas que frecuentemente vemos o vivimos, lo hacemos desde otro punto de vista ajeno a nuestra "primera persona", y por eso tantas cosas nos parecen igual o más raras que ver un grupo de rata s caminar a nuestro lado y/o alimentarlas.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Amigo Ley

El fin de semana pasado estaba en una sala de estudio, y a dos mesas se encontraba una mujer repasando algún tema de derecho. Pude saber que ese era el tema, pues la mujer le estaba recitando a un hombre un montón de decretos y leyes, los cuales parecía tener completamente memorizados.

Lo que me imaginé ese día, fue que él había estudiado muy poco.  Ese sábado se levanto temprano y  preocupado, para alcanzar a estudiar lo máximo posible hasta las 10, hora en la que supuse tendrían el examen.  En medio de su estudio solitario le surgíó una duda.  De repente apareció esa mujer costeña, que no es su amiga, pero si una de las más juiciosas del curso, a la cual tímidamente le lanzó la inquietud.

Lo que no sabía el hombre es que iba a obtener una respuesta de más de 15 minutos, donde esta mujer no dejaba, con su fuerte acento, de enunciar decretos y leyes.  A mí toda la escena me generó cierta angustia, pues creo que la mujer se extendió en la respuesta, y el hombre se dio cuenta, ante semejante retahíla, que estaba muy mal preparado para el parcial, y que probablemente  lo iba a perder.

El hombre no hablo en ningun momento; la verdad en vez de recibir una respuesta parecía que estuviera recibiendo el regaño de un Juez. Finalmente se fueron, y al rato salimos yo y mi grupo de amigos.  Cuando pasé por la mesa de los abogados recogí una hoja que habían dejado sobre la mesa. Esta tiene como título:  Art. 430 CGP.  La frase que se encuentra justo debajo es "Con el título ejecutivo, el juez librará mandamiento de pago".  De la misma se despreden una serie de flechas con anotaciones como: "Busca dar claridad al documento", "Parecería innecesario"y otras que al igual que estas no sé a que hacen referencia.

lo único que me lllamó la atención de esta hoja resumen de estudio, fue un dibujo al que le puse como nombre "Amigo Ley", el cual me imaginó pintó el hombre mientras la mujer descargaba esa tonelada de palabras en sus oidos. Ese gesto de ojos saltones y dientes apretados, creo yo, representa  la angustia que estaba sintiendo:


 

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Edición

Siendo las 11:05 comienzo a escribir este post.  La verdad esperaba escribir más temprano, pero una amiga me pidio el favor de que leyera un ensayo que tiene que presentar como requisito para entrar a estudiar una Maestría.

Adopté entonces mi papel de editor, le moché una que otra frase, agregué un par de símiles y listo.  Justo cuando iba terminando, revisé el correo, donde me encontré con uno nuevo de ella que decia: "les mande el archivo q no era, ahora si el q es".  Me aguanté las ganas de mencionar algo sobre las letras q solas, que esperan ser leídas como "que" y la tilde de la segunda palabra; las agudas a veces suelen camuflarse, y pasan desapercibidas.

Esto me hizo acordar los diferentes nombres que se le solían dar a los documentos en épocas de universidad: Final.1, gran final, finalísimo, este si es, final 2, y asi sucesivamente. No se por qué, pero yo los nomabraba con rabia: maldita sea 1, este gran berraco si es, e iba subiendo el tono de los nombres hasta un posible grandobletetra..., en fin.  Senté mi voz de protesta, e inmediatamente le respondí el mail contándole que ya estaba a punto de terminar la revisión de la versión "fantasma" de su ensayo.

Afortunadamente la versión "Final" no tenía mayores cambios, así que le agregué un nuevo pedazo a la que ya había hecho y se lo envié.  

El proceso de edición a veces se puede tornar realmente jarto; en ocasiones parece una tarea de nunca acabar.  Yo lo relaciono como cuando uno, después de una rutina de ejercicio, decide hacer abdominales, actividad realmente aburridora y que dista exageradamente de lograr una barriga con los musculos definidos, a menos que se hagan millones de repeticiones.

De todas maneras, en medio de lo dispendiosa que puede ser la tarea,   siempre le  trae buenos resultados a la escritura.  Hay quienes afirman que ese proceso quirúrjico de edición es la parte realmente importante de la escritura, donde se debe definir que se corta de un solo tajo, por más brillante que nos parezca.  Quién sabe ahora cuanto me demore editando este breve escrito.