lunes, 15 de diciembre de 2014

Amable Recordatorio

Hay pequeñas sucesos y/o cosas que actúan, casi todos los días, cómo amables recordatorios  ¿De qué? De que debemos tomarla más suave y ser un poco más agradecidos con la vida, con lo que tuvimos, tenemos, no tenemos y nunca tendremos.

En mí caso el pequeño recordatorio es una cicatriz, que veo todos los días, de 2.5 cm de largo, resultado de una Traqueostomía ("Incisión en el cuello  e inserción de un tubo para facilitar el paso del aire a los pulmones". Gracias wikipedia) que me hicieron en el 97, cuando me accidenté y estuve a punto de pasar al papayo. Un evento desafortunado que parece haber ocurrido hace siglos.

A veces me las doy de mártir y reniego por pendejadas, aunque estoy completamente convencido que en el momento en qué uno siente que la vida, universo, deidad divina, etc. le debe algo, está perdiendo con toda.

Tengo todavía muy fresco en mi memoria el día en que me quitaron el tubo.  Tenía mucho miedo, pues pensé que tendrían que cogerme puntos, pero simplemente lo quitaron y la herida del cuello se "pegó" sola sin ningún tipo de intervención.

Estéticamente, la cicatriz no es desagradable, pero pues tampoco una obra de arte. Hace unos meses me rascoó mucho; quien sabe, de pronto intentaba decirme "¡Oiga, gran pendejo! no se preocupe tanto ¿No se acuerda por todo lo que tuvo que pasar?"

Ahí está y ahí se quedará por el resto de mi vida, como un recordatorio que siempre me invitará a estar tranquilo, y a no desesperarme independiente de cual sea la situación.

Todos, creo yo, tenemos un amable recordatorio  ¿Cuál es el suyo estimado lector?

viernes, 12 de diciembre de 2014

Frases motivacionales

 ¿A quién no le gusta leerlas?  ¿Cuantos no nos sentimos bien después de hacerlo? el problema es que solo se quedan en eso, en simples frases que nos alegran o distraen por un momento.  Frases que hacen que sintamos que nada nos puede detener y que podemos lograr cualquier sueño que tengamos.

Después de un rato, la rutina nos absorbe y la frase entra en un rincón de la mente, que  debe existir, al que yo llamo "Frases inútiles destinadas al olvido".

Tomemos como ejemplo, al creativo, innovador y disruptivo Steve jobs, quien tiene muchos devotos adictos a los productos Apple, han leído su biografía y lo admiran por completo.  Un aparte de una de sus frases dice:

"Ten el coraje para hacer lo que te dice tu corazón y la intuición"

Es una frase realmente poderosa, que nos llena de ilusión y hace que digamos mentalmente "¡Si! lo voy a hacer".  Al rato nos ocupamos con cualquier tarea y se nos pasa la euforia del momento.  Eso es, tal vez, es lo único malo que le veo a ese tipo de frases, que no hacen más que subirnos el ánimo por un breve instante. 

 En vez de estarlas compartiendo, como si no hubiera un mañana, en cuanta red social estamos inscritos, deberíamos seguir y ejecutar por lo menos una al pie de la letra.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Caminata Navideña

Hoy fui a recoger mi primer autoregalo de esta navidad, un lente de contacto (¡Que emoción!). El consultorio al que tuve que ir queda cerca a la calle 53, así que al salir, a pesar de que el cielo mostraba toda una paleta de grises decidí caminar hasta la séptima.

Iba, como siempre, conectado a mi mp3 y cantando en voz baja, la cual subía cuando el ruido del tráfico me lo permitía.  Luces, múñecos, pesebres, papel regalo, etc. se puede encontrar uno en ese sector que sólo respira navidad.

En un momento, mientras esquivaba a otro transeúnte, sin culpa roce a una vendedora de papel regalo, me volteé y le dije, "lo siento, que pena", me respondió " ¿Qué está buscando mi amor?.  No le dije nada y seguí de largo.  En ese momento lo único que buscaba era escapar del aguacero.

Vi una vendedora de un carrito de Bon-Ice y me entraron ganas de comprarme unas Popetas de caramelo, le pregunte que como iban las ventas de Diciembre y me respondió "Mal, lo que pasa es que por aquí solo hay mucho mirón".  Le di las gracias y me guarde el paquete en un bolsillo de la chaqueta.

Me cambie a la otra acera, donde el ambiente de navidad es menos fuerte.  Me encontré con muchas tiendas de ropa y varios maniquis con poses forzadas, como si las hubieran ensayado durante horas.   "¿Que pasaría si esos armazones con forma de cuerpo humano cobraran vida por la noche, como esa película de hace mucho tiempo? nada raro la verdad, simplemente dejarían sus poses de modelos e intercambiarian opiniones de todo lo que vieron y oyeron durante el día.  Que aburrición  ser un maniquí, aunque a veces adoptamos conductas igual de acartonadas y tiesas y no hacemos nada para cambiarlas.

Paso una señora con una hija que llevaba una sudadera gris y cargaba una guitarra sobre su espalda.  Por algún motivo pensé que la niña le dedica demasiadas horas al día a su instrumento y que en el futuro será muy famosa.

Por fin llegué a la séptima y me encontré con uno de esos señores que toman el tiempo entre los buses.  Lo aborde para hacerle un par de preguntas, pues estoy escribiendo un cuento con uno de ellos como personaje principal.  Me contó rápidamente en que consistía su trabajo.  Al momento de despedirme y cuando le ib a dar las gracias y la mano, el rastreador urbano del tiempo,  chocó mi puño y me dijo "De nada bacán".

Finalmente no llovió.  Fue la primera y una buena caminata navideña.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Cartuchos

Con esa palabra se me viene a la mente  una flor y una pistola.  Como a estas alturas uno tiene tanta basura en la cabeza, y aunque no me llaman la atención las armas, siempre me inclino a pensar más sobre el segundo concepto.

 Deberían darle otro nombre a esa flor, al igual que otro nombre al bizcocho del inodoro.  Hablando de nombres, en una serie de televisión, V la batalla final si no estoy mal, los rebeldes le decian parque a los cartuchos de sus armas, en fin.

Hoy iba caminando por la calle, y una señora que paso a mí lado le dijo al señor con el que iba "¡Tenemos que esperar! Todavía no podemos quemar los cartuchos del gobernador", supuse entonces que ellos tienen como contacto a un gobernador, el cual los favorecerá con cualquier acción a manera de favor, la cual seguramente los beneficiará,  ¿Qué les significará quemar los cartuchos de ese político?  ¿Dinero, fama, viajes, estatus, drogas, votos? Nunca lo sabremos pues pasaron de largo y fue la única frase que escuché.

Que asco que andemos por la vida como si esta fuera un juego de guerra, y que para interactuar con cualquier persona, debamos aplicar cualquier tipo de estrategía, sin importar si somos hipócritas o vamos  a pasar por encima de alguien.  Parece que cada uno de nosotros llevará un campo de batalla grabado en la cabeza, y nos peocupamos más por la "quema de cartuchos" que por intentar vivir de forma feliz y relajada.

"I am tempted to say this is no game we play, daughter, but of course it is. 
 The game of thrones. I never asked to play. The game was to dangerous. 
One slip and I am dead."
- A Feast fro Crows -

martes, 9 de diciembre de 2014

Sonreír e Ignorar

Muchas veces he leído que la mejor actitud que uno puede tener es sonreir, independiente de lo abatidos que estemos.  A la larga no se trata de ser hipócrita, creo que es una conducta que nos afecta de forma positiva e inconsciente, al mismo tiempo que obliga al resto a preguntarse  ¿Cuál es su berraca alegría? 

Sin embargo, esa actitud de "cara de ponque" con una sonrisa a todo momento, puede ser reforzada con el arte de ignorar, como la cereza en la punta del pastel, esa que da el toque final.  No hay nada más liberador que dejar que todo resbale, por incongruente que nos parezca la conducta de los demas, o lo absurdo que pueda ser el estado de los eventos en el que nos encontramos inmersos.  

Quería escribir sobre un incidente que me puso de mal genio, uno de esos en que  las personas adquieren deudas de aposta y no inocentemente, es decir, cuando sus actitudes tienen como único fin utilizar las palabras como proyectiles

Finalmente decidí atacar (ignorar) el asunto con este breve escrito a modo de complemento.  Sonreír e ignorar, dos de las claves de la vida.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Puente

Los puentes (fines de semana con festivo) son como una ilusión, más tardamos en alegrarnos por su llegada a que este se esfume, debiéndonos más horas de ese descanso tan anhelado que visualizamos desde el inicio de la semana.

Este fin de semana me fui de puente.  Hacía mucho que no lo hacía.  He llegado a la conclusión que me aburre viajar en un puente, no porque no me guste hacerlo o salir de Bogotá, simplemente me parece que la logística para un viaje de un puente es exagerada, comparada con el tiempo que dura.  Mucho más cuando  se viaja, como me ocurrió este fin de semana, el Sábado.

Hay personas que adoran los puentes porque se pueden ir de la ciudad y arrancar para cualquier lado.  No importa cual sea el destino, lo importante es  alejarse de la ciudad como si esta fuera el foco de una epidemia zombi.    Al parecer siempre huimos de algo.   

¿Qué es eso tan maravilloso que  ofrecen los puentes que se considere casi una obligación salir de la ciudad? yo todavía no lo descifro.  Lo único realmente diferente, creo yo, sería buscar un clima más cálido con mar incluido, pero eso tampoco me mueve, pues no le encuentro esa gracia con la que otros lo catalogan.

De resto me parece que todo el trajín de un viaje de puente, elimina todo ese descanso que se pudo obtener en el lugar que se seleccionó para pasarlo.

Si hay algo que me gusta de los puentes, es cuando uno no tiene ni idea que es un fin de semana con uno, y alguien nos sorprende con semejante noticia, eso es algo que me genera más alegría que un viaje de fin de semana.


viernes, 5 de diciembre de 2014

Ofender

Ofender es grave, es de mal gusto y suele ser una actitud de cobardes que se quedan sin argumentos válidos para defender sus ideas. Queda claro que ofender está mal, pero es peor toda la importancia que le damos al acto . Sería mejor dejar que todo nos resbalara.   Solo "agarrar" lo realmente bueno y provechoso con cuidado, es decir, sin que se nos infle mucho el ego. 

El punto, creo yo, es que hay dos tipos de ofensas: la visceral, esa que está llena de odio y que tiene como único fin hacer sentir mal a alguien, y la ofensa sin culpa de la que ninguno se libra de dar o recibir, es decir, cuando soltamos o nos impacta una idea, exponemos o defendemos un punto de vista y nos ofendemos o alguien se ofende porque le tocaron una fibra sensible y/o catloga a la ofensa como perteneciente al primer grupo.

Deberíamos dejar que todo el mundo diga lo que le de la soberana gana, y si no estamos de acuerdo, simplemente no ponerles atención y ya, pero no, somos buenísimos para engancharnos apenas nos sentimos amenazados, y es justo ahí cuando todo se comienza a complicar.

La solución está en relajarse más, no echarle tanta tiza a los asuntos y rodearse de personas que valgan la pena.