viernes, 30 de enero de 2015

Tiempo perdido

A veces perdemos mucho tiempo que podríamos destinar a actividades que realmente valieran la pena. Cada cual, a manera personal, sabrá a que tipo de tiempo me refiero.  Para poner, por decir de una manera, un ejemplo algo universal, perdemos mucho tiempo desplazándonos de un lado a otro de la ciudad para ir al trabajo, lugar de estudio, casa, etc. 

Según una tabla que encontré en internet, con un listado de diferentes actividades,  pasamos 8 días enteros saludando, 3 días mirando el reloj,  de 6 a 7 años viendo televisión y así, pero digamos que el realizar esas actividades, no se considera perder el tiempo.

Entre el listado no encontré una,que a mí si me parece una completa  pérdida de tiempo: Seleccionar la ropa o atuendo del día.  Me imagino que muchos fanaticos de la moda diran,    
¡¿Pero cómo se le ocurre afirmar tal cosa?!  El punto es que si lo hicieramos solamente por satisfacer un deseo personal, no creo que tenga nada de malo, pero muchas veces seleccionamos la ropa sólo porque queremos que los demás nos vean bien; lo cual tampoco está mal si usted va a salir con esa persona que tanto le gusta y quiere verser muy atractivo(a), pero me parece que no deberíamos preocuparnos en extremo por combinar los colores y prendas necesarias todos los días.

Dado a que ese tiempo de decisión fashionista, por ponerle un nombre, no estaba incluido dentro de la lista, me gustaría darle, estimado lector, un dato aproximado del mismo.  Está claro que es un medición complicada por qué en cada etapa de la vida se incrementa o se le resta importancia al tema, y también porque hay unos días que puden considerarse especiales como los Viernes y Sábados; aparte existe una gran  diferencia entre el tiempo de los  hombres y las mujeres.  Por tal razón, y después de preguntarle a un par de amigos y familiares, creo que el tiempo promedio que desperdiciamos en esa tarea es de 1 minuto para los hombres y 3 para las mujeres.

Digamos entonces que la edad promedio de ambos sexos es 80 años, a la cual le quitamos 5 pues en los primeros años de vida siempre nos visten. De acuerdo a lo previamente expuesto, el tiempo que  gastamos en vida seleccionando la ropa es : Hombre (19 días) Mujer (57 días). Qué montón de tiempo perdido.

"America use clothing as a shield, a way to extend youth
to cover the flaws of aging; that is to ignore reality"
- No Alternative -
 

jueves, 29 de enero de 2015

Yo Nací Ayer

Hoy es mi cumpleaños. Ahora que me lo deseo mentalmente puedo continuar.  Ayer por la noche un amigo que está en Australia, fue el primero en felicitarme. Apenas me dijo feliz cumpleaños pense dos cosas: Decirle que se había equivocado, o hacer como si nada y darle las gracias.  Opte por la segunda opción, al tiempo que caí en cuenta que no había ningún tipo de error.  Allá ya era 29 y acá todavía 28.

En medio de la conversación me dijo que él y su esposa siempre quedan bien pues debido a la diferencia horaria son los primeros en felicitar a sus amigos y familiares en Colombia.

Todo el incidente me pareció extraño, es decir,  ¿Espacio-temporalmente tenemos un único lugar en nuestras vidas donde envejecemos por completo?  ¿Cuanda uno viaja a lugares remotos, esa diferencia horaria hace que uno envejezca más rápido o gane algo de juventud? Tal vez por eso es que el Jet Lag nos da tan duro, quien sabe que procesos acelera o desacelera en nuestro organismo.

Ahora cobra significado en mi vida esa expresión altanera: "Sí, y yo nací Ayer"

miércoles, 28 de enero de 2015

Celebración en el Triángulo (M33)



Hace unos días fue seleccionada como Miss universo la Barranquillera Paulina Vega. Como casi en todas las situaciones, todo se divide en dos bandos: los que sienten una alegría inconmensurable (casi igual de larga a esta  palabra) por su victoria y aquellos que dicen que es mejor dejar tanta pendejada de lado, ya que solo es un concurso.  En fin, una discusión de nunca acabar.


A mí lo que siempre me ha intrigado es el nombre del certamen. Es obvio que se pretende coronar a la mujer “más bella” del planeta, pero si nombramos como miss Universo a una terrícola, permítame informarle, estimado lector, que tuvimos el descaro de seleccionar también la mujer más bella para la galaxia del Triangulo (M33),que también hace parte del universo, y está ubicada solamente a  2.700.000 millones de años luz. 

Tenemos la desfachatez de celebrar ese concurso, sin siquiera saber cuáles son los parámetros de belleza de por lo menos una de las razas que viven allá, y si se le dan o no  tanta importancia a esa dicotomía de Feo/Bonito como lo hacemos nosotros los humanos.


En los bancos también existe un papel llamado “Comprobante de pago universal”, es decir que si a usted en un futuro es una especie de traqueto universal, y le da por ir a pagar algo en la galaxia Nubes de Magallanes, ubicada esta solo  a 200.000 años luz, podría intentarlo por aquello de cuestiones de tiempo.

 ¿Por qué nos damos esas ínfulas de universalidad?. Mientras me planteó esta pregunta, me imagino que en la galaxía M33 continúan celebrando el triunfo de la Colombiana.

martes, 27 de enero de 2015

Incompletos

En muchas novelas se plantean relaciones amorosas que cualquiera de nosotros envidiaría, donde el deseo y las ganas de la pareja por estar juntos es muy intenso. El termino media naranja se les puede aplicar completamente, porque no hay duda alguna que esos personajes encontraron a su complemento, esa otra persona que los hace completamente felices. 

Mi pregunta es  ¿Cómo saber que hemos encontrado a esa otra persona?  ¿Qué tal que con quien tengamos en un momento o actualmente una relación, sea alguien a quiwn queremos mucho, pero en el fondo sabemos que no es esa media naranja por la que daríamos la vida?

Todo sería más fácil, si  uno supiera por lo menos que esa persona que se acopla perfectamente viviera en en la misma ciudad, pero con más de 7000 millones de personas en el planeta, podría estar en cualquier lugar.

Tal vez por eso es que le apostamos tanto a la infidelidad, porque nunca nos sentimos completos con nuestra pareja  y deseamos con muchas ansias, vislumbrar ese estado de plenitud; lo complicado es que mientras pratcicamos esa aleatoridad en el amor, muchos salen heridos. 

Entonces resulta algo triste que todo el tema del amor, en vez de ser algo certero, sea más bien pura cuestión de prueba y error.

lunes, 26 de enero de 2015

Aprender del Obrero

Hoy, después de almorzar con un amigo, compramos, yo un capuccino y el un tinto, en un jeep que tenía improvisada en la parte de atrás una tienda de cafe.  Después de nuestra compra, nos sentamos un rato en una banca que queda justo al frente de una cancha de basquet,  y continuamos hablando mientras veíamos un partido de banquitas de unos obreros.

Siempre me ha gustado ver a los obreros jugar fútbol a la hora del almuerzo.  Me parece impresionante como después de trabajar fuerte durante toda la mañana, todavía cuentan con energía para jugar fútbol, y no muestran síntomas de cansancio.  A cada jugada, cada carrera y a  cada intervención en el partido, le meten todas las ganas del mundo, como si su pago dependiera solo de su  desempeño en esos partidos , en vez de su trabajo  en la obra.

Deberíamos aprender, como los obreros, a sacar energía  para no frenar después de haber trabajado fuertemente.  Más que eso, es sacar energía para divertirnos en cualquier momento.  Algún día armaré un equipo de banquitas con  unos amigos para echarle un partido a unos obreros.



domingo, 25 de enero de 2015

Dos películas

Cuando veo televisión, le doy como máximo 30 segundos al programa que sintonizo para que me interese, si no es así, repito el ejercicio y cambio de canal hasta que encuentre algo que me llame la atención, o si no, apago el televisor para ponerme  hacer cualquier otra cosa.

Este fin de semana, de forma extraña, dos películas captaron toda mi atención apenas me levanté.  La del sábado fue una de un corredor de bolsa, que entraba a una firma en la cual realizaban operaciones ilegales para obtener mayor comisión y volverse millonarios rápidamente.   El hombre, recien egresado de la universidad, se daba cuenta del fraude y tenía un conflicto personal gigante pues le gustaba lo que hacía y ganar mucha plata, pero sabía que lo lograba engañando a sus clientes, para que inviertieran en empresas que no existían.  El tipo se enrolla con la secretaría de la firma, quien trabaja de la mano con la policía para hacer caer a toda la empresa.

La que me vi hoy, trataba sobre un joven, que lo metían preso, y el papá se encontraba también en la misma prisión y era uno de los presos con más prestigio.  El hijo era una lacra completa y se la pasaba peleando con los presos y guardias de la prisión.  Al final el tipo, lo único que quería era que su padre, al igual que el hombre de la primera película, le demostrara algo de afecto.

Lo raro fue que me puse a ver las películas después de que  habían comenzado.  Creo yo que lo que me capto mi atención, fue que en ambas las sintonicé justo cuando estaban recreando un aspecto importante del conflicto de la trama. Definitivamente sin conflicto no hay historia y por ende tampoco vida.

jueves, 22 de enero de 2015

Fuerte y Claro

Muchas veces no nos gusta hablar, no nos gusta expresar nuestras ideas, o lo que sentimos.  Creo que es justo en ese momento cuando comenzamos a aceptar muchas convenciones sociales, nuestro punto de vista comienza a ser borroso. Debemos saber que a pesar de que el mundo se nos venga encima, todo cae a nuestro alrededor, y  dejamos también que se derrumben nuestras ideas, eso en lo que tanto creemos, entonces sería prererible ser una especie de entes y no tenerlas.

 ¿Cómo saber si lo que pensamos puede resonar en otras personas, si lo encerramos en las profundidades del cerebro?  ¿Como pelear por eso que nos da identidad, si nos quedamos callados, incluso cuando sentimos que otros, de aposta o inconscientemente, nos arollan con sus palabras? Me parece aterrador bajar la cabeza, decir "Si señor" o "Si señora" y hacer como si nada pasa cuando no estamos de acuerdo con algo.

Lo malo del asunto de quedarse callado, es que todas esa situaciones, desde no pedir que le cambien su plato en un restaurante porque la carne esta vieja o fría, hasta dejar que otros tomen crédito por su trabajo, por poner un par de ejemplos cualquiera, las vamos almacenando y, creo yo, hacen parte de ese lugar del que se alimentan todas las emociones y sentimientos negativos, como tristeza, amargura, estrés, etc. 

El punto es que si no nos preocupamos en hablar fuerte y claro, en algún momento todos esos episodios de silencio no van a caber dentro de nosotros, y ninguna de las válvulas de escape que comúnmente utilizamos (trabajo, relaciones, sexo, trago, droga, religión, política, etc.) serán suficientes para aliviar nuestro dolor; de ahí de que ciertas personas cometan actos atroces.