miércoles, 2 de septiembre de 2015

Conversación con un fantasma

Una persona me cuenta que habló con alguien que murió hace unos años. Me dice que simplemente se le apareció y le pudo decir muchas cosas que tenía atoradas, y que fue algo chévere porque sintió tranquilidad al poder comunicarse con esa persona.  Yo no dije nada, pues no supe que frase o comentario era apropiado dar como respuesta, a veces es mejor solo escuchar y quedarse callado.  La verdad en lo único que pensé fue "¡Que susto!".  Creo que eso es lo que me daría a mi si me tocará experimentar esa situación o, quién sabe, de pronto, si uno extraña mucho a esa persona sería un alivio, lo malo es que sería temporal y a la larga creo que dolería más.

Hace mucho iba caminando con una amiga y de un momento a otro se quedó petrificada(buena palabra esta); yo le pregunté que qué le había pasado y me dijo que su abuela, que había muerto hace un tiempo, paso por su lado, la miró y siguió  caminando de largo.  Después de decirme eso, me señalo a su abuela, una mujer bajita,  de pelo negro y largo agarrado en una trenza, que se mezclaba con el resto de transeúntes como si estuviera más viva que ellos.  Yo no sé por qué se me ocurrió decirle que la siguiéramos para ver a donde iba.  Mi amiga no me hizo caso, después de un rato se calmo y seguimos con nuestras vidas como si nada hubiera ocurrido.

 ¿Qué pasará cuando uno muere?  ¿será cierto eso de qué uno queda atrapado en una especie de plano, si dejó asuntos inconclusos, o si las personas que todavía siguen vivas no nos"dejan ir"? Nunca tendremos la respuesta a estas y otras preguntas similares, pero yo, la verdad, prefiero no conversar con fantasmas.

martes, 1 de septiembre de 2015

Tener y perder tiempo

A todos nos gusta darle una exagerada importancia al tiempo, ese intangible que tanto nos raya la cabeza.  Lo  ambiguo del asunto es que queremos tener tiempo pero al mismo tiempo  no queremos desperdiciarlo, y es que  ¿Qué carajos significa desperdiciar o perder tiempo? uno, por ejemplo,  desperdicia recursos naturales, ¿pero tiempo?

Entonces si alguien se la pasa todo el día tirado en la cama  ¿Está perdiendo el tiempo?  ¿y es que acaso quien lleva esas estadísticas?  ¿Quién califica o determina que estamos perdiendo o "aprovechando"nuestro" tiempo? Será que algún ser supremo lleva un cuadro en Excel con curvas y estadísticas de uso del tiempo de cada ser humano?.

Perder o aprovechar el tiempo, sólo resulta otro gran invento humano, al igual que el fracaso, el éxito, el pecado y cualquier asunto con una definición que se convierte borrosa,    apenas le aplicamos nuestro punto de vista.

Por otro lado nos quejamos de no tener tiempo, primero sin saber exactamente que significa esa frase y segundo mientras sabemos que lo que hemos definido como tener tiempo, depende enteramente de nosotros.  Si algo realmente nos importa le sacaremos algún espacio de tiempo, valga la redundancia, en nuestras agendas y dejaremos de glorificar el estar ocupados.

lunes, 31 de agosto de 2015

Rabón

Rabón, o el término "estar rabón" siempre me ha gustado.  "Estar rabón", me parece, tiene una connotación más visceral que estar emputado y de lejos significa mucho más que el apacible "estar de malgenio". 

Recuerdo que en una ocasión en la universidad cuando iba a coger el bus, estaba rabón.  No  tengo ni la más remota idea por qué.  Iba caminando en dirección contraria al sentido de la vía, como acostumbro a hacer cuando voy a coger un bus, pues siempre procuro estar en  movimiento.  

Iba caminando, rabón,  a pocos minutos de que el cielo quedará completamente oscuro y todos mis pensamientos tenían que ver con eso que me había puesto rabón.  Iba mirando hacia el frente, y caminaba con una determinación absoluta. Me sentía como un tren que quería arrollar todo lo que se interpusiera en su camino.  En medio de mi caminar rabón, un hombre que de pronto se sentía igual que yo, se estrello con mi hombro. Segundos antes yo me di cuenta de que eso iba a pasar, pero no me preocupé en esquivarlo, pues un tren no hace eso.  Nuestros hombros se estrellaron fuertemente, y creo que trate de imprimirle algo de fuerza al mío al momento de hacer contacto,  ¿por qué? simple y llanamente porque estaba rabón.  

Apenas ocurrió eso, el hombre comenzó a alegar.  Yo me volteé lo miré imprimiendo  todo el odio e ira posible en mi cara y seguí de largo; un tren tampoco se detiene a entablar conversación con eso que arrolló. 

 El punto es que en este momento estoy rabón, no sé por qué, o de pronto si sé pero me quiero hacer el loco y no quiero sobre-analizar la situación.  Me puse a escribir precisamente por eso, y como siempre ocurre la escritura logró tranquilizarme.

Por más que queramos, no todo puede ser Coelho mode. Sentirnos o estar rabones siempre será una opción.

viernes, 28 de agosto de 2015

En un mundo paralelo

En un mundo paralelo me dedico exclusivamente a realizar tres actividades, entre otras básicas,  a lo largo del día: Leer, escribir; las cuales combino con una tercera que consiste en tomar café.  Algo bueno de ese mundo paralelo es que me puedo tomar la cantidad de tazas de café que me de la gana,  sin preocuparne que se me va a quitar el sueño o que voy a tener un episodio de gastritis.  Los mundos paralelos se dividen en  buenos y malos, queda claro que el que le estoy describiendo, estimado lector, es de los primeros.

Mi trabajo en ese mundo paralelo es leer, pero la empresa que me paga por hacerlo no me impone los títulos, sino que los sugieren.  En un principio querían que leyera libros de autoayuda pero yo quería leer ficción, así que les planteé la siguiente pregunta: " ¿Qué más autoayuda que leer ficción? después de una semana me llego una carta donde aceptaron mi propuesta. 

 Cada semana me alcanzo  a leer mínimo 2 y como máximo 3 libros  sin mucho afán.  Eso significa que me leo alrededor de 182 libros al año; una cifra buena pero de todas formas pobre, al compararla con la cantidad de libros buenos que aun me hace falta leer, sin contar esos que ni siquiera sé que existen.

En ese mundo paralelo, la sociedad  sólo funciona con dos trabajos: unos escriben y otros leen.  A los 12 años dejan que uno escoja cual de los dos bandos quiere tomar, pero no deja de ser ambiguo porque los que trabajan leyendo escriben por placer y viceversa; a la larga  son actividades que van de la mano.  

También, en ese mundo paralelo no existen las diferencias sociales y todas las personas son iguales.  Tampoco existen los gurús ni los expertos que tanto abundan en el nuestro.  El único impedimento para entablar una conversación con alguien es no conocer el idioma del otro, pues de resto siempre se tendrá algo de que hablar. 

En ocasiones las personas de ese mundo paralelo se asoman al nuestro, y les resulta increíble ver todo lo que nos hemos inventado para complicar nuestras vidas.


jueves, 27 de agosto de 2015

Amor por épocas

Llego a un café y me siento en una mesa, es decir, en una de las sillas que se encuentran al lado de esta.  Enfrente mio, en otra mesa,  2 mujeres tienen abiertos unos libros y discuten sobre literatura y un grupo de lectura del que, al parecer, hacen parte.  Comienzan a hablar sobre el personaje de una novela africana y las decisiones que esta tomo en el relato, como si fuera una vieja amiga de ambas. 

En la mesa de atrás dos hombres hablan sobre Hamlet, y lanzan opniniones sobre su escritura.  Dejo de ponerles atención, porque no he leído a Shakespeare, imagino que algún día lo leeré.  El otro día, en un libro acerca de narrativa, leí un ejemplo que trataba una escena de su obra,  y me pareció increíble la manera en cómo en tan solo un par de párrafos, logra crear mucha tensión.

A mi derecha, una mujer alta vestida completamente de negro y zapatos de tacón rojos, pide un café y se sienta a leer un libro.  Pienso abordarla para tomarle una foto de su lectura urbana, pero como no quiero tomar ninguna foto de ese blog de forma apresurada, decido que me acercaré a  ella, si aun continúa leyendo cuando yo me vaya a ir del lugar.  Al rato de unos 20 minutos se va.

Una tercera mujer llegó a saludar al par de amigas con la novela africana, quienes ya no estaban hablando sobre nada relacionado con literatura, sino sobre relaciones sentimentales.  A veces decían algo y todas reían, y en ocasiones después del comentario de alguna, se quedaban calladas como si hubieran recordado algo que las llenaba de nostalgia.

De un momento a otro una dijo: "Es que cuando uno es adolescente ama de una manera y cuando es adulto ama de otra, y yo a estas alturas (le faltó concluir el cliché, con las palabras "del partido") no quiero nada de drama".

Esa frase me quedo sonando.  Es evidente que uno aborda las relaciones de forma diferente a medida que pasa por diferentes etapas de la vida, pero  ¿el amor o amar, cambia? 

Sus amigas no le respondieron nada; tal vez es un tema recurrente para la otra, y están cansadas de escuchar siempre lo mismo.  

De pronto eso es lo complicado del amor, que es un sentimiento que siempre se transforma, nunca es igual, y por eso nos raya tanto la cabeza. 

miércoles, 26 de agosto de 2015

Opinión

Ayer en una conversación, alguien tocó el tema de la importancia de ser auténtico.  El tema se fue desenredando y en un momento, como por arte de magia, resultamos hablando sobre las opiniones. Alguien entonces dijo que opinar no sirve para un carajo, pues siempre que lanzamos una opinión, no queremos actuar ni experimentar las  situaciones, sino que botamos ideas, descabelladas o no, desde esa comoda trinchera que llamamos opinión.

Entonces parece ser que la opinión no es otra cosa que el acto de juzgar disfrazado.  Yo me pregunte  mentalmente y luego les lancé la siguiente pregunta ¿Y entonces las columnas de opinión qué? una persona contesto "Las columnas de opinión no sirven para nada".  Según ella, lo único que hacen los columnistas de opinión es descargar toa la bilis en sus palabras, pero que de constructivas tienen muy poco.  No sé quizas esa sea la razón de ser de ese tipo de escrito  ¿no? armar tierrero y ya.  Tal vez por eso es que la gente deja despilfarra tanto odio en los comentarios de las noticias y foros virtuales.

La verdad es algo muy jodido, porque uno se la pasa opinando a todo momento.  Tal vez por eso es que  que las historias captan mucho mejor la atención de las personas, porque al momento de enfrentarnos ante una narración, cada quien la interpreta como mejor le parezca y tendrá un mayor o menor significado, dependiendo de la forma en que se conecte cada individuo con la historia.  De todos modos no deja de ser un tema  raro, porque, por ejemplo,  esto que acabo de escribir no deja de ser una opinión, ¿cierto?. 

martes, 25 de agosto de 2015

Borracho y endeudado

En una entrada de hace bastante tiempo, escribí sobre los Doppelgänger, esos personajes que se supone son el doble malvado de una persona.  El que yo creía tener corresponde a alguien que vive en Argentina, y del que todavía me llegan facturas donde le cobran la televisión por cable, al parecer mi doble nunca paga a tiempo o siempre le está debiendo dinero a esa compañía.



Ahora parece que uno puede llegar a tener más de un doble.  En estos días me están llegando correos de una empresa de Licores, la que al parecer (no he entrado a mirar su página) realiza envíos de trago a domicilio.  Primero me llego un E-mail donde me daban la bienvenida, y me indicaban que ahora como cliente registrado puedo acceder a sus servicios: "Carrito Permanente de compra, un libro de direcciones para que el trago llegue a más de una dirección si así lo deseo; un historial de pedidos, y un espacio de opinión; me imagino que será un foro para hablar sobre tragos y también para que las personas no se sientan como borrachos y puedan hablar libremente acerca de su particularpreferencia por las bebidas alcohólicas.


Luego de un par de horas me llego otro correo donde me confirmaron la recepción del  pedido.  Al parecer, la cantidad de trago inicial no fue suficiente para él y hoy, a las 10 de la mañana, mí doble, que se encuentra en Alicante España, nuevamente realizó un pedido.  Después, en otro correo, me indicaron que una empresa de envíos recogió el pedido en las instalaciones de la empresa y que llegará dentro del tiempo estimado a mi casa allá en España. 

Claramente existe una diferencia entre mis dobles: uno paga y el otro no; pero la verdad cada vez  que me llega el extracto de la tarjeta de crédito a final de mes,  me da miedo abrir el sobre, pues creo que me  voy a encontrar con una transacción que mi yo colombiano nunca ha realizado. Nunca pensé en endeudarme y mucho menos convertirme en un borracho, pero ya ven, la vida, como siempre, le bota a uno cualquier cosa.