miércoles, 16 de septiembre de 2015

Exclusividad

Exclusividad  es lo que todos queremos en nuestras relaciones: corporativas, sentimentales, laborales, familiares o de cualquier tipo.  Esperamos ser los más importantes  y que una persona o entidad le imprima la misma energía que nosotros a la relación; aunque sabemos que nadie es indispensable y que tenemos remplazo al existir otros(as) que exigen menos, tienen más dinero, son más atractivos o simplemente tienen más suerte.

Nos duele no ser exclusivos porque le tememos al rechazo, un primo hermano del fracaso, esa terrible invención humana. 

 Alguna vez un niño que montaba patineta con un grupo de amigos dijo "Fall to learn, learn to fall". 

Para poder aprender a caer debemos quitarnos esa coraza de dureza que solemos llevar puesta y apostarle a ser vulnerables, a actuar sabiendo que en cualquier momento alguien o algo puede exprimir nuestros sentimientos al hacernos caer en cuenta que no somos exclusivos.  Esa sensación nos suele dar duro, porque en esas ocasiones el ego sale a la superficie a reclamarnos.

Si seguimos tratando de ser exclusivos, de ir a la fija, de incurrir en el menor error a causa de nuestras acciones, más duro nos dará la pérdida de exclusividad.

martes, 15 de septiembre de 2015

"Tu cabecita recostada en mi pecho"

Los hechos expresados en este relato, aunque no lo parezcan,  son producto de la realidad, que, a veces, supera a la ficción.

El sábado pasado en compañía de un café y luego de unas cervezas más una picada, Begonia, una amiga que claramente tiene otro nombre, me narró un evento de su vida sentimental que no concluyó de forma satisfactoria.

Begonia conoció hace un par de meses a un tipo que parecía ser el indicado, si no para toda la vida, por lo menos para compartir unos buenos momentos de esta a su lado.  Se conocieron, salieron con frecuencia y todo indicaba que la relación iba por buen camino.

Marco Aurelio (creo que nunca supe como se llamaba el tipo, pues la verdad es un dato completamente irrelevante) acaba de salir de una relación, y estaba, lo que se denomina "Libre".

Un día Marco Aurelio llegó a la casa de Begonia, se acostó en su cama y ella se recosto encima de él, al tiempo que intentaba iniciar una conversación.  Ese día Begonia notó que él estaba muy distante.  Ella, de forma muy directa, le preguntó que qué era lo que le pasaba.  Marco Aurelio comenzó a hablar:

"Mira, lo que pasa es que hable con Camila (nombre aleatorio que llega a mí cabeza en este momento) y quiere que volvamos. Es más, ella me hizo una presentación dónde evaluó los aspectos positivos y negativos de nuestra relación y como podemos mejorar los segundos a futuro" 

Marco Aurelio, no feliz de haberle soltado semejante bomba a Begonia, tuvo el descaro de sacar su celular y mostrarle la presentación mientras la rodeaba con sus brazos.

Al terminar, y después de que Begonia le dejó claro que ya no podían seguir viéndose, Marco Aurelio tuvo la delicadeza de hacerle la siguiente pregunta:

"¿Puedo quedarme aquí con tu cabecita recostada en mi pecho, por ahí una medía hora más?"

Begonia pensó en responderle:

" ¿Y también quiere que se lo chupe?"

Queda claro que Begonia no desperdició media hora más de su vida recostando la cabeza en el pecho de ese Coelho en potencia.

Después de reirnos sobre el incidente y otros detalles muy particulares de Marco Aurelio, llegamos a la conclusión de que muchas veces, con respecto a nuestras situaciones sentimentales, actuamos únicamente con el fin de no perturbar el status-quo, pues nos aterra profundamente el cambio, incluso cuando sabemos que este podría traernos algo bueno.

Marco Aurelio efectivamente sentía algo por Begonia, pero decidió ir a la fija y seguir caminando en el conocido terreno de su anterior relación, bien lo dijo Rebecca Solnit:


The things we want are transformative, and we don’t know or only think 
we know what is on the other side of that transformation. LOVE, wisdom, 
grace, inspiration—how do you go about finding these things that are in some 
ways about extending the boundaries of the self into unknown territory, about
 becoming someone else?
- A field guide to getting lost -



viernes, 11 de septiembre de 2015

11:53 p.m

Hace solo unos segundos era esa hora, ahora, aunque suene un poco redundante, ya son las 11:54, datos, me imagino, de poca importancia para usted estimado lector.  El punto es que titulé esta entrada así, porque quería escribir algo hoy,y pues al estar al filo del siguiente día (11:57 p.m ahora) si no le daba cualquier titulo a esta y  la publicaba, los 7 minutos restantes del día no me  habrían alcanzado y, seguramente, me pasaría al siguiente día, tan fácil como pasar la página de un libro.  Ya son las 12;00 a.m del sábado.

El punto es que acabo de llegar a la casa, es decir, llegué a las 11:53 p.m y quería escribir algo, hoy, digo, ayer. Tenía pensado hacerlo ayer, pero a veces las ocupaciones atropellan nuestros planes.  No quería narrar nada en particular, sólo escribir algo.  

Ahora son las 12:04 a.m y pienso que en 6 horas tendré que despertarme.  Ojalá me agarré el sueño rápido, pero como siempre llega un conflicto (también quiero leer) a tirarse los planes,  lo más probable es que agarre el libro, que el sueño me venza y que un golpe del libro mí cara, al ser incapaza de sostenerlom me despierte, y me sienta un poco tarado. Entonces trataré de obligarme a leer un poco más, y mientras lo hago me daré cuenta, que no le estoy poniendo mucha atención a la lectura.  Cerraré el libro, daré media vuelta y nuevamente esperaré a que el sueño logre agarrarme.

Puede entonces que logre dormirme si mis pies no están muy fríos, de ser así, tendré que esperar a que se me calienten para poder hacerlo, yo sé, mañas o manías estúpidas que uno adquiere.  También es posible que tenga los pies muy calientes y me tenga que echar agua helada en ellos.  Una situación de temperatura corporal completamente ambigua, pero ya ve usted , cada quien con sus rituales extraños.

Como tercera opción podría presentarse lo que yo denomino "el cansancio fantasma", dónde uno cree estar cansado, se acuesta para dormir plácidamente y al cabo de una hora uno se encuentra dando vueltas en la cama sin lograr encontrar ninguna posición agradable y lejos de sumergirse en el sueño.

Lea el primer párrafo de esta entrada como si hubiera sido escrito ayer y los restantes como si hubieran sido escritos hoy.  Son las 12:16 a.m, me voy a luchar con mi sueño y la temperatura de mis pies.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Búsqueda extraña

Hoy necesitaba buscar un correo y de acuerdo a las palabras que escribí en la barra de búsqueda, de forma extraña di con los mensajes de una exnovia.  Aunque, claramente, no era la información que quería encontrar, me dio por revisarlos.

Me encontré con palabras de parte y parte, llenas de amor y positivismo, que me hicieron recordar lo bien que me sentí en ese momento.  Creo que si para algo sirve ir al pasado es precisamente para eso, para tomar breves bocanadas de felicidad, tranquilidad y/o cualquier otro  buen sentimiento que nos alegra por un par de  segundos, como me ocurrió en esta ocasión.  Lo malo es quedarse patinando en él, pues es justo ahí cuando llega la nostalgia y lo patea todo.

Todo esto me hizo pensar en que todo es cambio.  Aunque creamos tener relaciones perfectas, trabajos estables, etc. todo siempre está en constante movimiento, y por eso lo primero que debemos hacer en cualquier situación que se nos presente  es relajarnos, o el go with the flow que dicen los gringos.

Los mensajes que leí me hicieron repasar rápidamente varias relaciones que he tenido.  Me acordé también de otra exnovia a la que le dije que nunca la iba a olvidar y que siempre iba a ser muy importante en mi vida.  En medio de esa euforia enceguecedora, le dediqué la canción By your side 

"When you feel your heart is breaking
When all your friends are faking
When its giving and no taking
I will be by your side"

Decirle a alguien que uno no lo va a olvidar es redundante, pues siempre recordaremos a todos los que se nos han cruzado por el camino, independiente de como nos hayan tratado.  Lo de "siempre serás importante" si es más bien una mentira, porque está claro que nunca es así, y que la gente va y viene como cambiarse de medias. 

Todo esto, en medio de lo independiente de los temas, me ayudo a a mirar desde otro punto de vista y entender , un tema que me machaca la cabeza desde hace un par de semanas.

Finalmente no encontré el mail que estaba buscando. al final olvidé la búsqueda y  me entretuve  con un par de páginas. 

martes, 8 de septiembre de 2015

Arreglos temporales

A veces me gustaría entender cómo funciona el cerebro. Por ejemplo,  ¿Cómo se nos aparece un pensamiento?  ¿cómo, de un momento a otro, nos surge una idea en la cabeza, recordamos una que  sucedió o bien nos enredamos pensando en otra que queremos ejecutar a futuro?

Hoy me desperté de un momento a otro. Abrí los ojos, miré la hora, espere un rato a que  sonara la alarma, espiché un botón para que la chicharra dejara de sonar y antes de caer en el engaño de "5 minutos más" me llegó a la cabeza  una frase de la canción "No pressure over cappucino" de Alanis Morissette:

"You will learn to lose everything
we are temporary arrangements"

Supongo que para vivir tranquilamente, a eso es a lo que debemos apostar; no rayarnos la cabeza con asuntos que repasamos una y otra vez, sino darnos cuenta que de cierta forma no somos tan importantes y por ende tampoco lo es nuestra existencia y lo que sea que hagamos o no. 

Si miramos todo el tiempo que la raza humana lleva en el planeta, evolucionando o, como parece ser en estos días, yendo para atrás,  nuestra vida y a lo que cada uno se dedica no deja de ser más que un mísero punto en el espacio, una miga de comida a punto de ser tirada al piso con el dorso de la mano.  

En nuestro afán de grandeza, nunca somos conscientes de que sólo somos arreglos temporales, y que nuestro paso por la tierra es efímero; de ahí la importancia de hacer algo que valga la pena. 


"God bless you in your travels,

in your conquests and queries"
- no pressure over capuccino -

lunes, 7 de septiembre de 2015

Con hielo

"Con hielo por favor porque al clima sabe horrible".  Eso fue lo que le  dijo  una mujer, el viernes pasado, a la cajera de un café.  La mujer quería tomarse una Coca Cola al clima que no fuera dietética, y parece ser que tomársela con hielo le quita lo horrible que pueda  tener esa bebida.

Yo, de manera similar a la mujer suelo ponerle hielo a cualquier bebida, no porque me sepan feo, sino porque así me he acostumbrado.  A diferencia de ella dejé de tomar Coca Cola desde una vez que la probé en cine y me supo condenadamente dulce.  En esa ocasión intenté darle otro par de sorbos, finalmente no me aguante el sabor  y salí a comprarme una botella de agua sin gas, para tener con que pasar el perro caliente y las crispetas. 

Creo que le pongo hielo a cualquier bebida, porque muchas veces me siento acalorado, situación que espero sea diferente a tener calores. Me tranquilicé al revisar la definición de calor dada por los eruditos de la RAE, pues la palabra cuenta con varias definiciones.  Existen el calor: Atómico, canicular ( ¿que diablos será eso?), latente, natural y negro. Queda claro que para otras personas también existe el singular femenino "La calor". 

Se me ocurre entonces que también debería existir un calor relacionado al uso del hielo para enfriar bebidas y que estas no sepan "horrible"  ¿Qué tipo de nombre cree usted que debería levar esa nueva especie de calor?

viernes, 4 de septiembre de 2015

No entender

Cuando voy caminando por la calle a veces veo, por lo general en las esquinas, a un grupo de hombres con cascos de la empresa de teléfonos,   que tienen destapada alguna caja.  Uno de estos suele sostener un aparato que conecta  a esa maraña de cables, que al parecer le da lecturas de algo.

Mientras tanto los otros hombres revolotean a su lado, pues parece que el que lleva el aparato simplemente por  tenerlo en sus manos y dictar las medidas que le va dando, se auto-acredita como el líder del grupo. 

Siempre he pensando que en esos grupos, como en cualquier otro de la vida, por más serio o informal que sean, hay una persona que no entiende nada de lo que está ocurriendo.  Es ese funcionario que lleva el casco y responde con sonrisas y monosílabos, mientras espera que sus colegas no le pregunten nada, que pueda evidenciar su falta de entendimiento.

 ¿Por qué? porque vivimos en una sociedad que castiga el no entender algo y premia al "pilo", a aquellos que supuestamente tienen el conocimiento, pero  ¿y qué carajos es saber? o más bien   ¿Por qué tenemos que entenderlo todo?   ¿Por qué simplemente no podemos decir que somos ignorantes en cuanto a algo y ya?

Entonces muchas veces solo fingimos entender, cuando la verdad estamos más perdidos que el berraco (un primo cercano de Lindbergh).