jueves, 17 de diciembre de 2015

Delitos mentales

Camino hacia mi casa, como siempre, mirando hacia el piso.  Apenas cruzo la 11 subo la mirada y alcanzo a frenar para no estrellarme con un policía que lleva puesto un chaleco verde fosforescente.  Ejerciendo su autoridad, extiende la mano derecha y mostrándome su palma hace que me detenga.  "Buenos días Caballero,  ¿me permite su cédula por favor?"  Más que un favor está claro que es una orden.  Por un instante pienso en responderle "¿Para qué la quiere?" pero inmediatamente desecho mi actitud alevosa, meto la mano en mi bolsillo, saco la billetera, busco  y le entrego la cédula.

El policía la toma, la sostiene con sus dedos pulgar e índice, mientras ingresa mí número de identificación en un aparato que parece un datáfono, con el fin de averiguar si tengo alguna deuda con la justicia.

"Señor, usted no cuenta con ningún delito físico, en cambio si veo que tiene un sinnúmero de delitos mentales"

"Sonrió y le pregunto que  qué quiere decir" Serio, me mira a los ojos y con odio, creo, me responde:

"Aquí aparece que alguna vez ha recreado el asesinato de una persona en su mente"
" ¿Cómo?" le pregunto
me puede decir quien es el señor "Fabio Duarte" y la señorita o señora Pamela Cáceres?

Apenas escucho los dos nombres, los recuerdos me comienzan a envenenar el alma.  "Fabio  fue un gran amigo mío y Pamela es una exnovia" le respondo.

" ¿Y por qué ha pensado, más de una vez,  en matarlos?

"Siempre ha sido cuestión de los tragos oficial.  Casi le digo "mí oficial" para fingir gran respeto y así ganar su confianza, usted sabe que uno no piensa bien con el cerebro nadando en licor.  Otra vez sonrío mariconamente, siempre lo hago cuando estoy nervioso. Imposible decirle la verdad.  Hace dos años el cabrón de Fabio, mi mejor amigo en ese entonces, me quitó a mi novia, la boba perra esa de Pamela. 

Por un par de segundos ninguno dice nada.  Decido hablar y le pregunto, pero dígame mi agente, ¿mi agente? se me están acabando los sinónimos de policía, pienso,  ¿Quién no ha cometido nunca un delito mental?.

Parece que responde mentalmente mi pregunta, me devuelve la cédula y me dice: "Muchas gracias, siga su camino".  También le doy las gracias y agradezco que no me haya requisado, al dar vuelta a la esquina acaricio la hoja del cuchillo que llevo en el bolsillo de mi chaqueta.

Hoy si mato a uno de esos hijueputas.


miércoles, 16 de diciembre de 2015

Segundos de vida

Ayer, cuando me encontraba sentado en mi escritorio, escuché a lo lejos la sirena de una ambulancia. cuando estaba muy cerca, me di cuenta que, adicional al ruido de la sirena, una mujer, quién sabe si era la chófer o el copiloto, iba hablando, más bien gritando, por el parlante unas palabras que no alcancé a entender.

La mujer seguramente estaba pidiendo que le abrieran paso a la ambulancia. Me impacto mucho la angustia de su voz,  ¿Quién iba en la ambulancia?  ¿Para donde iban?  ¿Llevaban a un herido de gravedad, o apenas se trasladaban al lugar del accidente?

Todo esto me hizo pensar en el accidente que me dejo el "Amable recordatorio".  Lo poco que recuerdo de ese día, son unas imágenes borrosas cuando me llevaban en una ambulancia hacia el hospital.  Alguien, me imagino que un enfermero, me miraba a la cara, pero no recuerdo como eran sus facciones.  Creo que sostenía una bolsa de suero o algún liquido que me habían conectado a las venas.  Lo que si recuerdo claramente de ese día, era el sonido de la sirena de la ambulancia y la gran velocidad a la que iba.

Cuando finalmente el la ambulancia se alejó, y ya no escuché más la voz de la mujer, pensé en como la vida siempre presenta desequilibrios.  Tal vez , por razones que son imposibles de explicar, le estaba robando a esa persona que iba en la ambulancia, algo de  "normalidad" en su día.  De pronto yo no necesitaba toda esa tranquilidad, que por algún motivo me cayó el día de ayer.  Las sirenas de las ambulancias siempre me hacen pensar que  vamos por ahí  y que solo disponemos de unos segundos de vida.  


martes, 15 de diciembre de 2015

Tinto

Cada uno tiene diferentes  rituales  en el día.  Uno de mis favoritos es prepararme el tinto en las mañanas.  A pesar de que no me demoro más de 2 minutos haciéndolo, es una actividad con la que me concentro bastante y  siempre encuentro mucha paz.  La asocio con meditar, en el sentido de estar presente  y despejar la mente.

Servir la cantidad exacta de agua en el pocillo, vaciarlo en la parte inferior de la cafetera Italiana (Hace poco una amiga me dio clases sobre los diferentes tipos de cafeteras), colocar el filtro en forma de embudo, abrir el recipiente del café molido y aspirar su intenso aroma, medir la cantidad de café necesaria (paso crucial pues debe ser exacta para que no quede ni muy cargado ni muy aguado), enroscar la parte de arriba con la de abajo. 

Prender la estufa, colocar la cafetera encima del fogón y esperar un poco más de 5 minutos a que el agua ascienda y la cafetera comience a hacer ese ruido tan característico, como si alguien estuviera haciendo gárgaras en un baño con eco.  ¿Cómo no encontrar paz preparando y tomando tinto?

Lo que realmente mueve al mundo no es el  amor, ni el dinero, sino el primer tinto del día.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Mi primera vez

En estos días he comido varias veces sushi, un  plato que siempre me trae buenos recuerdos.  A María la conocí en el matrimonio de un amigo.  Ese día ella llegó tarde y se sentó atrás, diagonal a donde yo había quedado ubicado.  Me la pase mirándola durante toda la ceremonia.  Para el almuerzo no hubo puestos fijos, una gran ventaja pues siempre es bueno que a uno no lo sienten con un par de tíos.  Me senté en una mesa con unos amigos, y al rato ella llegó y se sentó a mí lado.  Tiempo después me confesó que lo había hecho a propósito. "Si me mira tanto, pues me le voy a sentar al lado", fue lo que pensó en esa ocasión.

Para esa época yo no había probado nunca el sushi, simplemente porque no concebía comer algo "crudo".  La primera vez que salimos, María dijo que eso era lo que quería comer y yo no le dije nada.  Ya no recuerdo quien hizo el pedido en el restaurante, me imagino que fue ella, pues yo no tenía idea alguna acerca de los diferentes rollos. 

Esa fue mi primera vez con el sushi, y desde ahí me aficioné mucho a esa comida.  Con María salí un poco más de 4 meses, y al final las cosas no funcionaron porque muchas de nuestras ideas e ideales iban en contravía.  De todas maneras debo darle las gracias por haberme presentado el sushi. 

domingo, 13 de diciembre de 2015

Eternidad

Hoy me quedé dormido sin habérmelo propuesto. Me senté a ver televisión y de un momento a otro me agarro el sueño, cerré los ojos y me desconecté.  Una vez, en un viaje  que hice a Cartagena con unos amigos,  le dije a uno de ellos, después de un almuerzo, que tenía ganas de dormir, el me miro extrañado y respondió: "Para dormir la eternidad".  En lo "simple" de su respuesta, me imagino que hacia referencia a la muerte, lo importante que es  aprovechar cada momento que tenemos de vida y, obviamente, no desperdiciarlos durmiendo.

Eternidad, sin entrar en aguas religiosas, es una palabra que siempre relaciono con aburrición.  Creo que la definición de la RAE me da la razón: "Perpetuidad sin principio, sucesión ni fin." Es como sentarse desnudo en cuarto vacío de paredes blancas, sin nada a la mano con que distraerse, como una sala de espera de una peluquería sin revistas de chismes de farándula.

En algún lugar de mi mente tengo guardada otra frase que leí hace mucho tiempo, quizás cuando era niño: "Dormir es morir un poco".  Si la eternidad consiste en dormir, de pronto no es tan aburridora como me la imagino.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Frío

Eso es lo que siento ahorita, mucho frío.  El frío no es bueno ni malo, como siempre todo se resume al punto de vista, existirán aquellos que adoran el frío y aborrecen el calor y viceversa, pero al final nadie tiene la última palabra acerca de cómo deben ser las cosas.

Se supone que el frio acaba con las cosas.  Un amigo se va a separar porque su relación se enfrió, pero igual el calor también achicharra las cosas y termina por consumirlas.  Supondría uno entonces que lo mejor sería andar en una zona tibia, para así alejarnos de esos extremos que congelan o queman cualquier asunto en nuestras vidas.

Tal conducta sólo le apostaría al conformismo, pues lo que creo que ocurre es que en realidad tenemos miedo de irnos hacia  los extremos, pues  sabemos que el calor o el frio nos esperan con los brazos abiertos. Por eso  preferimos andar tibios, conducta que nos lleva a la indiferencia y al letargo, es decir, a vivir como zombies que no cuestionan nada, y que se dejan llevar a punta de los empujones (me parece mejor la palabra trancazos) que nos da la vida.

Quemarnos o congelarnos tiene su lado positivo, pues seguramente son estados que aparte de las cargas emocionales con las que irrumpen, nos hacen sentir vivos. 

jueves, 10 de diciembre de 2015

El viernes del año

Hablando hoy con un amigo, en algún momento de la conversación mencionamos como los meses se pueden agrupar y así corresponder  los días de la semana.  En esta clasificación Diciembre está solo y representa al Viernes.

Mientras esperábamos a otra amiga nos sentamos en un Juan Valdez y mi amigo me dijo, debido a otro tema que habíamos tocado hace poco, " ¿A cuantas personas no le habrán terminado en este café?".

Diciembre definitivamente es un mes que potencializa la alegría y la nostalgia, donde lo ideal sería experimentar la primera, y que la segunda hiciera la menor presencia posible.  Lo malo es que si se nos presenta alguna desgracia o contratiempo en medio de esa euforia decembrina, la muerte de un ser querido, terminar una relación, etc. dejamos que dicho evento y todos los sentimientos que lo acompañan se apodere de nosotros y nos sentimos como la persona más desdichada del planeta.

Mi amigo me contó la historia de una mujer a la que el novio, después de dos años de relación, le  terminó unDiciembre 15.   La lógica, de la mujer en ese entonces fue: "¡Mucho Hp!  ¿dos años juntos y decidió botarme un Diciembre?  ¿Por qué no se espero hasta el 6 de Enero?

Esto nuevamente confirma que suponemos erroneamente que en Diciembre debemos estar felices en todos los planos de nuestras vidas.  ¿Qué diferencia tiene el que ese hombre le haya terminado en Diciembre o Enero? imagino que el efecto Psicológico de acabar una relación en  el primer mes del año es mucho menor, pues resulta obvio que Enero es el lunes del año.