miércoles, 4 de mayo de 2016

Sin conexión

Desde hace un par de semanas el cable de uno de mis audífonos se daño. ni idea si eraizquierdo o el derecho, de tanto uso ya se les habían borrado las letras R y L y la verdad no sé para que los denominan de esa manera. Ese es uno de esos episodios que denomino: "pequeña desgracia", un post que le debo, estimado lector.  

Al principio logré solucionar el inconveniente moviendo el cable sutilmente hasta restablecer el sonido, pero ayer, después de pellizcar y mover el cable infinidad de veces, finalmente murió.  Ayer decidí  reemplazar ese elemento de mi kit de guerra urbano y mientras caminaba hacia una tienda, relativamente cerca a mi casa, me di cuenta que esa "pequeña desgracia",  sumado a otros incidentes,  me habían fastidiado mucho el caminao'.

Hoy me cacheteé mentalmente para dejar la huevonada, no darme palo y también dejar de jugar al mártir.  La compra de mis nuevos audífonos, fue el comienzo para conectarme de nuevo.  Hoy mejoré la conexión al lograr una entrevista para una crónica sobre el indio amazónico, la cual veía complicada porque no había conseguido a ningún personaje, y sin este, por más conflicto que haya, es imposible contar una historia.

Cuando nos quedamos sin conexión toca mover los cables que nos gustan hasta lograr  restablecerla.


martes, 3 de mayo de 2016

CON (Chief Of Nothing)

Experimentamos una época llena de siglas. CFO, CEO, CIO, COO, CSO, CTO, CISA, CFM; son tan solo unas que comienzan con la letra C y que en la mayoría de casos hacen referencia a la palabra Chief (Jefe, cacique, jerarca, mandamás, el papá de todos, etc.).

 ¿Cuál es ese afán que tenemos de ser  importantes, de estar por encima de otras personas?  ¿Por qué tenemos que mandar?  ¿De dónde nos está llegando ese mensaje?  Todas esas ínfulas de grandeza que experimentamos son causa de una bola de nieve que lleva años rodando cuesta abajo; es lo que nos enseñan desde pequeños y con lo que nos taladran el cerebro hasta que dejamos de existir.

Cambiar esa historia a nivel colectivo tal vez sea imposible porque ya hace parte de nuestro ADN cultural, por llamarlo de alguna manera, pero  ¿qué tal si cada uno trata de despojarse un poco de toda esa basura?.

En la novela juego de tronos de George Martin, Arya la hija de Ned Stark, el primer héroe que se carga Martin en la saga, termina en Braavos.  Es difícil estar en contra de ese personaje, pues es de los "buenos", arrogante e inteligente, pero parte de esa arrogancia viene dada porque es hija quién fue amo y señor de Invernalia, en últimas se podría decir que es una niña malcriada, que se escuda en su apellido cada vez que puede o lo necesita.

En su camino Arya conoce a Jaquen Hegar, un brujo o hechicero o quién sabe qué, quien tiene como misión principal bajarle los humitos a la Stark. En cierto momento de su aprendizaje, Arya comete una falta y como castigo queda ciega. Después de haber mendigado varios días por las calles de Braavos, de acuerdo a la serie de televisión, Arya sostiene la siguiente conversación con Jaquen:

" ¿Quién eres?"
"Nadie" 
"Si la chica menciona su nombre, el hombre permitirá que duerma bajo un techo esta noche"
"La chica no tiene nombre"
"Si la chica menciona su nombre, el hombre la alimentará esta noche"
"La chica no tiene nombre"
"Si la chica menciona su nombre, el hombre le devolverá sus ojos"
"La chica no tiene nombre"
"Ven..."

Cuando Arya comienza a caminar detrás de Jaquen, se agacha para recoger su vasija con limosnas, este le dice:
"Déjala, la chica ya no es una pordiosera"

deberíamos asumir  nuestro mejor  papel de CON para ver mejor y alcanzar eso que tanto queremos. 

lunes, 2 de mayo de 2016

Últimos segundos de vida

La frase "Vivir como si sólo te quedaran unos segundos de vida" no tiene sentido. 

Supongamos que uno sabe que le quedan unos segundos de vida,  ¿De cuántos estamos hablando?  ¿10 15, 17872627863878687? A todos nos quedan unos segundos de vida, lo complicado es saber cuantos, pues como dice la letra de una canción de Iron Maiden: "Tan pronto nacemos comenzamos a morir". Yo siempre he asociado la palabra segundos con un tiempo muy corto, digamos 30. 

Supongamos que uno va a una consulta y el médico que lo atiende, después del chequeo de rutina, de respirar profundamente un par de veces  y explusar el aire, y de que toquen el estomago como buscando algo dentro, un alien o qué se yo; nos mira seriamente y dice: "Le quedan 30 segundos de vida".  

¿Qué carajos alcanza a hacer uno en ese tiempo? digamos que agarrar el celular y llamar a alguien,  ¿pero  qué le vamos a decir a esa persona? "Hola llamo para contarte que me quedan 11, 10, 9, 8... ?  ¿Quién le va a creer uno semejante vaina? y ahí se fueron nuestros últimos segundos,  ¿así queríamos vivirlos?   ¿con un celular en la mano?

La frase hace alusión a que uno debe vivir embriagado de su pasión, hinchado de felicidad y demás cosas bonitas que esconden esas palabras.  Si es así  ¿Cómo va a hacer uno eso en tan poco tiempo?

La frase se queda corta porque no existen esos últimos segundos de vida.  Está esta última y de repente llega la muerte y la corta de un tajo certero.  Estoy yo escribiendo estas palabras y de repente un meteorito me impacta la cabeza o me falla algún órgano vital y ni modo de darse  cuenta que solo quedaban unos segundos de vida.

sábado, 30 de abril de 2016

Leer para no tener hijos

Todos los días uno se encuentra con  cualquier cantidad de estupideces en internet.  Lo mejor es no prestarles atención y dejar que resbalen, pero hay unas con las que dan muchas ganas de abofetear a la humanidad entera.  Hoy alguien compartió una foto que dice:

"Leer evitará que creas que tener hijos es lo
 mejor que pueda pasarte en la vida"

Semejantes taradeces me hacen pensar que no sería tan malo que un asteroide desintegre nuestra existencia.  ¿Cómo demonios afirman que leer evitará que uno crea eso?,  ¿Con qué derecho se recuestan sobre la lectura, una de las actividades más puras de la existencia humana, para utilizar ese tufillo intelectual y juzgador? 

No sé por qué nos cuesta tanto entender que si unos quieren algo, otros pueden querer lo exactamente opuesto.  Maldita sea nuestra intolerancia, desgraciado nuestro único y pobre punto de vista. 

 A algunos le gustan los youtubers a otros, como a mí, no; a unos les gusta Petro a otros no; lo mismo con Peñalosa, a unos le gusta piense cualquier cosa y a otros no, así hasta llegar a que a unos los hijos le parecen lo máximo en la vida y a otros no; pero lo que a uno le parezca, solo por ese hecho, no se convierte en verdad absoluta. 

No sé para que me desgasto escribiendo sobre esto si ya personajes ilustres como Paul McCartney  lo han dicho: "Live and Let Die". Así y todo continuamos sordos e inmersos en nuestras paranoias y demás delirios mentales.

"Isn’t doing whatever you want, whatever you enjoy, 
whatever brings you pleasure, one of the greatest gifts that
 life has to offer?"
- Let Him Rest, was Gabo an Irishman -

viernes, 29 de abril de 2016

12 años

12 años pasaron para volver a encontrarme con la flaca, apodo que de inmediato me trae a la cabeza la canción de Jarabe de Palo, con la diferencia de que  no daría lo que fuera por uno de sus besos.  Es una gran amiga.  

Una jarra de cerveza nos soltó la lengua y tratamos de actualizarnos en todo lo que ha pasado en nuestras vidas en ese tiempo.  Al final, como suele suceder, las historias sobrepasaron a la bebida, y mientras caminábamos con unas fastidiosas  gotas de lluvia que nos golpeaban la cabeza, no encontramos ningún lugar abierto, para esperar concluir una de esas charlas que no tienen fin.

Era Jueves, o Juernes como a veces se le dice tontamente, pero el sector por el que caminábamos parecía un pueblo fantasma.  De seguro nos faltaron muchos temas por tocar, pero me gusta cuando uno vuelve a ver con una persona después de mucho tiempo, y parece que tan solo hubieran pasado un par de horas dese el último encuentro.

Todavía no logro ubicar en mis recuerdos esa parranda vallenata en su apartamento, al que no le cabía una persona más, pero, a futuro, vislumbro más jarras de cerveza con ella.

miércoles, 27 de abril de 2016

Tsundoku

Otra palabra japonesa imposible de traducir, que se deriva de Tsumu (apilar) y Doku (leer), y que hace referencia al acto de comprar libros y apilarlos.  

Mi biblioteca es más bien pequeña y aunque no presento Tsundoku crónico, si se puede utilizar tal expresión,  me aterra pensar en desprenderme de algún libro. También me da ligera angustia al saber que no voy a poder leer todo lo que quiero en lo que me queda de vida, y que nunca conoceré novelas fascinantes que fueron escritas mucho antes de haber nacido.

Supongamos que alguien por X o Y razón, qué sé yo,  ganarse el baloto sin comprarlo, por ejemplo, se puede dedicar a leer libros. En esa situación ideal estimo que uno se podría leer 3 libros por semana, lo que equivale a 156 libros al año.  También supongamos que esa persona esquiva a la muerte hasta los 80 años, a y que a  esa edad todavía le funcionan los ojos.  Para reforzar la fantasía, también piense,  estimado lector, que el personaje ni siquiera se  va despegar de los libros  en su lecho de muerte.

Dadas esas condiciones el número de libros leídos por esa persona a lo largo de su vida  ascendería aproximadamente a 10608, teniendo en cuenta que el personaje se aficionó a la lectura de forma enfermiza desde los 12 años.  También debemos suponer que adquirió una herencia, porque no creo que a las personas de esa edad les interese comprar el baloto.

Imagino entonces al individuo de la situación que describo, rodeado de miles de libros, leyendo el  libro número 10609, en una escena muy romántica en la cual termina el libro justo cuando exhala su último aliento, en fin.

La pregunta es ¿Para qué atesorar los libros?  Está claro que algunos poseen, más allá de relatos, un valor y significado emocional que solemos darles a los objetos, pero no todos pueden significar lo mismo. Alguien tal vez podría responder "Pues para volverlos a leer", pero  ¿a quién se le ocurre releer libros con todo lo que hace falta por leer y con la chicharra de la muerte a punto de sonar en cualquier momento? 

Hace dos años fui a una reunión de intercambio de libros.  La idea era llevar un libro que a uno le hubiera gustado mucho  y que de cierta forma doliera desprenderse de el.  Al principio dudé mucho  sobre cual llevar y pensé en deshacerme de uno que no me hubiera gustado tanto. Al final cambié de opinión y llevé el Sputnik Sweetheart, que es la novela de Murakami que más me ha gustado hasta el momento. 

¿Cuál será realmente el placer que encontramos en el, o al Tsundoku?

martes, 26 de abril de 2016

Paranoia

Pinche acá para escuchar la banda sonora de este post. (Mejor dele clic derecho/abrir en una pestaña nueva estimado lector)
_________

"Deje de ser paranoico (a)" es una frase que me han dicho y que también he utilizado varias veces. Como ya lo he dicho todos estamos fritos de la cabeza y utilizamos el trabajo, la religión, el sexo, el estudio, el deporte, y otras válvulas de escape para que no se nos note. 

Entre los diferentes estados mentales que, aunque no nos demos cuenta, experimentamos se encuentra la paranoia. De un día para otro cambiamos nuestra manera  habitual de comportarnos con las personas, independiente de si son amigos de toda la vida,  nuevos o viejos conocidos.  

De repente nos crecen ciertas ideas en la cabeza y le cogemos rabia a las personas y a la existencia entera, sólo porque sí, porque a la larga  nos domina  más un cóctel  de hormonas e impulsos cerebrales que nuestra voluntad.

Cuando algo no nos sale bien, y luego de cogerle rabia al mundo entero, nos refugiamos en la paranoia.  Nos llenamos la cabeza de hechos que no existen, y nos contamos cualquier cantidad de historias.

Las historias que nos contamos falsas o ciertas, siempre 
son reales.  Actuamos de acuerdo a su realidad. 
- Maria Popova -

Tal vez lo mejor que podemos hacer, así nos duela, es dejar que esas ideas paranoicas nos resbalen; algo jodido pero ahí se encuentra el quid del asunto.