jueves, 30 de julio de 2015

Festivos en Colombia

No sé por qué cuando me voy a enviar un mail a mi mismo desde mí celular apenas escribo mi correo y lo selecciono, el nombre que sale es "Festivos en Colombia".  Cuando me dí cuenta de esto me acordé que en la universidad una buena amiga, apenas nos estábamos conociendo, me llamaba "Jolgorio". Una vez le pregunté por qué me llamaba así, y su respuesta fue que yo andaba de fiesta por la vida.

Solamente ella me llamaba así, hasta que Felipe, otro amigo, se dio cuenta y le pareció muy gracioso de ahí en adelante el me puso de apodo "Jolgo" y así me quedé.  Una vez, en la única clase que vi con él nos tocó hacer un trabajo en grupo.  Al momento de sustentarlo, recuerdo que yo comencé a hablar, hasta que no supe o no tenía nada más por decir.

Un silencio incomodo hizo presencia mientras el profesor experimentaba mi mudez.  En ese momento Felipe entró al rescate, e instintivamente dijo "Si profesor, como "Jolgo" decía lo que quisimos hacer en el trabajo...".  Apenas dijo eso, yo volteé a mirar al profesor y vi que hizo una mueca de no entender nada.  Felipe ni siquiera se dio cuenta de que no me había llamado por mi nombre, pero comenzó a hablar tan rápido y con tal propiedad, que el profesor no pudo preguntar nada acerca de "Jolgo".

No sé que fue lo que hice para que mi amiga me comenzara a llamar así, pero siempre me ha gustado la definición "De Fiesta por la Vida".

 Todos deberíamos ser un jolgorio y andar, de acuerdo a los eruditos de la RAE  de "Regocijo, fiesta y diversión bulliciosa" por la vida por más jodidos que creamos estar.

miércoles, 29 de julio de 2015

Ese tipo de personas

Existen ese tipo de personas que se quedaron viviendo en las pataletas de la adolescencia, que les cuesta aceptar que no todo puede ser como ellos quieren, y hacen hasta lo imposible por torcer cualquier tipo de plan  hasta que tome el rumbo que ellos desean.  

Ellos, me imagino que por alguna extraña conexión neuronal en su cabeza o una combinación errónea de enzimas y sustancias químicas en su cuerpo, suelen creerse superiores que los demás, pero esa superioridad de nada les sirve cuando alguien confronta sus ideas, pues se encierran en su punto de vista como si este fuera la última verdad revelada. 

Ese tipo de personas suelen ser negativas, mas agrias que un limón e inclusive, sin conocerlas y solo con verles la cara, uno las detecta porque desprenden algo negativo,  no sé, llámelo aura,  energía, tumbao', etc.  y se nota a leguas que vibran en una frecuencia diferente a la de mayoría de personas, y que sólo se entienden ellas solitas, pues andan de pelea con el mundo entero. 

Lo mejor, apenas uno detecta ese tipo de personas, es alejarse de ellas e intentar por todos los medios no caer en sus garras para no contagiarse de su negativismo. Entre más tiempo pase uno cono ese tipo de personas, más dificil resulta desprenderse de ellas.  Hágalo ya, estimado lector, o asuma las consecuencias de andar con ellas.

martes, 28 de julio de 2015

A medias

Hace unos días, mientras comía con mi hermano, en un momento de la conversación tocamos el tema de la tecnología.  Yo expuse mi punto de vista y dije que a veces me aburre que exista tanta, y como escribí hace algún tiempo, creo que  nos preocupamos demasiado por esta y  a veces nos abruma; mientras todavía existen varios problemas que necesitan una solución rápida; por ejemplo, la desnutrición infantil.

Mi hermano me dijo que si me parecía tan aburridora la tecnología, debería actuar de acuerdo a mis pensamientos y no utilizar smart phone.  Fue un punto válido, y que por un segundo me dejó sin respuesta. Al rato contesté algo, pero la verdad lo hice para salir de paso, y no enfrascarme en una discusión con él.

En estos día volví a pensar en eso, y creo que muchas veces actuamos a medias, es decir, pregonamos algo, pero en realidad actuamos en contravía de eso que exponemos con tanta propiedad.

De pronto todo funcionaria mejor si no fuéramos tan ambiguos y tuviéramos posturas más radicales frente a diferentes temas. Ahí sigo con mi teléfono celular, de pronto no aborresco tanto a  la tecnología como suelo pensar.

lunes, 27 de julio de 2015

Obvio

Hace dos años tomé un curso de escritura con con Antonio García Ángel.  En Cada sesión él nos dictaba algo de teoría y luego nos dejaba un ejercicio para la casa.  

Una vez yo escribí algo y fui el primero en leerlo. Antonio me dijo sutilmente, y con el buen humor que lo caracteriza, que debía tener cuidado con escribir cosas obvias.  Me dijo que por ejemplo los Beatles ya habían dejado claras muchas cosas en canciones como "The Long and Winding Road" y que no había necesidad, enmascarándolas de diferentes formas, de volverlas a repetir.

Unos días después volví a leer lo que había escrito y si era un texto con ideas obvias y uno que otro cliché, pero   ¿Hasta que punto puede uno ser totalmente original?  ¿Qué ideas realmente podemos decir que no han sido para nada influenciadas por otras ideas, eventos, libros, cosas, novelas, arte, etc.? Yo creo que ninguna, así que la primera idea que se le haya ocurrido a alguien, no sé, diga usted a Adán o a Eva, fue el punto de partida para el resto de ideas sobre lo que sea, que presenta el mundo actualmente.

De todas formas se debe tener cuidado que lo que se escribe, para que no resulte demasiado obvio; puede que ninguna idea sea del todo original, pero fusilar descaradamente  las de otros no tiene mucho sentido. 

viernes, 24 de julio de 2015

Hablar por hablar

Recuerdo que así se llamaba un programa de radio.  El formato consistía en recibir  llamabas a altas horas de la noche, de personas que quisieran hablar sobre lo que fuera.  A veces lo escuchaba; me parecía que la locutora era muy profesional y sabía como tratar con cualquier conversación, por más complicado  que fuera el tema.  A la larga las personas no hablaban solo por hablar, sino que  de verdad querían compartir algo que consideraban importante en sus vidas.

Hoy, en un café, un hombre entró y se encontró en la fila con una mujer, después del saludo para dar inicio a la conversación, él le  pregunto a ella ¿Qué más de cosas? ¿A que carajos hace referencia esa pregunta?   ¿Qué tipo de cosas? Claramente evidencia que no hay interés alguno de hablar con la otra persona y se plantea la pregunta como por salir de paso; el problema es que a la persona a quien se la hacen contesta cualquier vaina para así dar inicio el festival de hablar por hablar.

La pregunta es diferente al bien conocido y trillado  ¿qué más? pues este no encierra aires de seriedad y/o  grandeza, como lo hace la otra pregunta, además  ¿qué es una cosa?  ¿un sustantivo?  ¿una emoción?, no hay nada tan ambiguo como la palabra "cosa" y preguntarle a otra persona sobre las suyas, es como decirle "cuénteme cualquier cosa, valga la redundancia, desde algo supremamente importante en su vida o la pendejada más irrelevante de todas.

Tal vez por eso todo anda patas arriba, porque nos negamos a establecer un contacto realmente humano con los demás y sólo queremos conocer de afán sus "cosas", en una fila de banco, de un café o un supermercado.

jueves, 23 de julio de 2015

Un deseo menos

La mamá de la novia del matrimonio al que fui el Domingo pasado, en cierto momento de la fiesta se acercó a la mesa y nos pregunto si ya habíamos escrito el deseo.  "¿Cual deseo?"  pregunté.  "El deseo para el árbol de los deseos de los recién casados que está allá" me respondió, mientras me indicaba el lugar donde se encontraba semejante invento y me pasaba un papelito aguamarina en forma de corazón, en el cual debíamos haber escrito un deseo para los homenajeados.

Esa madrugada, cuando llegué a la casa, vacié mis bolsillos y apareció el papelito del deseo, que había olvidado por completo.  Ahora no se que hacer con el, obvio que podría cortarlo en mil pedazos, que debe ser lo mismo que hacerlo trizas, y botarlo a la caneca, pero  ¿Qué significaría tal acción?  ¿Cómo saber de que forma afectará, el matrimonio de mi amigo a futuro,  ese deseo que no escribí?

Podría tal vez escribir cualquier deseo, volver al lugar del evento y pedir que lo  llamen para informarle que uno de los deseos  se cayó como cuando una hoja muerta abandona un árbol, y que si quiere puede ir  recogerlo; pero entonces eso significaría que es un deseo muerto.

Una segunda opción sería  volver al lugar y decirle a los dueños de este, que pongan el deseo en el árbol de cualquier pareja de un evento futuro, pero me imagino que no están interesados en hacerse cargo de los deseos de otras personas.

Me preocupa que mi no-deseo deje a medias algún otro  deseo que les escribieron, es decir que alguien les haya deseado: "espero que tengan una familia numerosa", entonces mi deseo habría podido ser "deseo que tengan una casa muy grande para alojar a una familia numerosa".

Creo que guardaré el papelito y llegado el caso en que se vean en un apuro, escribiré un deseo y se lo entregaré personalmente a mi amigo. 

 Árbol de los deseos  ¿Quién se inventa esas cosas?.

miércoles, 22 de julio de 2015

¿Qué nos queda?

A veces me gusta imaginarme escenarios en los cuales me ha caído, como dicen, la roya por completo, es decir, plantearme situaciones donde lo he perdido todo; bueno no todo, pero si eso a lo que usualmente le damos demasiada importancia en la vida: trabajo, dinero, posesiones materiales, etc.

También suelo pensar que a pesar de sentirnos miserables, siempre existirán personas en condiciones peores.  A la larga, lo que siempre ocurre es que somos muy llorones y nos catalogamos como "discapacitados" a pesar de sufrir tan solo leves requebrajos (palabra rara esta) de salud, y tener el placer de los 3 golpes alimenticios por día, que todo ser humano debería poder disfrutar.

Entonces suponga, estimado lector,  que literalmente, se queda si nada en sus manos  ¿Qué nos queda?  Justo ahí nuevamente pienso en la identidad, un tema que me raya la cabeza.  Creo que si llegaramos a experimentar tal situación, solo podríamos aferrarnos a eso que tanto le apostamos en la vida, que cada cual debe preocuparse por establecer y definir, independiente de las circunstancias  y/o momento de vida en que se encuentre.

"And I also know how important it is in life not necessarily to 
be strong but to feel strong. To measure yourself at least once. 
To find yourself at least once in the most ancient of human conditions. 
Facing the blind deaf stone alone, with nothing to help you but your 
hands and your own head."
- Into the Wild -