domingo, 23 de agosto de 2015

Amada mía

La semana pasada salí de afán de mí casa, y se me olvido llevarme el MP3.  Ese día me subí a un taxi que tenía sintonizada una emisora de música romántica.  Por un momento le puse atención a la letra de la canción que sonaba. Esta decía lo siguiente:

"Amada mía, te quiero tanto que sin ti ya no podría
sin tu presencia soportar un solo día"

Después de ese par de frases, el cantante (Sandro), se calla y luego a manera de quejido concluye:

"Porque te quiero, porque me muero si tú me faltas..."

Pienso que esas relaciones enfermizas donde una persona no se puede despegar de la otra nunca terminan bien.  Esa dependencia  no trae nada bueno, sino pura amargura a la persona que, supuestamente, no puede vivir sin la otra.  En parte creo que todo radica en ese sentido de posesión que inconscientemente reclamamos cuando estamos con alguien (MI pareja, MI novia, MI esposa, etc) pues de una u otra forma tratamos de aniquilar la individualidad de la otra persona.

Pero bueno,  ¿Qué se yo o alguien del amor?  Ese también es otro gran problema, creemos tener fogonazos de conocimiento sobre ese sentimiento, que a la larga es tan desconocido y nos raya la cabeza tanto como la muerte.

"I don't care what you think
Unless it is about me
It is now my duty to completely drain you"
- Drain You -

jueves, 20 de agosto de 2015

Orden

Martes. Mientras espero una reunión, quemo tiempo en un café.  Pido un capuccino y una galleta.  Me siento, saco un libro y me pongo a leer.  Después de unos minutos llegan un hombre y una mujer.  Levanto la mirada y ella, que lleva puesto un pantalón y chaqueta negros, y una camisa roja de rayas blancas horizontales o blanca de rayas rojas, que más da, y unas baletas blancas, me parece  terriblemente linda. 

Me recuerda a Margarita, con quien salí un par de veces hace mucho tiempo y, que en ese entonces, me gustaba mucho.  La mujer tiene el pelo negro un poco más arriba de los hombros, una nariz perfecta y piel blanca que combina a la perfección con su pelo negro.

Ella y su amigo se sientan en la mesa de enfrente, y comienzan a hablar.  Nuevamente levanto la mirada  y después de un par de segundos me sostiene la mirada con cara de "¿Se le perdió algo amigo?"  

La miro por un segundo más e intento hacerme el pendejo y disimular,  ¿Qué? nada, era obvio que la estaba mirando.

Decido patearme toda suconversación:

"El man de la mesa de enfrente está muy bueno" le dice a su amigo. 

No, eso me lo imaginé.  Lo que realmente dijo fue "La profesora le dijo a mi primito, 'Juan Sebastián póngale orden a su vida y de paso a su cuaderno  ¿Qué tal esa vieja?'  Hizo una pausa y miró al hombre como esperando a que  interviniera, este no dijo nada.  Ella concluyó diciendo lo siguiente:

"La chimba, a mi nadie me puede decir que le ponga orden a mi vida"

Después de que termino esa frase, no le puse más atención a su conversación, pero si apoyé totalmente su conclusión.   ¿Que carajos es orden?  ¿Que diablos significa tener una vida ordenada? el orden al igual que  lo "normal", es algo completamente subjetivo, que depende enteramente del puto de vista de cada persona pero, como siempre ocurre, muchas veces nos la pasamos etiquetando las cosas o situaciones como buenas o malass; nada que podemos superar esa dicotomía tan destructiva.  

martes, 18 de agosto de 2015

Estar bien

Por defecto estamos "bien". Creo que afirmar eso es bueno pues  aunque, en ocasiones, nos sintamos realmente mal, tomar esa actitud nos ayuda a mirar los problemas desde otro punto de vista.

Por otro lado, están aquellos que siempre juegan al mártir y apenas se les pregunta como estan, sueltan frases  como si estuvieran a punto de recibir un latigazo: "No tan bien como usted, pero ahí vamos. 

Creo yo que algo que nos haría la vida más llevadera sería aceptar cuando nos sentimos mal, cuando sentimos que el mundo o la vida se mueve a una velocidad muy diferente a la nuestra o incluso van en contravía.  Evidenciar nuestra vulnerabilidad es el punto de partida para poder establecer conexiones realmente humanas.

Ayer hable con una persona y esta no me dijo que estaba mal, pero si admitió que estaba en una montaña rusa emocional.  A la larga creo que todos tenemos episodios de bipolaridad y muchas veces nos sentimos así, pero nos aterra admitirlo porque estar tristes no es una opción, y siempre debemos mostrar nuestra mejor sonrisa en redes sociales.  De ahí esos estados de "Soy muy feliz" estoy demasiado feliz" o "soy putamente feliz".

Creo que  no estar bien también es una opción que no tiene nada de malo. 

lunes, 17 de agosto de 2015

Al caer la tarde

Todas las horas de todos los días de la semana son iguales.  Quiero decir que, por ejemplo, las 10 de la mañana de un lunes, son iguales a las 10 de la mañana de un martes, miércoles, o  cualquier otro día de la semana.  Lo mismo ocurre con aquellas horas de las 6:00 p.m en adelante, que le abren la puerta a la noche, excepto con las del Domingo.

Cuando cae la tarde ese día es diferente, o uno se siente diferente, pues por algún extraño motivo nos llenamos angustia y ansiedad.

Una vez en una conferencia, el expositor dijo que el día en que  se suicidan más personas es ese.  Me imagino que a esa hora ya la mayoría no tiene un plan diferente que irse para la casa a descansar.  Posiblemente, a  esa hora, la angustia arremete contra nosotros porque sabemos que al siguiente día nos vamos a sumergir nuevamente en esa rutina que tanto desgasta, o tal vez, esas horas son unas de las pocas ocasiones donde comenzamos a cuestionar nuestra vida, porque de una u otra forma es un momento que nos invita a estar solos y , estar solos, sin hacer nada, es algo que nos cuesta demasiado en una sociedad que gira en torno a la productividad y a andar ocupados todo el tiempo.  Me imagino que es en ese momento que ideas locas sobre la muerte rondan la cabeza.

De todas maneras creo que por más que uno tenga una inteligencia emocional muy elevada, esa lapso de tiempo nunca dejará de hacernos sentir extraños.  Solo queda afrontarlo de la mejor forma posible y apostarle a dormir bien; el  Ctrl-Alt-Supr con el que contamos y que cura casi todo.

jueves, 13 de agosto de 2015

Aceptar nuestra "Fealdad"

Creo que todos andaríamos más relajados por la vida si aceptáramos lo que la sociedad dicta que es feo en nuestros cuerpos:  EL gordo o la llanta rimulera en nuestro abdomen, la papada, los cachetes grandes, etc. Creo que cada persona por más perfecta que la veamos tiene algo que quiere cambiar en su cuerpo, si algo tenemos en común todos es la inconformidad.

Hace un par de semanas, en mi agradable ritual de leer, tomar capuchino y comer algo, en la mesa de enfrente se encontraban 5 mujeres y ninguna, creo, tenía más de 23 años.  Por lo que alcancé a escuchar eran estudiantes de psicología y mientras hacían cálculos de cuanto les faltaba para graduarse, una de ella enfatizó en lo siguiente: "Es que yo ni a bate pienso trabajar en una oficina".  No seguí su conversación, no porque no fuera interesante, sino porque a veces hablaban en clave y reían, sobre temas que solo ellas entendían.

Cuando se iban a ir del lugar, decidieron tomarse una selfie.  Después de hacerlo, una a una se fueron rotando el celular para mirar la foto, hasta que una de ellas, que llevaba puestas unas gafas negras de marco grueso, exigió que la repitieran pues quería una sin las gafas.

Hace poco me tomé un café con un grupo de personas, y alguien le pareció importante que nos tomaramos una selfie.  Nunca me han llamado la atención esas fotos pero, para no desentonar, accedí a la petición de la persona.  La tomamos desde mi celular, y luego de luchar con mi motricidad para que no se me cayera al piso  y tomar la foto, todos la miramos.  En esta ocasión una amiga exigió que la repitiéramos porque según ella había quedado cachetona.

El punto es que deberíamos dejarnos de fijar tanto en como nos vemos o, más bien, como creemos que nos ven los otros, y aceptar esa supuesta "fealdad" que llevamos encima.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Naturaleza

Hace poco conocí a una mujer con una actitud impresionante, que tiene como proyecto de vida trabajar con jardines verticales.  Ella, debido a una experiencia muy personal, logró conectarse a otro nivel con la naturaleza, y cree firmemente que la falta de contacto de las personas con esta, es una de las razones por la que experimentamos altos  niveles de ansiedad y estrés en nuestras vidas. 

Hoy me devolvía a mi casa en un bus y este frenó debido a un semáforo en rojo, en una calle que tiene un separador con un camino de ladrillo y  árboles muy grandes a cada lado. Desde pequeño este lugar siempre me trasmitido buena energía.

Sí me bajaba ahí, me iba a tocar caminar 8 cuadras más.  Así que mire al frente, deseché la idea y me concentré en la canción que sonaba en mi MP3.  El bus continuó quieto; derrotando mi pereza me puse de pie rápidamente mientras evitaba que mi cerebro  me regalara cualquier excusa, timbré y me bajé.

Me puse los sudifonos, y caminé bajo la sombra de esos grandes arboles.  Sentí paz y me divertí mirando a las personas que transitaban por ese mismo lugar.  No sé porque, pero me pareció que iban mas livianos que otros que he visto caminar cubiertos por moles de cemento.

Tal vez fijarnos más en la naturaleza es una manera de contrarrestar nuestras penas.

lunes, 10 de agosto de 2015

No esperar nada

Siempre he escuchado decir a varias personas la frase: "Lo mejor es no esperar nada, así uno no se decepciona".   Esta, en parte, puede que sea cierta, pero no invita a nada bueno, sólo a desconfiar de todas las personas, bien sean amigos, familiares o completos desconocidos.

Creo que Uno, más bien, debería entregarse a lo que hace, pensando que no va a recibir nada: ni reconocimiento, amor, regaños, dinero, nada, es decir, hacer las cosas simplemente porque nos gustan y nos hacen sentir vivos.

El punto es que nos deberíamos enfocar más en encontrar eso: pasión, llamado, vocación, póngale el nombre que  quiera, que nos permita vivir sin esperar nada, pues lo más importante, y en lo que centraríamos nuestra atención  es en la tranquilidad y paz que nos regala el vivir la experiencia de lo que sea que hagamos.

No esperar nada es otro de los tantos artes que nos hace falta refinar en nuestras vidas.