martes, 25 de agosto de 2015

Borracho y endeudado

En una entrada de hace bastante tiempo, escribí sobre los Doppelgänger, esos personajes que se supone son el doble malvado de una persona.  El que yo creía tener corresponde a alguien que vive en Argentina, y del que todavía me llegan facturas donde le cobran la televisión por cable, al parecer mi doble nunca paga a tiempo o siempre le está debiendo dinero a esa compañía.



Ahora parece que uno puede llegar a tener más de un doble.  En estos días me están llegando correos de una empresa de Licores, la que al parecer (no he entrado a mirar su página) realiza envíos de trago a domicilio.  Primero me llego un E-mail donde me daban la bienvenida, y me indicaban que ahora como cliente registrado puedo acceder a sus servicios: "Carrito Permanente de compra, un libro de direcciones para que el trago llegue a más de una dirección si así lo deseo; un historial de pedidos, y un espacio de opinión; me imagino que será un foro para hablar sobre tragos y también para que las personas no se sientan como borrachos y puedan hablar libremente acerca de su particularpreferencia por las bebidas alcohólicas.


Luego de un par de horas me llego otro correo donde me confirmaron la recepción del  pedido.  Al parecer, la cantidad de trago inicial no fue suficiente para él y hoy, a las 10 de la mañana, mí doble, que se encuentra en Alicante España, nuevamente realizó un pedido.  Después, en otro correo, me indicaron que una empresa de envíos recogió el pedido en las instalaciones de la empresa y que llegará dentro del tiempo estimado a mi casa allá en España. 

Claramente existe una diferencia entre mis dobles: uno paga y el otro no; pero la verdad cada vez  que me llega el extracto de la tarjeta de crédito a final de mes,  me da miedo abrir el sobre, pues creo que me  voy a encontrar con una transacción que mi yo colombiano nunca ha realizado. Nunca pensé en endeudarme y mucho menos convertirme en un borracho, pero ya ven, la vida, como siempre, le bota a uno cualquier cosa. 

lunes, 24 de agosto de 2015

Café y pastel

El domingo pasado después de almuerzo me tomé un café en Juan Valdez.  A veces, mientras espero  el pedido , me pongo a  hojear las facturas que dejan en la barra.  

Recuerdo que hace mucho tiempo compré un libro con ejercicios de escritura creativa y uno de estos consistía en ir a un supermercado a mirar que productos echaban las personas en sus carritos de mercado y, de acuerdo a estos, uno tenía que elaborar un perfil de la persona, e imaginarse como era su vida.

Este fin de semana me acordé de eso, y por eso decidí agarrar una factura. La que cogí, la había dejado un señor que debe estar rondando los 50 años de edad.  El señor a eso de las 2 de la tarde, compró un pastel de pollo y un café late.

Para mí no deja de ser una elección extraña.  Hace mucho que no como pastel de pollo, y si me imagino que me voy a comer uno, no sé porque pienso que un jugo de mora es la bebida más apropiada para acompañarlo.  

Caigo en cuenta que nada está bien o mal y que todo depende exclusivamente del punto de vista de cada uno.  De pronto a ese señor se le hace completamente raro que yo acompañe mi capuccino con una porción de torta de zanahoria; en últimas llego a la conclusión de siempre, cada uno hace y actúa en la vida como se le de la regalada gana.

Tal vez el señor no estaba tomándose el típico café después de almuerzo, sino que ese combo era su almuerzo y ya.  También es posible que ese día su esposa lo dejó y se fue con otro.  El señor se despertó y se encontró sólo en la cama.  Cuando se levantó vio una nota en su mesa de noche escrita a mano y de afán por su esposa; que quién sabe si dentro de poco se convertirá en su ex-esposa.  En esta le decía:

"Paco, por favor no me busques.  Me fui a vivir con Santiago y no quiero volver a saber nada de ti.  Lo nuestro fue bueno hasta que tu decidiste intentar eso con lo que nunca estuve de acuerdo"  

¿Qué fue eso que hizo Paco, que nunca la convenció ? definitivamente un tema que da para escribir otro post.

Paco entonces rompió en llanto (expresión graciosa esta) y se quedó toda la mañana en la cama pensando que era lo que había hecho mal.  Su estomago le pedía a gritos (gruñidos estomacales) que por favor comiera algo. Él, a manera de auto-regaño decidió no comer nada.  

A la 1:30 p.m decidió salir a comer algo.  Se vistió sin bañarse y se puso la chaqueta gris que afortunadamente tenía capucha, ya que mientras caminó hacia el café, una lluvía que a cada minuto aumentaba en intensidad lo acompaño.  Al llegar al lugar y para hundirse más en su nostalgia y los recuerdos de su ex-esposa decidió comprar la combinación que tanto le gusta a ella: Café late con pastel de pollo.

domingo, 23 de agosto de 2015

Amada mía

La semana pasada salí de afán de mí casa, y se me olvido llevarme el MP3.  Ese día me subí a un taxi que tenía sintonizada una emisora de música romántica.  Por un momento le puse atención a la letra de la canción que sonaba. Esta decía lo siguiente:

"Amada mía, te quiero tanto que sin ti ya no podría
sin tu presencia soportar un solo día"

Después de ese par de frases, el cantante (Sandro), se calla y luego a manera de quejido concluye:

"Porque te quiero, porque me muero si tú me faltas..."

Pienso que esas relaciones enfermizas donde una persona no se puede despegar de la otra nunca terminan bien.  Esa dependencia  no trae nada bueno, sino pura amargura a la persona que, supuestamente, no puede vivir sin la otra.  En parte creo que todo radica en ese sentido de posesión que inconscientemente reclamamos cuando estamos con alguien (MI pareja, MI novia, MI esposa, etc) pues de una u otra forma tratamos de aniquilar la individualidad de la otra persona.

Pero bueno,  ¿Qué se yo o alguien del amor?  Ese también es otro gran problema, creemos tener fogonazos de conocimiento sobre ese sentimiento, que a la larga es tan desconocido y nos raya la cabeza tanto como la muerte.

"I don't care what you think
Unless it is about me
It is now my duty to completely drain you"
- Drain You -

jueves, 20 de agosto de 2015

Orden

Martes. Mientras espero una reunión, quemo tiempo en un café.  Pido un capuccino y una galleta.  Me siento, saco un libro y me pongo a leer.  Después de unos minutos llegan un hombre y una mujer.  Levanto la mirada y ella, que lleva puesto un pantalón y chaqueta negros, y una camisa roja de rayas blancas horizontales o blanca de rayas rojas, que más da, y unas baletas blancas, me parece  terriblemente linda. 

Me recuerda a Margarita, con quien salí un par de veces hace mucho tiempo y, que en ese entonces, me gustaba mucho.  La mujer tiene el pelo negro un poco más arriba de los hombros, una nariz perfecta y piel blanca que combina a la perfección con su pelo negro.

Ella y su amigo se sientan en la mesa de enfrente, y comienzan a hablar.  Nuevamente levanto la mirada  y después de un par de segundos me sostiene la mirada con cara de "¿Se le perdió algo amigo?"  

La miro por un segundo más e intento hacerme el pendejo y disimular,  ¿Qué? nada, era obvio que la estaba mirando.

Decido patearme toda suconversación:

"El man de la mesa de enfrente está muy bueno" le dice a su amigo. 

No, eso me lo imaginé.  Lo que realmente dijo fue "La profesora le dijo a mi primito, 'Juan Sebastián póngale orden a su vida y de paso a su cuaderno  ¿Qué tal esa vieja?'  Hizo una pausa y miró al hombre como esperando a que  interviniera, este no dijo nada.  Ella concluyó diciendo lo siguiente:

"La chimba, a mi nadie me puede decir que le ponga orden a mi vida"

Después de que termino esa frase, no le puse más atención a su conversación, pero si apoyé totalmente su conclusión.   ¿Que carajos es orden?  ¿Que diablos significa tener una vida ordenada? el orden al igual que  lo "normal", es algo completamente subjetivo, que depende enteramente del puto de vista de cada persona pero, como siempre ocurre, muchas veces nos la pasamos etiquetando las cosas o situaciones como buenas o malass; nada que podemos superar esa dicotomía tan destructiva.  

martes, 18 de agosto de 2015

Estar bien

Por defecto estamos "bien". Creo que afirmar eso es bueno pues  aunque, en ocasiones, nos sintamos realmente mal, tomar esa actitud nos ayuda a mirar los problemas desde otro punto de vista.

Por otro lado, están aquellos que siempre juegan al mártir y apenas se les pregunta como estan, sueltan frases  como si estuvieran a punto de recibir un latigazo: "No tan bien como usted, pero ahí vamos. 

Creo yo que algo que nos haría la vida más llevadera sería aceptar cuando nos sentimos mal, cuando sentimos que el mundo o la vida se mueve a una velocidad muy diferente a la nuestra o incluso van en contravía.  Evidenciar nuestra vulnerabilidad es el punto de partida para poder establecer conexiones realmente humanas.

Ayer hable con una persona y esta no me dijo que estaba mal, pero si admitió que estaba en una montaña rusa emocional.  A la larga creo que todos tenemos episodios de bipolaridad y muchas veces nos sentimos así, pero nos aterra admitirlo porque estar tristes no es una opción, y siempre debemos mostrar nuestra mejor sonrisa en redes sociales.  De ahí esos estados de "Soy muy feliz" estoy demasiado feliz" o "soy putamente feliz".

Creo que  no estar bien también es una opción que no tiene nada de malo. 

lunes, 17 de agosto de 2015

Al caer la tarde

Todas las horas de todos los días de la semana son iguales.  Quiero decir que, por ejemplo, las 10 de la mañana de un lunes, son iguales a las 10 de la mañana de un martes, miércoles, o  cualquier otro día de la semana.  Lo mismo ocurre con aquellas horas de las 6:00 p.m en adelante, que le abren la puerta a la noche, excepto con las del Domingo.

Cuando cae la tarde ese día es diferente, o uno se siente diferente, pues por algún extraño motivo nos llenamos angustia y ansiedad.

Una vez en una conferencia, el expositor dijo que el día en que  se suicidan más personas es ese.  Me imagino que a esa hora ya la mayoría no tiene un plan diferente que irse para la casa a descansar.  Posiblemente, a  esa hora, la angustia arremete contra nosotros porque sabemos que al siguiente día nos vamos a sumergir nuevamente en esa rutina que tanto desgasta, o tal vez, esas horas son unas de las pocas ocasiones donde comenzamos a cuestionar nuestra vida, porque de una u otra forma es un momento que nos invita a estar solos y , estar solos, sin hacer nada, es algo que nos cuesta demasiado en una sociedad que gira en torno a la productividad y a andar ocupados todo el tiempo.  Me imagino que es en ese momento que ideas locas sobre la muerte rondan la cabeza.

De todas maneras creo que por más que uno tenga una inteligencia emocional muy elevada, esa lapso de tiempo nunca dejará de hacernos sentir extraños.  Solo queda afrontarlo de la mejor forma posible y apostarle a dormir bien; el  Ctrl-Alt-Supr con el que contamos y que cura casi todo.

jueves, 13 de agosto de 2015

Aceptar nuestra "Fealdad"

Creo que todos andaríamos más relajados por la vida si aceptáramos lo que la sociedad dicta que es feo en nuestros cuerpos:  EL gordo o la llanta rimulera en nuestro abdomen, la papada, los cachetes grandes, etc. Creo que cada persona por más perfecta que la veamos tiene algo que quiere cambiar en su cuerpo, si algo tenemos en común todos es la inconformidad.

Hace un par de semanas, en mi agradable ritual de leer, tomar capuchino y comer algo, en la mesa de enfrente se encontraban 5 mujeres y ninguna, creo, tenía más de 23 años.  Por lo que alcancé a escuchar eran estudiantes de psicología y mientras hacían cálculos de cuanto les faltaba para graduarse, una de ella enfatizó en lo siguiente: "Es que yo ni a bate pienso trabajar en una oficina".  No seguí su conversación, no porque no fuera interesante, sino porque a veces hablaban en clave y reían, sobre temas que solo ellas entendían.

Cuando se iban a ir del lugar, decidieron tomarse una selfie.  Después de hacerlo, una a una se fueron rotando el celular para mirar la foto, hasta que una de ellas, que llevaba puestas unas gafas negras de marco grueso, exigió que la repitieran pues quería una sin las gafas.

Hace poco me tomé un café con un grupo de personas, y alguien le pareció importante que nos tomaramos una selfie.  Nunca me han llamado la atención esas fotos pero, para no desentonar, accedí a la petición de la persona.  La tomamos desde mi celular, y luego de luchar con mi motricidad para que no se me cayera al piso  y tomar la foto, todos la miramos.  En esta ocasión una amiga exigió que la repitiéramos porque según ella había quedado cachetona.

El punto es que deberíamos dejarnos de fijar tanto en como nos vemos o, más bien, como creemos que nos ven los otros, y aceptar esa supuesta "fealdad" que llevamos encima.