miércoles, 9 de diciembre de 2015

Jeans entubados

Mientras me mido un par de jeans, en el vestidor ubicado a mí lado izquierdo, un señor también se mide ropa, mientras su esposa lo espera afuera para darle el visto bueno de las prendas que luce, enfrente de ella, como un modelo.

Los dos se ponen a hablar en voz alta; la mujer  dice: "Es que no sé,  esos pantalones entubados son como muy femeninos, no?  Apenas menciona la palabra "entubados", me imagino a un grupo de música punk.

La pareja continúa hablando. Ahora parece que el señor se está midiendo una camisa rosada que le gusta.  Su mujer duda, no sé si de la prenda o la virilidad de su pareja, y le pregunta  "¿En serio te gusta?" él responde que sí, y ambos dan diferentes apreciaciones sobre la ropa de color rosado para hombre, que indiscutiblemente están ligadas a la estúpida convención que el rosado es un color femenino y el azul uno masculino.

El punto es que la dicotomía de femenino y masculino nos jode demasiado la cabeza.  no deberíamos prestarle tanta atención a eso.

martes, 8 de diciembre de 2015

Madrugón

En el colegio, cuando me tocaba despertarme condenadamente temprano, lo hacia sin dificultad.  Experimentaba los primeros minutos del día en un estado zombi, pero después de la ducha esa sensación de letargo desaparecía.

Ahora me cuesta mucho más levantarme temprano.  A medida que uno se hace viejo uno quisiera atesorar esos "5 minutos más" hasta la eternidad.  Pocas cosas son tan placenteras como el acto de oprimir un botón del despertador para que deje de sonar, dar media vuelta y volver a cerrar los ojos.

En las últimas semanas he madrugado sin querer, es decir, me acuesto tarde con la consigna de dormir mucho, y de repente me despierto de forma natural en la madrugada.  No me gusta cuando eso me pasa, pues mi paranoia se dispara por los aires y comienzo a pensar que algo malo me va a ocurrir en ese instante o a lo largo del día, y que el despertarme es una advertencia de ese hecho nfasto que nunca se presenta.  Nunca ha pasado nada.  La única vez que si ocurrió algo fue  porque estaba enfermo y el cuerpo me pedía a gritos que vomitara.

Toda esa introducción para hablar sobre los madrugones navideños, solo piénsenlo  ¿En serio madrugar para consumir?  ¿Ir, en las primeras horas del día, a pelearse con una tracamanada de desconocidos por un carrito de mercado o la última prenda que supuestamente tiene rebaja?  La verdad a mí me da mucha pereza eso. 

 Quién sabe desde cuando Diciembre se instaló en nuestras mentes bajo dos premisas: "Tenemos que estar felices o aparentar felicidad" y "Debemos gastar todo el dinero posible incluso si no lo tenemos.  !NO A LOS MADRUGONES DE NAVIDAD!



"I don't question
our existence
I just question
our modern needs"
- Garden -

lunes, 7 de diciembre de 2015

Felicidad

El título de este post es muy pretencioso.  Definir la felicidad, debido a la infinidad de variables y estados emocionales que la acompañan, resulta imposible.  De todas formas creo que últimamente la hemos sobrevalorado, y el no estar felices está mal visto.  Despreciamos entonces  la energía creativa que puede estar contenida en la tristeza y dificultades que se nos presentan día a día. 

El fin de semana pasado vi en un parque  a un papá que mecía a su hija en un columpio. La niña que llevaba un vestido rosado y medias blancas  veladas, reía a carcajadas cada vez que su padre la empujaba.  Me parecio que en esa sencilla escena estaba representada la felicidad.

 ¿Por qué si tanto hablamos de felicidad en estos días, a veces nos cuesta tanto encontrarla?  ¿Será que únicamente somos  felices en nuestra niñez? Si es así, deberíamos retomar algunas conductas de esa época.

Uno de los componentes de la felicidad, me imagino, es encontrar placer en todo tipo de actividades, y mucho más en aquellas que, como adultos, calificamos de infantiles o tontas. 


domingo, 6 de diciembre de 2015

Ideas chatarra

Es Sábado y mientras leo y tomo capuchino, una combinación de actividades demasiado poderosa, no le presto atención a los diferentes sonidos que produce la calle.  De repente escucho a lo lejos y cada vez más cerca la voz de un hombre que habla a través de un parlante.  Finalmente pasa al lado  del lugar en el que estoy.  El parlante esta sujeto al techo de una camioneta y el mensaje es el siguiente:

"Compro baterías, marcos de puertas, neveras dañadas, canastas de envases, etc. etc. etc. cualquier tipo de chatarra..."

En ese momento pensé en que tipo de chatarra puedo tener en mí casa que tal vez le interese al hombre que vocea el mensaje, y cuanto dinero me daría por ella.  Luego me pegunte  ¿Qué tal si más bien me compra un par de paradigmas, ideas viejas y/o puntos de vista obsoletos? 

Sería buenísimo poder desprenderse de todo eso.  Lo que entonces tocaría mirar es si queremos soltar esas ideas chatarra que resultan ser tan toxicas, pero que igual atesoramos y defendemos por si acaso o simplemente porque si.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Volcanes

Alguna vez, en uno de mis tanto procesos de procastinación en internet a lo largo del día, di con la canción Volcanoes de Damien Rice.  Recuerdo que una de las primeras razones para ver el video fue Lisa Hannigan, quién me pareció la mujer más linda del planeta.

Luego  de mirarla  como un tarado y soñar en tener algo con una mujer similar algún día, le puse atención a la melodía de la canción y su letra. Esta a mí me cuenta (digo a mí, porque una canción tiene, por poco, tantas interpretaciones como seres humanos en la tierra) la historia de  una relación, bien sea de amantes, novios, esposos, amigovios, etc.   donde uno lo da todo por el otro, que no siente nada por el primero:  

"Lo que yo soy para ti no es real

Lo que yo soy para ti, tú no lo necesitas

Lo que yo soy para ti no es lo que tú significas para mí

tú me das millas y millas de montañas

y todo lo que yo pido es mar"
- Volcanes -


 ¿Cómo no sentirse identificado si todos alguna vez hemos jugado alguno de esos papeles? Además de eso, la melodía de la canción, su ritmo y la dinámica de los cantantes, no sé exactamente por qué me tocan fibras sensibles y me hacen sentir algo de  nostalgia.  

En su charla TED, el músico Benjamin Zander Enseña como identificar la belleza de la música clásica, y el por qué en ocasiones nos afectan emocionalmente los impulsos y progresión de acordes  de ciertas melodías; no sé, tal vez eso es lo que me pasa con Volcanoes.

 Lo ideal, en una relación, sería que los sentimientos de las dos partes hicieran erupción al mismo tiempo y que esta fuera una constante, pero la mayoría de veces no ocurre así. 

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Consumirnos


No nos damos cuenta pero cada segundo que pasa nos vamos consumiendo; la llama de la vida se nos apaga, a unos abruptamente, a otros en un aliento largo. Un día estamos en la cima, y al otro cualquier virus, accidente, loco, etc. nos cae encima y nos pone a caminar en la cuerda floja de la vida, y bien floja que sí es.


A pesar de que no es difícil darse cuenta de esto, continuamos persiguiendo fama y gloria a través de posesiones, trabajos, títulos, relaciones, religiones, etc. que, muchas veces, en vez de avivar esa llama,  le quitan el oxigeno necesario para su combustión.


Creo que, de alguna forma, deberíamos caer en cuenta de la inmediatez de nuestras vidas; ojalá esto no solo se de cuando eventos trágicos marquen nuestras vidas.  Un posible punto de partida, es tener gratitud por lo que tenemos y también,  como ya lo he escrito, por todo lo que creemos nos hace falta.


"There's a time to live and a time to die
When it's time to meet the maker
There's a time to live but isn't it strange
That as soon as you're born you're dying"
- The Clairvoyant -



martes, 1 de diciembre de 2015

Primíparos

En primer semestre, en una clase de Contabilidad General, el profesor estaba explicando un balance en el tablero y a medida que iba dando conceptos, iba escribiendo diferentes cifras.  La mayoría de los que estaban en clase copiaban lo más rápido posible para tomar apuntes e ir a la par de la explicación, yo tomaba apuntes con una consigna que nunca me funcionó mucho "Voy a copiar todo y después en la casa lo repaso, estudio y entiendo".

Yo vi esa clase con Christian, un amigo que parecía no tener dificultad con ninguna materia, y para quien sacar más de 4 en los parciales era algo normal.  En medio de mi copia frenética de números, y tratar de que estos quedarán lo más ordenadamente posibles en mi cuaderno, Christian, que estaba sentado a mi lado derecho, me preguntó "Oiga,  ¿sabe de qué es esa cifra de la primera columna?" Como no sabía le respondí: "No ni idea,  ¿por qué no pregunta?" y me respondió "Pregunte usted".

Yo no le vi ningún inconveniente a eso, alcé la mano y le pregunté al profesor.  Este miró la cifra, que al parecer tenía un error o algo, pues apenas le planteé la pregunta me dio las gracias, la borro y escribió otra.  El cambió de esa cifra implico varios cambios en el resto de columnas, que para el profesor eran muy sencillos de  borrar y volver a escribir, al contrario de nosotros que escribíamos a lapiz o peor aun a esfero. Después de que hice la pregunta escuché el ligero murmullo de fastidio de todo el salón.

El punto es que nos la pasamos de primíparos toda la vida, y nos da pena preguntar lo que sea  por el que dirán, porque queremos dejar pasar los errores, porque queremos ser cool, porque está mal visto.   etc.  ¿Cómo carajos vamos a mejorar si no cuestionamos nada y tragamos entero?